febrero 06, 2017






─Estoy en el café
pero, ¿dónde está mi muerte?
Y otra voz decía
─En el café estoy,
¿pero mi hombre?
No nos encontramos aquel día.
No, pero en el sueño
mientras Jacobo luchaba con su olivo
que en su embriaguez juzgaba ángel
en un abrazo de hombre y jazz y ramas
daba vueltas el local y las ventanas
entraban en la curva de algún baile
de este a oeste y a aquel y el que sonríe
sentado entre sus ojos a una mesa
que no ha encontrado su beso y su luto
que no podrá maltratar ni malbeber
porque es morigerado en sus costumbres
y las aves
no le doblan hasta el suelo
aunque tiren de sus cejas hacia abajo
y abollen tristemente su sombrero.
Mirad como da vueltas en la nieve
ahora si baila con su sombra
y extiende la mano a su bufanda.
Sonríe, promete algo.
¿Hay quién podrá
no abrazarle?
¿No veis pues, que está vivo,
que se apoya en la pared?

SMITH SOTO
De su libro LIBRO DEL LAGO (editorial árdora exprés)