septiembre 28, 2013



Criminal

Digamos que quisiera aplastar,
sin piedad,
tus penas como gotas de una lluvia de otoño en la ventana.

Y algunas tardes, rajaría tu ausencia a navajazos,
para llenarle el vientre de promesas
que acorten tu regreso.

Incluso no descarto atentar
contra todos los huecos
de tu cuerpo, y sin aviso previo.

He preparado una bomba casera de cariño
para dinamitar tus dudas,
si es preciso

Y acribillo de besos tus recuerdos,
para que siempre tengas
perdigones de mi que llevarte a la boca.

Lo admito: soy un criminal,
Y estoy dispuesto, por tenerte,
a perpetrar casi cualquier delito.

Estoy hablando en serio.

Mas no temas, amor:
puedo matar por ti
puedo morir por ti,
pero nunca podría
asesinar tu misterio

CARLOS SALEM SOLA

septiembre 25, 2013

Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?

CLAUDIO RODRÍGUEZ  
De su libro El don de la ebriedad
Imagen: Ramón Prendes

septiembre 22, 2013

Todos los libros llenos de palabras


Y todos los libros llenos de palabras

y todos los calendarios llenos de días

y todos los ojos llenos de lágrimas

y llena de nubes la cabeza de todos los mares

y llenos de coronas y puntapiés todos los relojes de arena

y de jirafas molidas todos los pechos condecorados

y todas las manos llenas de verano y caracoles marinos

y todos los dormitorios llenos de manojos de explicaciones

y de pantalones disecados las sillas de todos los prostíbulos

y todos los huecos llenos de público

y todas las camas llenas de electrocutados

y todos los animales llenos de espíritu y pánico

y de feroces gritos los árboles en todos los aserraderos

y todos los tribunales llenos de testimonios

y todos los sueños llenos de sacacorchos

y llenas de chicas todas las estrellas

y todos los libros llenos de palabras

y todos los calendarios llenos de días

y todos los ojos llenos de lágrimas

y todas las peceras y todos los pupitres y todas las cenas íntimas

y todos los razonamientos llenos de indudables edificios

y toda la primavera llena de moscas y crisantemos

y llenas todas las iglesias y todos los calcetines y todas las peluquerías

y todas las mujeres llenas de gloria

y llenos también de gloria todos los hombres

y todas las perreras llenas de ángeles

y todas las llaves llenas de puertas

y todos los bazares llenos de ratones

y llenos de barrenderos todos los cuadros

y llenas de estiércol todas las escobas de la patria

y todas las cabezas llenas de radiografías e intríngulis

y llenas de luz todas las subestaciones eléctricas

y llenos de amor todos los manicomios

y todos los cementerios llenos de salvavidas

Juan Carlos Mestre

Poema extraído del libro La bicicleta del panadero
Editorial Calambur, Mayo 2012.

septiembre 19, 2013

HE LEÍDO


"Entre Les Martres y Saint-Amand-le-Petit está la población de Castelnau, a orillas del Beune grande. A Castelnau me destinaron en 1961: supongo que también dan destino a los demonios en los Círculos de las profundidades; y, de voltereta en voltereta, van avanzando hacia el agujero del embudo de la misma forma que vamos deslizándonos nosotros hacia la jubilación. Yo aún no había caído del todo, era mi primera plaza, tenía veinte años. No hay estación en Castelnau; es un lugar perdido; unos autobuses de línea que salen por la mañana de Brive o de Périgueux lo sueltan a uno allí muy tarde, al final de trayecto."

PIERRE MICHON, El origen del mundo

septiembre 16, 2013



Nuestras extrañas exigencias

Para que tú me ames, para que yo conserve
tu amor más alto y puro, sólo debo
-me dices-
cumplir un mandamiento:
no mentirte jamás, no mentirte siquiera
cuando más necesites que lo haga,
porque tú -me aseguras-
lograrás perdonar cualquier ofensa,
cualquier traición si la confieso.
Y así, con un engaño, mintiéndote y mintiéndome,
demandas mi franqueza más suicida.

Por tu parte,
para que yo te ame, para que tu conserves
mi amor más alto y puro,
sólo debes cumplir un mandamiento:
no dejar de mentirme, porque no lograría
amarte en tu verdad.
Lo que yo amo es tu forma de engañarme.
Por lo que a mí respecta, complaceré tu gusto:
te mentiré jurando que no miento,
y si logro tenerte para siempre engañada,
habrás de agradecerme un amor tan sincero
que no sienta el impulso de decir su verdad,
porque es la verdad la traición más cobarde
y nadie necesita su confidencia cruel
por más que la suplique.

