- ¿Cuál es para ti la mayor desgracia?- La convivencia con el dolor en cualquiera de sus formas y estaturas. Siempre me ha sorprendido (y no gratamente) la capacidad del ser humano para advertirlo, olerlo, y hasta sufrir, ya no tan sólo el propio, si no el ajeno, pero mirar hacia otro lado rápidamente, como si la empatía fuera un “defecto de fábrica” pestilente del que huir a toda costa.
- ¿Dónde te gustaría vivir?- En una cabaña de madera, forrada de libros, a orillas de un charco muy grande, a ser posible que alcanzara la naturaleza de lago, y donde no importase que después del domingo llegara el lunes.
- ¿Cuál es para ti la alegría terrenal más perfecta?- Hay muchas situaciones que me provocan un estado de felicidad perfecta; resumirlas es tarea más difícil de lo que pueda parecer en un principio. Aun a riesgo de que suene un poco cursi, diré que me siento sumamente feliz cuando comparto una conversación sin prisa ninguna con mi compañero, se nos hacen las tres de la madrugada y no tenemos ninguna ganas de volver a mirar el reloj, o, por ejemplo, seguir siendo capaz de emocionarme con un amanecer o un crepúsculo, con la mirada de mi gato cuando me consuela, con la aparición de una hoja nueva en mi limonero, o en el peral que se ha pasado el invierno siendo un tronco escuálido, con un abrazo, o con un beso. Seguir descubriendo el poder de la palabra, su capacidad para cambiar mi realidad y la renovación permanente del pacto que hice con ella hace tiempo para trasladarnos juntas a otros escenarios, otros paisajes, otras trincheras, y conseguir volver ilesas del intento. O despertarme en plena noche, con tres versos hirviéndome en la cabeza, apuntarlos y volver a caer en brazos de Morfeo, ese es también un momento sublime.
- ¿Qué fallo perdonas más fácilmente?- El fallo en sí mismo. No creo en la perfección, por lo que no la exijo, en cada “supuesto fallo” hay siempre otra “verdad” que se nos escapa, en realidad la mayoría de las veces somos nosotros los que “fallamos” estrepitosamente al emitir juicios, yo siempre digo que “la verdad” se dice siempre en voz baja, y que hay tantas realidades como ojos observándolas. No siempre es fácil, lo reconozco, pero he aprendido con el tiempo que no existe un posicionamiento universal ante las cosas o los conceptos, así que eso que a veces tildamos de “poca implicación” o “demasiada manga ancha” puede ser en algunos casos una comprometida y consciente muestra de respeto.
- Tu héroe de ficción preferido.- Los Magos en todas sus versiones, los blancos, los grises, los negros, todos ellos. Son seres capaces de conectar de una manera directa con el inconsciente, y representan toda una parte del paisaje primordial del ser.
- Tu personaje histórico preferido.- No tengo marcadas preferencias en este sentido, la historia está repleta de grandes mujeres y hombres que han provocado cambios, adelantos, belleza, horror o movimiento, aunque sí diré que siento especial simpatía por los científicos, a saber por qué, y aunque no entienda ni jota de estos menesteres, nombres como Galileo, Copérnico, Madame Curie, o Einstein, por ejemplo, causan en mí cierto sentido de “deuda”.
- Tu heroína real preferida.- Mi madre, sin duda alguna. Fue un personaje eminente que luchó con valentía contra todos sus monstruos y de paso también con los míos, llevó a cabo la mayor de las hazañas, transmitirme los valores que hoy en día me conforman como lo que soy.
- Tu heroína preferida de la literatura.- Baya de Oro, o “la hija del Río”, compañera de Tom Bombadil (J. R. R. Tolkien), mujer líquida de gran atractivo dentro del fascinante mundo de ese grandioso mago llamado Tolkien.
- Tu pintor favorito.- La curiosidad casi mística por la experimentación siempre me ha fascinado, la habilidad para transformar el acto pictórico y trasladarlo a otras escenas, otros niveles u otras temperaturas me lleva de la mano hacia un Pollock indiscutible. Me parece “absoluto” un Pollock corriendo o danzando dentro de una tela extendida en el suelo, metido en su propio cuadro, derramando la pintura, dejándola gotear y actuando en la creación con todo su cuerpo, sí, sencillamente absoluto.
- Tu compositor preferido.- Wagner, porque además de compositor, director de orquesta, dramaturgo y teórico musical fue también poeta, para mí, que sufro de un grado de sinestesia avanzado, su tratamiento del drama consigue inundarme siempre los ojos de colores imposibles.
- ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?- La generosidad que inevitablemente implica una desarrollada empatía, creo que es una de las cualidades humanas más relevantes
- ¿Qué cualidad aprecias más en una mujer?- En este caso no aplico la diferencia de género por lo que persisto en la generosidad.
- Tu virtud preferida.- La fuerza de voluntad, con una buena dosis a mano siempre se llega a donde se quiere llegar, no importa cuán largo sea el camino, ni cuánto esfuerzo requiera, siempre me ha parecido una imprescindible herramienta de poder sobre uno mismo.
- Tu actividad preferida.- Desde que me comprometí seriamente con las palabras, mi relación con la escritura se ha convertido en mi principal alimento, escribir es una necesidad, una adicción que no por adictiva deja de ser placentera, por lo que podría decirse que actualmente mi actividad preferida sería la escritura, obviamente, para poder escribir se necesita, al menos yo así lo experimento, otro ingrediente básico, la lectura.
- ¿Quién o qué te hubiera gustado ser?- En broma solía decir que, en otra vida, me hubiera gustado ser mejillón, con el propósito de pasar las horas con las valvas abiertas ingiriendo alimento, sin despertadores, sin enfermedades, sin dolor, sin guerras y sin preocupaciones. Pero un buen día alguien me explicó las técnicas que se utilizan para la recolección industrial de los mejillones y se me pasaron las ganas de pertenecer a la familia de los bivalvos, así que mejor seguir siendo yo misma.
- La característica principal de tu carácter.- Dicen que soy una persona muy conciliadora, que siempre busco un modo o manera para solventar las situaciones de la manera más pacífica posible, y como siempre he considerado que los demás (los que bien te conocen) tienen una mejor visión de ti que uno mismo, les haré caso.
- ¿Qué aprecias más de los amigos?- Su cercanía, el saber que siempre están ahí, y ese tremendísimo calor que irradian y que me llega a raudales.
- Tu mayor fallo.- La impaciencia. En mi caso es aguda y la sufro, puesto que en muchas ocasiones me crea ansiedad y me lleva a la precipitación que, obviamente, no es una buena consejera casi nunca.
- Tu sueño de felicidad.- Dejar de sentir dolor. Debido a las dos enfermedades crónicas que me aquejan, llevo conviviendo con él demasiado tiempo y no es fácil, me gustaría poder responder a esa pregunta tan común: ¿cómo estás?, con un maravilloso “¡estupendamente!”.
- ¿Qué te gustaría ser?- ¿Aparte de un mejillón? Bueno, creo que me encantaría llegar a ser un buen poeta. ¿Y qué entiendo yo por “buen poeta”? Pues ser capaz de provocar una tremenda sensación de sed en las fibras del lector.
- Tu color favorito.- El negro, aunque repudiado por muchos, el negro es un color que me transmite belleza, ternura y enigma, ingredientes valiosísimos para convertirlo en un estupendo laboratorio de trabajo poético.
- Tu flor favorita.- La amapola. Siempre me ha transmitido una sensación de fuerza, sí, sí, la frágil amapola está emparentada con los opiáceos, se utiliza a veces como adormidera (suave), y en su fragilidad encierra, según como se mire, esa ingravidez que la hace aún más etérea, no sé, es una flor que me recuerda en cierto modo que no es tan importante aferrarse demasiado al mundo.
- Tu pájaro favorito.- El águila. Imagino que en contraposición con mis preferencias florales, el águila, siendo una de las aves depredadoras de mayor tamaño, siempre me ha transmitido la sensación de “fragilidad” del ser humano, me siento pequeñita ante esos majestuosos animales.
- Tu escritor favorito.- No puede haber un favorito, sería injusto reducir mis “adicciones” a un sólo autor, pero si hay que nombrar a alguien, diría Tolkien, su capacidad para crear mundos, idiomas y grupos sociales es tan absolutamente compleja que siempre me desborda.
- Tu poeta favorito.- Aquí sí que no puedo nombrar tan sólo a uno, así que nombraré a algunos que han influido de forma directa sobre mi proceso poético: Huidobro, Girondo, Montalbán, Rosales, E. Moga, Sonia Fides, entre otros.
- Tus héroes en la actualidad.- Llevo un ratillo pensando, la verdad, no sé qué responder, creo que no me he guardado ninguno en el bolsillo, el último se cayó del pedestal hace tiempo y no he llegado a remplazarlo.
