abril 24, 2012

NO AL JUEGO DE LA LÁSTIMA, COÑO.

Mira que me jode ponerme empalagoso, coño, y, cuando hablo de los críos peruanos, me da la impresión de que me pongo bastante de esa guisa... y me digo: “tío, tienes que ser más agresivo, pasar de lo melifluo y dar caña con fuerza para que al personal se le revuelvan un poquito las tripas... no juegues al horrendo juego de la lástima, coño, no juegues a eso nunca... argumenta, da razones, explícate con contundencia, agrede si es preciso...”... pero cuando me arranco, pues que me puede el tono amablón y considerado, y me pongo sensiblero.
Y no quiero que sea así, ¡joder!, por ello que voy a intentar explicarme en el tono que llevo realmente por dentro:
Esto es definitivamente una mierda, una puta mierda... el mundo jugándose la vida a los absurdos zoroleos del dinero, a ese ganar más o a ese perder menos que son tan peculiares de nuestro puñetero primer mundo... gente que lo tiene todo [y de sobra] enfrascada en tener más o cabreada a la mandrila porque les van a quitar un punto de sueldo y subirle otro punto de impuestos... gente que tira a la basura a diario más de lo que le haría falta a una familia de los inframundos para darse el banquete de sus vidas... gente que solo piensa en tener por tener y en acumular por acumular, cuando la vida probablemente se les acabe mañana al mediodía... gente que solo piensa en sí misma y en SUS jodidos derechos adquiridos [¿adquiridos a base de qué?]... gente que en media hora se gasta en dos vinitos y un paquete de tabaco lo que cuesta escolarizar a un crío necesitado durante un año [o simplemente darle de comer durante ese mismo tiempo], y no quiero decir con esto que no se lo gasten, coño, sino que hagan un ratito de reflexión y decidan ‘sacrificar’ uno de esos vinitos y un par de cigarretes para dar un paso positivo individual hacia un mundo más justo... gente navegando al pairo de los políticos de mierda y de la asquerosa bicha mediática que adormece y elimina... hombres que nunca podrán sentirse ‘un hombre entre los hombres’, porque tienen sus nalgas bien lavadas y su conciencia se la asean en misas y rosarios... una mierda, como digo, que no sea capaz un ojo de derramar una puta lágrima por lo que le está sucediéndole a más de la mitad de la población mundial... una mierda que no salgamos a la calle a quemar bancos y financieras [es demasiado, ¿no?] o que ni siquiera seamos capaces de hacer una resta mínima de lo nuestro para acercar a esos otros hundidos ‘demás’ a una vida algo más digna... que le den por el culo a las bolsas y a los especuladores, a los que trafican con el trigo o con el arroz, a los que cobran cada mes un dinero fijo hagan lo que hagan y se lo meten entre los calzones para acumularlo con esa puta avaricia tan de hoy [y tan de siempre]... mierda para quienes no saben educar más que en lo competitivo y jamás le dan valor a lo cooperativo o a lo que lleve a lo igualitario... mierda para quienes cobran por las medicinas y permiten que enfermedades ya controladas y con remedio conocido vuelvan a campar por sus fueros por su jodido egoísmo...
Solo el mierdoso Papa se gasta en un viajecito a Inglaterra lo que sería capaz de solucionar un año de educación a media infancia africana, o ese agua para todos tan necesaria, solo un jodido viaje de ese mierdoso Papa, con seguratas, coche blindado y lleno de joyas como una dama antigua y revenida [habla la prensa británica de un coste de 28 millones de euros por la semanita papal y albiona, y encima cobran a seis euros la entrada a misa en Hyde Park, a 30 euros la entrada a la de Birmigan y a 24 euros la entrada a la de Glasgow]... solo con los euritos de esta semana papalera se podría becar por un año a 156.000 niños peruanos [a 180 euros por cabeza, según la tarifa SBQ]... absolutamente inmoral, ¿no?, inmoral y de lesa humanidad, coño... y todo para que se justifique por los afanes pederastas de un montón de sus culos mimosines con sotana...
El mundo bien entendido debiera ser profundamente civil, no gubernamental y no confesional... pero sí político, muy político, absolutamente político [que cada hombre fuera consciente de las gestiones necesarias y mantuviese un elevado nivel de exigencia].
Mierda también para mí... ¿por qué no?, que luego alguno saldrá diciendo que me autoexcluyo de la mierda... mierda para mí, el primero... pero después, mierda también para todos los demás.

