enero 09, 2011

MÚSICA EN ÍTACA (18)









FRANK ZAPPA

“Bufón contra el puritanismo, de Frank Vincent Zappa (Baltimore, 1940 – Los Ángeles, 1993) se resalta su talento inclasificable. Una mezcla de Lenny Bruce, cómico de genio áspero, y Charlie Parker interesado por Anton Webern y la Escuela de Viena. Teddy Bautista amplía el retrato: «No he conocido a nadie tan inteligente en conceptos globales, no sólo en música».
A los doce años, Frank Zappa, que ya toca la batería, queda fascinado por Ionisation, la obra que el francés Edgar Varèse compuso para treinta y cinco instrumentos de percusión. El segundo deslumbramiento se llama La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky. Pero igualmente le interesan los ritmos de los negros y chicanos que frecuenta en el liceo, y sus primeros conjuntos musicales (Ramblers, The Blackouts) escogen el rhythm’n’blues. Pronto empieza a colaborar con un joven cantante y saxofonista californiano, Captain Beefheart, que con su voz de lobo (dicen que abarca cinco octavas) une el blues, el rock y el free-jazz. Van a compartir casi dos décadas de rencillas y reencuentros, hasta que por fin la caravana de Beefheart se pierde en el desierto de Mojave, donde se dedica a pintar.

(…)

A los cuarenta años publica, con el título genérico Shut up n’play your guitar, tres discos que prueban su virtuosismo como guitarrista, y ahí se le rinden, de un solo tiro, los reaccionarios y modernos. Tanto es así que, allá por 1983 y 1984, la Orquesta Sinfónica de Londres y Pierre Boulez y su Ensemble Intercontemporain se apresuran a interpretar, sin arrugarse el esmoquin, las creaciones de aquel abanderado de la contracultura. Él aprovecha la buena ola para difundir su mordacidad política, con Ronald Reagan y George Bush convertidos en muñecos de pim pam pum a los que lanza sus burlas, y, al igual que Coluche en Francia, es candidato a la presidencia en EE UU. Estamos en 1988, y creo recordar que durante un tiempo la Casa Blanca tiene cambiado el color, a causa del susto. Los pobres financieros consideran a Frank Zappa un émulo de Heliogábalo, el anarquista coronado”.


FRANCISCO JAVIER IRAZOKI
(Fragmentos del libro La nota rota; Hiperión, 2009)

2 comentarios :

Mos dijo...

Qué buena la guitarra de Zappa. Todo un maestro, una leyenda del rock.

Buen post, Ada.

alf ölson dijo...

Apetitoso extracto que agradezco que lo hayas traído aquí. Interesante Irazoki.
Gracias.