Sueña algo por mí. Algo con pelo y sin vómito, sin frío. De color aguamarina, que sepa a azúcar y se agarre a molinos de viento mientras me alargo largo y me retuerzo en una banda de regaliz rojo-negro-blanco. Mariposas que descansan en los párpados violeta, en los escalones de espuma de un castillo antiguo, ruinoso. Jaulas abiertas con pájaros muertos y Mozart grita, llora, ríe y se tiende en el suelo junto al piano lisiado.
María Jesús Silva
1 comentario :
Ese piano lisiado me llega al corazón. Una ultima escena muy potente visualmente en esta hermosa prosa poética por la que se escapa un suspiro y un ruego.
Necesitamos soñar, y alargarnos para no desaparecer y dejar que las mariposas, que ya no revolotean por el estómago, descansen en los párpados violetas y no nos dejen del todo.
No te líes Ada, es poesía. Me gusta y agita mis emociones.
Un beso, poeta. Y no dejes de escribir.
Un abrazo,
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