- Tus heroínas en la historia.- Es que a mí esto de hablar de héroes o heroínas no me va mucho, creo que en realidad todos llevamos una parte heroica y otra antiheroica que a veces puede resultar hasta más efectiva que la primera, por supuesto que en la historia ha habido personajes “eminentes” y que sin duda han hecho “grandes” cosas, pero tan heroico puede resultar ir a buscar patatas en plena guerra civil, escondiéndolas en el refajo de las faldas (como me contaba mi abuela), para poder dar de comer a una familia, como, actualmente, conseguir llegar al final del día y no sentirnos míseros. La mayor de las heroicidades para mí es seguir viviendo dignamente.
- Tu nombre favorito.- Me gustan mucho los nombres hebreos, Judith siempre me ha parecido de una sonoridad y textura preciosas.
- ¿Qué aborreces por encima de todo?- La intransigencia, porque aborta cualquier intento de entendimiento, y eso me parece la mayor de las estupideces.
- ¿Qué figuras históricas aborreces más?- Tal y como he apuntado en la pregunta anterior, aquellas que por su intransigencia, fanatismo y sentido de la superioridad han acometido y acometen actos de sumisión, control o, llevado al máximo exponente, exterminio.
- ¿Qué méritos militares aprecias más?- Ninguno, así, sin paliativos.
- ¿Qué reformas admiras más?- Aquellas que han conseguido hacer respetar algo tan básico e irrenunciable como los derechos humanos, aunque tiene “guasa” que entre los “seres humanos” tengamos que mantener una “lucha abierta” para que éstos se respeten, y a tenor de lo que vemos a diario no lo hemos conseguido del todo.
- ¿Qué don natural te gustaría poseer?- La compasión en su sentido no tan cristiano como budista, es decir, la capacidad para comprender a los demás, ser capaz de ponerse en la piel del otro, creo que es el modo más directo y completo de conocimiento.
- ¿Cómo te gustaría morir?- Sin dolor y acompañada de la sonrisa de los míos.
- Tu actual estado de ánimo.- En el filo de lo imposible, agarrada a la boca del infierno y deletreando un dolor líquido con la yema de mis ojos.
- Tu lema. - “Si tantas veces tiras a portería, al final marcas gol”.
- ¿Dónde te gustaría vivir?- En una cabaña de madera, forrada de libros, a orillas de un charco muy grande, a ser posible que alcanzara la naturaleza de lago, y donde no importase que después del domingo llegara el lunes.
- ¿Cuál es para ti la alegría terrenal más perfecta?- Hay muchas situaciones que me provocan un estado de felicidad perfecta; resumirlas es tarea más difícil de lo que pueda parecer en un principio. Aun a riesgo de que suene un poco cursi, diré que me siento sumamente feliz cuando comparto una conversación sin prisa ninguna con mi compañero, se nos hacen las tres de la madrugada y no tenemos ninguna ganas de volver a mirar el reloj, o, por ejemplo, seguir siendo capaz de emocionarme con un amanecer o un crepúsculo, con la mirada de mi gato cuando me consuela, con la aparición de una hoja nueva en mi limonero, o en el peral que se ha pasado el invierno siendo un tronco escuálido, con un abrazo, o con un beso. Seguir descubriendo el poder de la palabra, su capacidad para cambiar mi realidad y la renovación permanente del pacto que hice con ella hace tiempo para trasladarnos juntas a otros escenarios, otros paisajes, otras trincheras, y conseguir volver ilesas del intento. O despertarme en plena noche, con tres versos hirviéndome en la cabeza, apuntarlos y volver a caer en brazos de Morfeo, ese es también un momento sublime.
- ¿Qué fallo perdonas más fácilmente?- El fallo en sí mismo. No creo en la perfección, por lo que no la exijo, en cada “supuesto fallo” hay siempre otra “verdad” que se nos escapa, en realidad la mayoría de las veces somos nosotros los que “fallamos” estrepitosamente al emitir juicios, yo siempre digo que “la verdad” se dice siempre en voz baja, y que hay tantas realidades como ojos observándolas. No siempre es fácil, lo reconozco, pero he aprendido con el tiempo que no existe un posicionamiento universal ante las cosas o los conceptos, así que eso que a veces tildamos de “poca implicación” o “demasiada manga ancha” puede ser en algunos casos una comprometida y consciente muestra de respeto.