LUIS FELIPE COMENDADOR
Imagen: ningo.com.ar

abril 20, 2012

                                                                       
Ábrete sexo
como una flor que accede,
descorre las aldabas de tu ermita,
deja escapar
al nadador transido,
desiste, no retengas
sus frágiles cabriolas,
ábrete con arrojo,
como un balcón que emerge
y ostenta sobre el aire sus geranios.
Desenfunda,
oh poza de penumbra, tu misterio.
No detengas su viaje al navegante.
No importa que su adiós
te hiera como cierzo,
como rayo de hielo que en la pelvis
aloja sus astillas.
Ábrete sexo,
hazte cascada,
olvida tu tristeza.
Deja partir al niño
que vive en tu entresueño.
Abre gallardamente
tus cálidas compuertas
a este copo de mieles,
a este animal que tiembla
como un jirón de viento,
a este fruto rugoso
que va a hundirse en la luz con arrebato,
a buscar como un ciervo con los ojos cerrados
los pezones del aire, los dos senos del día.

ANA ISTARÚ
Fotografía: Humberto Rivas

abril 17, 2012

Más allá de la curva del camino
tal vez haya un pozo y tal vez un castillo,
o tal vez tan sólo continúe el camino.
No lo sé ni pregunto.
Mientras voy por el camino que hay antes de la curva
sólo miro el camino que hay antes de la curva,
porque no puedo ver más que el camino que hay antes de la curva.
De nada me habría de servir el mirar a otro lado
o hacia lo que no veo.
Impórtenos nada más que el lugar donde estamos.
Hay belleza suficiente en estar aquí y no en otra parte.
Si alguien existe más allá de la curva del camino,
quienes se preocupan por lo que hay más allá de la curva del camino
ahí tienen el camino que es el suyo.
Si ahí hemos de llegar, al llegar lo sabremos.
Por ahora tan sólo sabemos que ahí es donde no estamos.
Aquí no hay más camino que el de antes de la curva, y antes de la curva
el camino que hay no tiene curva alguna.

ALBERTO CAEIRO (Heterónimo de Fernando Pessoa, 1888-1935)

abril 14, 2012


"Aprendí que humillar a otra persona es hacerle sufrir un destino innecesariamente cruel. Aprendí que el valor no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. Yo mismo he sentido miedo más veces de las que recuerdo, pero lo escondí tras una máscara de arrojo."

Nelson Mandela

abril 10, 2012

HE LEÍDO

El Haiku de las palabras perdidas
ANDRÉS PASCUAL
Editorial: Plaza y Janés

Esta es una historia de amor y dolor.
El tema principal de la novela es la energía nuclear y el país donde se desarrolla es Japón. El autor sitúa la historia en dos espacios cronológicos. Por un lado, hay un hecho que transcurre en Agosto de 1945 y nos narra el suceso de dos supervivientes, Kazuo y Junko, después de la caída de la bomba atómica sobre Nagasaki y de cómo después de la explosión jamás se volvieron a encontrar pero vivieron toda la vida esperando ese encuentro. Por el otro lado, la historia se sitúa en nuestros días y narra la trayectoria de un defensor de la energía nuclear, Emilian Zach, que comienza a tener muchos problemas y que se encuentra con Mei, nieta de uno de los supervivientes anteriores, y cuyo objetivo es localizar al otro superviviente. Ambas historias se van intercalando y parece una premonición de la tragedia que sufrió Fukushima.

Andrés Pascual nos va mostrando parte de la cultura del Japón actual y pasada. Los adornos florales, la escritura de los haikus, las comidas. Nos deja ver cómo se muestran los sentimientos en la cultura occidental y en la oriental, cómo se asimilan las tragedias, humanas y sociales, para enfrentarse al día a día.

La Embajada de Japón en España avala el mensaje de la novela. En su presentación oficial en Madrid, la Agregada Cultural adjunta Sra. Akawa y el Jefe de Prensa Sr. Kishi acompañaron a Pascual, reconociendo públicamente que quedaba patente el cariño con el que se hablaba de la cultura la tradición japonesas y el rigor con el que trataba un tema tan delicado.

haiku (#21477;): poema japonés de diecisiete sílabas; destello fugaz que nos muestra la esencia de las cosas.

