octubre 12, 2013

DOS poemas de VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ


ANIMALES PERDIDOS

No eran buenos tiempos.

Me acababa de separar de mi mujer

y había tenido que dejar mi casa en el campo

y alquilar un apartamento

en el extrarradio de la gran ciudad.

Escribía fumaba bebía

y de vez en cuando lloraba

al contemplar asomado a la ventana

la desolación del paisaje:

los bloques inhóspitos de hormigón en la niebla

el cansancio en los ojos de los transeúntes

y el tráfico ensordecedor de la gran avenida.


Por primera vez en 40 años

me encontraba solo en la tierra.


R, la vecina del 6º,

adoptaba animales perdidos.

Se había quedado viuda hacía 2 años

y recogía por la calle

perros vagabundos y enfermos.

Uno de ellos, N, carecía de extremidades

y estaba inmovilizado y ciego.

R le había construido

una especie de cuna acolchada

y le daba en ella de comer con los dedos.

Algunas noches N, agitado en sus sueños,

se caía de su lecho

e incapacitado para cualquier movimiento

aullaba desesperadamente

hasta que R se levantaba

y le volvía a colocar en la cesta.

Yo le escuchaba desde la soledad

de mi cuarto oscuro

y su aullido me desgarraba por dentro:

aquel sollozo infinito y lánguido y triste.

Tumbado en la cama,

incapaz de dormir,

fumaba un cigarro tras otro

y añoraba el norte perdido,

el calor y el rumbo perdido,

naufragando una y otra vez

en los mismos recuerdos.

No eran buenos tiempos:

nada me satisfacía llenaba

todo me estremecía

todo me hacía llorar.

Por primera vez en 40 años

me encontraba solo en la tierra.

Y me gustara o no,

tarde o temprano,

también solo debería reanudar el camino.


JARDÍN INTERIOR


En una terraza

de unos 2 metros

cuadrados

frente

a la autovía

macetas con

tomates pimientos

cilantro maría

las plantas

de mi nuevo jardín.

Nada que ver

con el anterior

exuberante

y frondoso.

Pero todas

las mañanas

al despertarnos

lo regamos juntos.

Y está

dando frutos.

Vicente Muñoz Álvarez

De su libro ANIMALES PERDIDOS

Editorial Baile del Sol

1 comentario :

Vicente Muñoz Álvarez dijo...

una sorpresa verme aquí.

thank you

Vicente