abril 30, 2009

LEVIATÁN ASTROSO

Para Clara, que ya sabe soñar y está aprendiendo a volar.

Clara, la otra parte que me habita, le mordería un ojo al Leviatán Astroso para infundir la luz a los poetas rebeldes, condenados a vagar en las tinieblas de los versos que en el desierto beben caminos de seda.
Bucearía a las profundidades marinas, con la serenidad que otorga la recompensa que celebrarán los reos, una vez despojados de las cadenas de la oscuridad. Llegaría hasta la cueva del monstruo ligera, conteniendo el aire de cincuenta horas de inmersión, abanderada por los diez mil versos que cuelgan vistiendo su cuerpo húmedo y que son el impulso sobre el que pivota su deseo.
Y allí, protegida por las palabras convertidas en piedras, en espadas, en bombas atómicas, trepará por la garganta de látigo viscosa, ascenderá por las mandíbulas abiertas con hileras de cien dientes y, agazapada entre las enormes orejas, hincará su boca de la verdad y morderá el ojo cruel, rencoroso, egoísta. Extraerá la luz encarcelada en la esclerótica negra y sucia, sorberá la retina acuosa, brillante, robada a los hijos no queridos. Arrancará el sol de los días clausurado en las pupilas amarillas, destruyendo, para siempre, las cadenas de la sombra.

Texto: María Jesús Silva

Foto: http://www.wikilearning.com/

abril 29, 2009

OZKAR GALÁN PÉREZ

Ozkar Galán Pérez, dramaturgo. Autor de “Artaud, rien de rien”

«A mi edad no me consideran ni joven dramaturgo»

Ozkar Galán nació en Gernika (Bizkaia) en 1978 y reside desde hace tres años en San Martín de la Vega. Desde muy joven se involucró en el mundo teatral, creando una compañía de teatro amateur y estrenando, con 17 años, su primera obra en euskera. Inició estudios de filología hispánica pero los dejó e intentó una carrera como actor que no dio los frutos esperados. Probó como dramaturgo, accediendo a la Real Escuela Superior de Arte Dramático, pero lo dejó. En 2006 ganó el I Certamen de Textos Teatrales de Pinto con “Artaud, rien de rien”, obra que ha sido representada por la compañía de Teatro Estable de Pinto ganando decenas de premios en certámenes de teatro aficionado, entre ellos la última edición del Certamen de Teatro “Villa de Ciempozuelos” el pasado mayo. Acaba de estrenar “Benson´s last night”, un concierto didáctico por encargo de la Escuela de Música Creativa de Madrid.

Breve texto teatral:

(La niña vuelve a asustarse y a desconfiar.)

ELVIRA: No te lo puedo decir.

EDITH: Dime tu nombre.

ELVIRA: No puedo.

EDITH: Vamos, si tú me dices tu nombre, yo te diré el mío.

ELVIRA: No puedo.

EDITH: Vamos...

ELVIRA: Él volverá y me hará daño...

EDITH: Él no va a volver. Somos amigas. Yo cuidaré de ti. Me llamo Edith. ¿Cómo te llamas tú?

(Muerde el bombón. Duda)

ELVIRA: Me llamo Fátima, pero Billy me ha vuelto a bautizar. Dice que ahora soy otra niña con una suerte distinta. Billy dice que ahora soy Elvira.

EDITH: Muy bien Elvira.

(La niña baja la cabeza.)

ELVIRA: ¿Por qué no puedo llamarme Fátima?

EDITH: Elvira es un nombre precioso.

ELVIRA: ¿En serio?

EDITH: Sí, claro. Es nombre de mujer feliz. Yo ya he conocido a muchas Elviras, y todas eran mujeres felices.

ELVIRA: ¿Por qué?

EDITH: No lo sé, Yo siempre me llamé Edith. Pero si cuando te conozca bien veo que tú también eres feliz, pediré a Billy que me bautice de nuevo para llamarme Elvira.

ELVIRA: Edith me gusta.

EDITH: Gracias.

ELVIRA: Pero yo ya estaba bautizada. ¿Cree usted que Dios se enfadará conmigo por eso?

EDITH: No, cariño, Dios no se enfadará contigo. Dios no se enfada con nadie.

ELVIRA: Entonces... ¿por qué me ha castigado?

EDITH: Dios no te ha castigado.

ELVIRA: ¿Por qué no puedo irme a mi casa?

EDITH: ¿A tu casa? ¿Qué haces aquí, Elvira? ¿Dónde están tus papás?

ELVIRA: En Berlín. Billy dice que tardaré todavía en volver a verles. Cuando se acabe la guerra. ¿Durará mucho la guerra?

EDITH: Eso nadie lo sabe.

ELVIRA: Billy dice que la guerra es como un juego de mayores en el que no gana nadie.

EDITH: Billy tiene razón.

ELVIRA: Pero usted es mayor. ¿No sabe cuándo van a dejarlo?

EDITH: Aún no soy lo bastante mayor para saberlo, Elvira.

ELVIRA: Eso mismo dijo Billy.

EDITH: Billy tiene razón

Ozkar Galán Pérez
De su obra teatral Artaud, rien de rien
(Parte de LA ESCENA CUARTA; LA EDAD DE LA INOCENCIA.)