- Tu héroe de ficción preferido.- Los Magos en todas sus versiones, los blancos, los grises, los negros, todos ellos. Son seres capaces de conectar de una manera directa con el inconsciente, y representan toda una parte del paisaje primordial del ser.
- Tu personaje histórico preferido.- No tengo marcadas preferencias en este sentido, la historia está repleta de grandes mujeres y hombres que han provocado cambios, adelantos, belleza, horror o movimiento, aunque sí diré que siento especial simpatía por los científicos, a saber por qué, y aunque no entienda ni jota de estos menesteres, nombres como Galileo, Copérnico, Madame Curie, o Einstein, por ejemplo, causan en mí cierto sentido de “deuda”.
- Tu heroína real preferida.- Mi madre, sin duda alguna. Fue un personaje eminente que luchó con valentía contra todos sus monstruos y de paso también con los míos, llevó a cabo la mayor de las hazañas, transmitirme los valores que hoy en día me conforman como lo que soy.
- Tu heroína preferida de la literatura.- Baya de Oro, o “la hija del Río”, compañera de Tom Bombadil (J. R. R. Tolkien), mujer líquida de gran atractivo dentro del fascinante mundo de ese grandioso mago llamado Tolkien.
- Tu pintor favorito.- La curiosidad casi mística por la experimentación siempre me ha fascinado, la habilidad para transformar el acto pictórico y trasladarlo a otras escenas, otros niveles u otras temperaturas me lleva de la mano hacia un Pollock indiscutible. Me parece “absoluto” un Pollock corriendo o danzando dentro de una tela extendida en el suelo, metido en su propio cuadro, derramando la pintura, dejándola gotear y actuando en la creación con todo su cuerpo, sí, sencillamente absoluto.
- Tu compositor preferido.- Wagner, porque además de compositor, director de orquesta, dramaturgo y teórico musical fue también poeta, para mí, que sufro de un grado de sinestesia avanzado, su tratamiento del drama consigue inundarme siempre los ojos de colores imposibles.
- ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?- La generosidad que inevitablemente implica una desarrollada empatía, creo que es una de las cualidades humanas más relevantes
- ¿Qué cualidad aprecias más en una mujer?- En este caso no aplico la diferencia de género por lo que persisto en la generosidad.
- Tu virtud preferida.- La fuerza de voluntad, con una buena dosis a mano siempre se llega a donde se quiere llegar, no importa cuán largo sea el camino, ni cuánto esfuerzo requiera, siempre me ha parecido una imprescindible herramienta de poder sobre uno mismo.
- Tu actividad preferida.- Desde que me comprometí seriamente con las palabras, mi relación con la escritura se ha convertido en mi principal alimento, escribir es una necesidad, una adicción que no por adictiva deja de ser placentera, por lo que podría decirse que actualmente mi actividad preferida sería la escritura, obviamente, para poder escribir se necesita, al menos yo así lo experimento, otro ingrediente básico, la lectura.
- ¿Quién o qué te hubiera gustado ser?- En broma solía decir que, en otra vida, me hubiera gustado ser mejillón, con el propósito de pasar las horas con las valvas abiertas ingiriendo alimento, sin despertadores, sin enfermedades, sin dolor, sin guerras y sin preocupaciones. Pero un buen día alguien me explicó las técnicas que se utilizan para la recolección industrial de los mejillones y se me pasaron las ganas de pertenecer a la familia de los bivalvos, así que mejor seguir siendo yo misma.
- La característica principal de tu carácter.- Dicen que soy una persona muy conciliadora, que siempre busco un modo o manera para solventar las situaciones de la manera más pacífica posible, y como siempre he considerado que los demás (los que bien te conocen) tienen una mejor visión de ti que uno mismo, les haré caso.
- ¿Qué aprecias más de los amigos?- Su cercanía, el saber que siempre están ahí, y ese tremendísimo calor que irradian y que me llega a raudales.
- Tu mayor fallo.- La impaciencia. En mi caso es aguda y la sufro, puesto que en muchas ocasiones me crea ansiedad y me lleva a la precipitación que, obviamente, no es una buena consejera casi nunca.
- Tu sueño de felicidad.- Dejar de sentir dolor. Debido a las dos enfermedades crónicas que me aquejan, llevo conviviendo con él demasiado tiempo y no es fácil, me gustaría poder responder a esa pregunta tan común: ¿cómo estás?, con un maravilloso “¡estupendamente!”.
