julio 20, 2010

MÚSICA EN ÍTACA (15)

HEITOR VILLA-LOBOS

"Esta es la vida de alguién que necesita huir.

Protegido por la madre de origen indio y el padre de ascendencia española, Heitor Villa-Lobos (Río de Janeiro, 1887 – 1959) asiste a las veladas de música de cámara que organiza su familia. Pero de la calle le llegan las melodías de unos cantores populares, los seresteiros. El niño desoye al padre que le ha enseñado a tocar el violonchelo y el clarinete, y deja la casa lujosa. Sólo en el desorden de los cafés se aquieta su gusto por la fuga.

El adolescente Heitor viaja con deseos de escuchar las leyendas amazónicas, las canciones rurales, los ritmos de Bahía, y confiesa que el mapa de Brasil es la primera partitura musical que descifra. Indaga en las tres culturas -la india, la negra, la europea- de su país; se le conoce por el sobrenombre Tuhu (llama) y asegura, quizá con ironía carioca, que ha vivido en una tribu de caníbales. Su expedición dura siete años. “Me han dado por muerto, y mi madre ha encargado misas para el descanso de mi alma”, dice con carcajadas de prófugo.

(…)

Otra marcha continúa: como si quisieran imitar a su inventor, muchas de las páginas que Villa-Lobos nos ha legado caen se los catálogos, desaparecen de los archivos y se esfuman en la polvareda de unas pérdidas misteriosas".

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI

(Fragmentos del libro La nota rota; Hiperión, 2009)

1 comentario :

Gemma dijo...

Buena conjunción: la de Zoki con Villa-Lobos...
Un saludo