Te voy a contar
Sara Gordan
Traducción de René Vázquez Díaz
Editorial Devenir
Te voy a contar, está publicado en la colección de poesía de esta editorial, a mí personalmente no me lo parece. Hay una intensidad, una queja. una humillación, es más una prosa en la que descubrimos brevemente algún perfil poético, pero faltan metáforas y otros registros de la poesía.
Sara Gorman, describe un mundo erótico que raya con lo pornográfico en algunas descripciones, son imágenes duras, obscenas, dramáticas, llenas de soledad y donde no hay lugar para la esperanza. El hilo conductor podría ser la dramática situación sentimental de una pareja marcada por los recuerdos de la niñez. Se mueve entre los maltratos sexuales, las ceremonias sadomasoquistas, el claroscuro que se advierte entre la memoria y el presente. Hay un desarraigo sentimental, una frialdad absoluta, una carencia de cariño, un choque brutal entre el dolor y el goce. El amor y el desamor fundidos en una carnalidad feroz.
Un poema:
Estás acostado en el colchón y te me acerco. Quítate
la ropa, te digo, y te la quitas. Ábrete, digo. Tú te acuestas
como una equis, con las manos y los pies en las esquinas
del colchón, quédate así, te digo, cierra los ojos. Tu sexo
cuelga a medio llenar sobre tu escroto.
Voy al baño y abro y cierro la puerta, pero no entro. Al
otro lado del ámbito estás tú, extendido como una vela
de barco sobre la cama. Yo espero pero tú no te
mueves. Vuelvo a ti y me encaramo sobre tus piernas,
tambaleándome, mientras me desnudo de la cintura para
arriba. Te azoto las piernas con mi sujetador, cuento
unos ocho azotes antes de caerme. Me arrodillo y anudo
el sujetador a tu sexo. Me froto de arriba a abajo contra
el nudo, hasta que me corro. Me quito los pantalones, me
meto tu glande, desanudo el sujetador y te lo amarro al
cuello. Tus ojos se mueven bajo párpados, respiras con
dificultad y por alguna razón yo empiezo a llorar.
1 comentario :
No me parece un libro poético, desde luego.
El "poema" que has puesto me parece tan burdo que ni siquiera es excitante ni provocador, es aburrido como el sexo que parecen practicar en esta escena.
Para escribir sobre erotismo y/o perversiones hay que tener talento y sensibilidad. No creo que sea el caso.
Un libro prescindible, desde luego. Con esta muestra me basta.
Un abrazo,
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