Un fragmento:

-La pérdida. Eso es lo peor. No el estallido, ni el fuego, ni el silencio, ni el polvo, ni los gusanos, ni el hedor. Lo peor son las palabras perdidas, el vacío que queda y la búsqueda que comienza. (…)

En nuestra cultura una palabra no dicha es más importante que todas las palabras pronunciadas. (…)

Pero quizá era el momento de mostrarse más japonés que nunca, no de sangre pero sí de corazón, y demostrar que los silencio pueden llegar a ser un grito atronador. Que una palabra no dicha tiene más fuerza que mil frases pronunciadas, porque la palabra pensada permanece para siempre, mientras que aquellas que traspasan el umbral de la garganta terminan desvaneciéndose en el mismo aire del que están fabricadas.

abril 06, 2012

EL POEMA DEL ÁRBOL


voy a escribir un poema que hable de un árbol de un
objeto de un amigo
para eso es necesario pedirle ayuda a alguien alguien
cercano alguien a quien decirle ¿podrías ayudarme a
escribir este poema?
convoco entonces al tronco del árbol a la transparencia
del objeto y a los cabellos blancos de mi amigo y les
pregunto si pueden ayudarme a escribir este poema
el tronco del árbol mueve sus estrías hasta una altura
inalcanzable provoca un pequeño viento hace que las
aves eleven su anchura que caigan al suelo pequeños
frutos
el objeto acerca un rayo de luz que lo atraviesa y funde con
un brillo circular y desnudo
mi amigo abre sus manos me muestra un libro que habla
de sátrapas y venenos
hay algo de prisa de mandato de lejanía en estas muestras
de cariño
mi amigo se sienta a la sombra del árbol una sombra
que se extiende hasta la ciudad que atraviesa la ciudad que
llega justo hasta la altura de mis manos
entonces abre su cartera y me ofrece un poco de agua
no sé la respuesta aún no he logrado aprender el
lenguaje de los árboles de los objetos útiles de los
amigos
y tengo que escribir el poema
tengo que escribir el poema porque se está haciendo
tarde porque hay grupos de hombres en el bosque
porque cerca de la orilla del río están oyéndose
disparos
tengo que escribir el poema porque hay niñas que
rompen con ira las muñecas de paja y les sacan los
ojos con la punta de un cuchillo y abandonan los
pedazos a la boca de los hormigueros
el poema donde un amigo bajo un árbol descansa y
bebe
el poema donde un árbol da sombra y agua a un
amigo
el poema donde un cristal moja los labios de un
amigo y riega un árbol
donde no caben árboles ni cuencos sino hombres o
mujeres que se acercan turnándose en los gritos y en los
disparos
donde sólo cabe una niña que esconde aquellos ojos
un poema donde nadie podrá ser convocado
donde nadie podrá ayudarme

JESÚS URCELOY
(De “Hazversidades Poéticas”, 2012)

abril 01, 2012

UN CUENTO PARA PENSAR

Rabiya

Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos
se acercaron a la pobre anciana.
¿Qué pasa? Preguntaron- ¿Qué estás buscando?
-¡Perdí mi aguja – dijo ella!
Y todos la ayudaron a buscarla. Pero alguien le dijo:
- Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy
pequeño, ¿por qué no nos dices exactamente dónde se te cayó?

-Dentro de mi casa- respondió ella.
-¿Te has vuelto loca? – gritó la gente- si la aguja se te cayó dentro de tu
casa, ¿Por qué la buscas aquí fuera?
-Porque aquí hay luz y dentro de la casa no la hay.
-Pero aún habiendo luz, ¿Cómo podemos encontrar la aguja si no es aquí
donde la has perdido?
-Lo correcto sería llevar la lámpara a la casa y buscarla allí.
Y Rabiya se rió.
-¡Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas!
¿Cuándo vais a utilizar esta inteligencia para vuestra propia vida interior?
En el tiempo que os conozco os he visto siempre infelices, intentando cubrir
vuestra felicidad con cosas exteriores, buscando afuera lo que sé, por mi propia
experiencia, que se encuentra dentro de vosotros mismos.
Usad vuestra inteligencia-
¿Por qué buscáis la felicidad en el mundo exterior?
¿Acaso la habéis perdido allí?


(Cuento tradicional)
Trascripto por Victoria Ambrós