- ¿Qué te gustaría ser?- ¿Aparte de un mejillón? Bueno, creo que me encantaría llegar a ser un buen poeta. ¿Y qué entiendo yo por “buen poeta”? Pues ser capaz de provocar una tremenda sensación de sed en las fibras del lector.
- Tu color favorito.- El negro, aunque repudiado por muchos, el negro es un color que me transmite belleza, ternura y enigma, ingredientes valiosísimos para convertirlo en un estupendo laboratorio de trabajo poético.
- Tu flor favorita.- La amapola. Siempre me ha transmitido una sensación de fuerza, sí, sí, la frágil amapola está emparentada con los opiáceos, se utiliza a veces como adormidera (suave), y en su fragilidad encierra, según como se mire, esa ingravidez que la hace aún más etérea, no sé, es una flor que me recuerda en cierto modo que no es tan importante aferrarse demasiado al mundo.
- Tu pájaro favorito.- El águila. Imagino que en contraposición con mis preferencias florales, el águila, siendo una de las aves depredadoras de mayor tamaño, siempre me ha transmitido la sensación de “fragilidad” del ser humano, me siento pequeñita ante esos majestuosos animales.
- Tu escritor favorito.- No puede haber un favorito, sería injusto reducir mis “adicciones” a un sólo autor, pero si hay que nombrar a alguien, diría Tolkien, su capacidad para crear mundos, idiomas y grupos sociales es tan absolutamente compleja que siempre me desborda.
- Tu poeta favorito.- Aquí sí que no puedo nombrar tan sólo a uno, así que nombraré a algunos que han influido de forma directa sobre mi proceso poético: Huidobro, Girondo, Montalbán, Rosales, E. Moga, Sonia Fides, entre otros.
- Tus héroes en la actualidad.- Llevo un ratillo pensando, la verdad, no sé qué responder, creo que no me he guardado ninguno en el bolsillo, el último se cayó del pedestal hace tiempo y no he llegado a remplazarlo.
- Tus heroínas en la historia.- Es que a mí esto de hablar de héroes o heroínas no me va mucho, creo que en realidad todos llevamos una parte heroica y otra antiheroica que a veces puede resultar hasta más efectiva que la primera, por supuesto que en la historia ha habido personajes “eminentes” y que sin duda han hecho “grandes” cosas, pero tan heroico puede resultar ir a buscar patatas en plena guerra civil, escondiéndolas en el refajo de las faldas (como me contaba mi abuela), para poder dar de comer a una familia, como, actualmente, conseguir llegar al final del día y no sentirnos míseros. La mayor de las heroicidades para mí es seguir viviendo dignamente.
- Tu nombre favorito.- Me gustan mucho los nombres hebreos, Judith siempre me ha parecido de una sonoridad y textura preciosas.
- ¿Qué aborreces por encima de todo?- La intransigencia, porque aborta cualquier intento de entendimiento, y eso me parece la mayor de las estupideces.
- ¿Qué figuras históricas aborreces más?- Tal y como he apuntado en la pregunta anterior, aquellas que por su intransigencia, fanatismo y sentido de la superioridad han acometido y acometen actos de sumisión, control o, llevado al máximo exponente, exterminio.
- ¿Qué méritos militares aprecias más?- Ninguno, así, sin paliativos.
- ¿Qué reformas admiras más?- Aquellas que han conseguido hacer respetar algo tan básico e irrenunciable como los derechos humanos, aunque tiene “guasa” que entre los “seres humanos” tengamos que mantener una “lucha abierta” para que éstos se respeten, y a tenor de lo que vemos a diario no lo hemos conseguido del todo.
- ¿Qué don natural te gustaría poseer?- La compasión en su sentido no tan cristiano como budista, es decir, la capacidad para comprender a los demás, ser capaz de ponerse en la piel del otro, creo que es el modo más directo y completo de conocimiento.
- ¿Cómo te gustaría morir?- Sin dolor y acompañada de la sonrisa de los míos.
- Tu actual estado de ánimo.- En el filo de lo imposible, agarrada a la boca del infierno y deletreando un dolor líquido con la yema de mis ojos.
- Tu lema. - “Si tantas veces tiras a portería, al final marcas gol”.
2 comentarios :
Siempre tan interesante y tan magnética señorita Ramentol.
Gracias por la deferencia que tienes al nombrarme, es un lujo pensar que es cierto.
Un abrazo súper.
Gracias, MªJesús por estos impagables cuestionarios Proust.
Abrazo súper también para ti.
Magnífico y sincero.
Se agradece.
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