Vicente Gallego

septiembre 11, 2013

HE LEÍDO




DIEZ BICICLETAS PARA TREINTA SONÁMBULOS
Editorial Demipage 2013

La editorial Demipage nos presenta un libro con prólogo de Eloy Tizón, con treinta relatos, de treinta autores, en el que el factor común de todos ellos es la bicicleta, ella se muestra en diferentes circunstancias, sentimientos, locuras, sexo, destino, valentía, miedos…Así vamos paseando en la bicicleta de poetas y narradores como Sara Mesa, Juan Martínez de las Rivas, Marta Caballero, Juan Gracia Armendáriz, Juan Carlos Mestre, Luis Eduardo Aute, Isabel Mellado, Francisco Javier Irazoki, Fernando Aramburu, Antonio Muñoz Molina, José Ovejero, entre otras. Bicicletas que nos llegan de diferentes partes del mundo, con barro, con lluvia, con música, con versos…

Algunos fragmentos:

Desde el principio a papá le conocieron como el librero ciclista, porque aún era famoso cuando abrimos el negocio y porque casi siempre se acercaba a la tienda en su bici del cuadro despintado. (Juan Martínez de las Rivas)

Una masa informe sobre la polvareda que se va definiendo a medida que ella pedalea y se acerca. En cuanto los alcance girará a la derecha por un nuevo camino, pero no, no va a dar la vuelta, (Sara Mesa)

Andar en bicicleta es silbar con las piernas. Vueltas y más vueltas, y otra, y todavía una más. Compases que son párpados, que son días. (Isabel Mellado)

Una mujer de culo perfecto zigzaguea, calle arriba, bajo el calor tuareg de Madrid. Ambos tenemos la misma intuición; lo hace sin motivo, solo porque es lo que quiere hacer, semidesnuda, sobre una calle braseada. No  quiere hacer otra cosa salvo pedalear. (Juan Gracia Armendáriz)

Los miembros de la orquesta recorren las rutas escarpadas y los desfiladeros de mi memoria. Los he visto de noche, extenuados, mientras suben a pie o en bicicleta una colina de mis pensamientos. (Francisco Javier Irazoki)

Amo a las chicas que saben a esponjoso algodón de dulce y deshago con una ojeada los nudos de azar que tanto desconcierto causan entre mis semejantes. (Juan Carlos Mestre)
  

septiembre 08, 2013

La sentencia

Y cayó la palabra de piedra
sobre mi pecho, aún con vida.

No es nada, siempre supe que así sería,
sabré enfrentarlo de la mejor manera.

Son muchas las cosas que aún debo hacer:
acabar de matar la memoria,
procurar que mi alma se vuelva de piedra,
y aprender de nuevo a vivir.

Y si no... El cálido susurro del verano
semeja una fiesta en mi ventana abierta.

Hace tiempo ya lo había presentido:
este día radiante y esta casa vacía.

Anna Ajmátova

septiembre 05, 2013




Cuanta muerte por todas partes, grita el insomne desde la ventana que refleja el lago ondulante como una bola de acero grande y frío. Se retuerce contra los cristales llenos de peces. Le arañan las espinas, les hace el boca a boca en las branquias a los que agonizan. El hombre insomne se esconde del amanecer con los párpados quemados y sigue gritando: ya conozco a demasiados muertos.

MARÍA JESÚS SILVA 

septiembre 01, 2013

HE LEIDO







 HOMBRES FRÁGILES, MUJERES  DE CRISTAL  
ANDRÉS PORTILLO

Editorial comanegra, 2013

Andrés Portillo, nos presenta un libro de relatos dividido en cuatro partes, en la mayoría de estos relatos aparecen dos tipos de narrador: el omnisciente y el cámara. Así vamos conociendo los detalles más íntimos, perversos, desesperados, tiernos; los sentimientos que se esconden detrás de estos seres tocados por un ala blanca y otra negra. En toda la narración los personajes son seres solitarios, llenos de dolor y de dudas. Algunos les mueven el amor, la pasión, a otros el desamor, la angustia, la desesperación, la hartura. Personajes que parecen salir de las frías noches de invierno y que deambulan por las calles sin encontrar la suya, asustados, magullados, que necesitan el calor de un bar, de un cuerpo, de una botella, de un recuerdo, de un abrazo a medianoche. Y en todos ellos huellas profundas que marcan cada paso que dan, cada esquina que tuercen.
Hay una frase dentro del libro que para mí resume todo: todo lo que son los personajes y sus mundos, su pasado y su dudoso futuro. “Crujo como una hoja seca. Cuando huimos de la soledad, lo peor es la resaca.”

Párrafos de algunos relatos:

“El agua forma ríos sobre el parabrisas de tu coche. Ríos que mueren al poco de nacer. Que nacen y mueren delante de tus narices de manera obsesiva.”

*
“Al anochecer, desde mi cobijo de cartón, tumbado en mi catre de piedra y papel de estraza, puedo ver el Puente de Brooklyn iluminado. Basura. Sólo los tipos que no pasan hambre, ni sed, ni frío se fijan en los puentes relumbrantes; a los que dormimos en la puta calle, más bien nos molestan.”

*
“Antes de que la campana señale el reinicio del calvario, ‘Anaconda’ lee en los labios de la joven una frase que le va a alegrar el resto de sus días: ’No seas pendejo, mi cuate, y vente conmigo’.”
 
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“A sus cincuenta y pocos, ella es una mujer del montón. Previamente fue una niña normalita y una joven estándar.”

*
“No pude evitarlo, volví a arrimar el ojo y vi cómo la rubia golpeaba al chucho con una cadena gruesa mientras éste, sumiso, gemía y buscaba los tobillos del ama para lamerlos con su lengua golosa.”

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“El cerebro se me escapa por la garganta. Ella aparta las sábanas y me da un beso. Me da un beso de buenas noches. Me dice muy despacito que no me preocupe. Me dice al oído que todo irá bien. Me da un beso de buenas noches y me dice que todo está bien.”