Alfonsina Storni (1892-1938). Esta escritora argentina nació en Suiza en 1892, en la región de habla italiana. Vivió en Rosario, estudió Magisterio en la Escuela Normal y fue profesora de arte dramático, hizo alguna incursión en el teatro, pero lo más conocido de su obra son sus libros de poemas.
Comenzó su carrera literaria en 1916 con La inquietud del rosal, que recoge las sugestiones intimistas y sentimentales de un post-romanticismo, y publicó El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919) y Languidez (1920).
Después realizó viajes a Europa, en 1930 y 1934, que influyeron en su obra. Se sumó a este cambio su azarosa vida amorosa y su lucha por el papel de la mujer en la sociedad de la época, además de manejar el tema de la sinceridad erótica. Publicó en esta etapa Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Escribe con menos cánones, y con expresión libre y desprejuiciada.
Se suicidó en 1938 en Mar del Plata, sintiendo la impotencia ante el dolor producido por el cáncer. La noche anterior a que se internara en el mar desde la playa La Perla, escribió un poema, que envió al diario argentino La nación, y que fue publicado con su necrológica: “Voy a dormir”, y que se cree estaba dirigida a su hijo.
Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.
6 comentarios :
Me alegra mucho que el quizás se haya convertido en certeza.
Un abrazo súper.
Un placer encontrar de nuevo abierto este rincón de reposo. Gracias.
Te esperaba.
No podías haber elegido mejor poema para un final de verano.
Fran
que mujer, que letras tremendas.
Me alegro que hayas continuado tu viaje a Ithaca y que nos dejes acompañarte en ese viaje.-
Un bello poema nos has dejado.
Un besito
Me conmueve esta canción. Imagino la soledad de la poeta adentrándose en el mar.
¿Dudó? ¿sintió miedo? ¿para quién fue su último pensamiento?
Bellos versos y preciosísima canción en esta voz tan grande.
Me alegro de tu vuelta. Un abrazo.
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