Foto:www.zigzagdigital.com

abril 28, 2009

FÉLIX FRANCISCO CASANOVA

Félix Francisco Casanova (Santa Cruz de la Palma, 28-9-1956; Santa Cruz de Tenerife, 14-1-1976) fue una especie de Arthur Rimbaud o Lautréamont español. Aunque murió a los 19 años (oficialmente, su muerte se debió a un escape de gas mientras se bañaba en su casa), nos dejó una obra de sorprendente madurez. Hijo del poeta Félix Casanova de Ayala, con quien escribió el libro Cuello de botella, a los diecisiete años obtuvo, por su libro El invernadero, el premio “Julio Tovar”, considerado entonces el principal de los galardones de poesía en Canarias. Un año después, ganó el premio “Pérez Armas” con la novela El don de Vorace. Un mes antes de morir, su poemario Una maleta llena de hojas sería premiado por el periódico “La Tarde”. Es autor de un diario que se titula Yo hubiera o hubiese amado. La editorial Hiperión publicó, en 1990, la poesía completa de Félix Francisco Casanova: La memoria olvidada (Poesía 1973-1976).

Este es el último poema que escribió:

ERES UN BUEN MOMENTO PARA MORIRME

a María José

Amaneciendo y anocheciendo
a un mismo tiempo,
cariño, ¿no es ésta la forma
en que te gustaría vivir?
En mi cabeza hay un álbum
de fotos amarillentas
y lo voy completando con mis ojos,
con los más leves ruidos,
atrapando olores en el aire
y en cada sueño que sueño.
¿Sabes una cosa, pequeña?
La última página de mi álbum
tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,
un disco de rock’n’roll
y calcetines de colores.
Mis ojos han sido rápidos,
te he hecho el amor con la ropa puesta
a través de una
larga pajita dorada
mientras cruzabas la calle
con el cabello ardiendo.
Pero ahora son tus pies
quienes dan mis pasos,
¡así que no te equivoques
pues me caería!
Te bebo en cada vaso de agua
que sacia mi sed,
mis palabras son claras como niños pequeños
o espesas como semen empapando cortinas,
pero hoy tengo que inventar
un nuevo idioma
para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos
y los gritos de euforia
de la gente que vive en tu cabeza.
Debes saber que a veces
soy como un entierro interminable,
siempre triste y azul
subiendo y bajando
por la misma calle.
Pero otras veces soy un río de risa
corriéndome por toda la ribera,
haciendo el amor a la mar,
una felicidad contagiosa,
un revólver de amor, nena,
y voy a disparar justo a tu corazón
¡bang, bang!
¿te di?
Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,
montaña de aguardiente
y tarde rojiza.
Eres un buen momento para morirme.

FÉLIX FRANCISCO CASANOVA
Poema incluido en el libro La memoria olvidada (Hiperión; Madrid, 1990).

Foto: http://www.premiosycertameneslapalma.org/

abril 27, 2009

MAXENCE FERMINE

Maxence Fermine nació en Albertville en 1968. Pasó su infancia en Grenobley residió trece años en París. Se inscribió en la Facultad de Letras, donde permaneció casi un año antes de partir a África con una maleta repleta de libros. Vivió durante un tiempo en Túnez y actualmente reside en la Alta Saboya. Su primera novela, Nieve, le supuso desde el principio su consagración. En su estilo se percibe la búsqueda de la pureza, la utilización inteligentísima de los recursos, la reducción y limpieza del lenguaje. Esto, aunado con una fortísima sensibilidad para la belleza, hace que sus hermosos cuentos se conviertan en pequeñas joyas. Ha publicado en español: El Apicultor, El violín negro y Opio.


Dos fragmentos:

23

La segunda mañana, el maestro pidió a Yuko que cerrara los ojos y dijo:

-La luz es interior, está dentro de nosotros. Únicamente el color está fuera. Cierra los ojos y dime qué ves.

-Maestro -dijo Yuko-, veo la luz blanca de la nieve.

Al decir esto a Yuko le entraron ganas de reír. Era una hermosa mañana de primavera. El sol calentaba como un yunque.

-Es cierto -dijo Soseki-, este invierno ha habido nieve aquí. Empiezas a ver.

52

Hay dos clases de personas.
Los que viven, juegan y mueren.
Y los que se mantienen en equilibrio en la arista de la vida.

Los actores.
Y los funámbulos.

Maxence Fermine de su libro Nieve editorial Anagrama

Foto: www.nuitblanche.com



abril 26, 2009

CUENTO SUFÍ

LLANTO

Un discípulo visitó un día a su maestro. Lo encontró llorando y se puso a llorar también más fuertemente aún.
Cuando dos amigos bromean, el que tiene buenos oídos ríe una sola vez, pero el sordo ríe dos veces, pues su primera risa no es sino una imitación. Ríe con todo el mundo sin entender. Después, cuando se le explica la causa de la hilaridad general, ríe por segunda vez.
Un imitador es como un sordo. Vive en el placer y la alegría sin saber lo que son el placer y la alegría. La luz del maestro se refleja en el corazón. La alegría del discípulo emana de la de su maestro. Los que creen que este estado le es propio son como un cesto de agua. Cuando se les saca del agua se dan cuenta que el agua pertenece al río.

YALÀL AL- DÍN RUMÍ


Imagen: http://www.chukuruquai.com/

abril 25, 2009

FERNANDO PESSOA

Fernando Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1888 – 30 de noviembre de 1935) es el más prestigioso de los escritores portugueses del siglo XX. Vivió una parte de su infancia y juventud en África del Sur. Astrólogo, médium, traductor, redactó una obra muy variada que atribuyó a diversos heterónimos (Ricardo Reis, Alberto Caeiro, Bernardo Soares, Álvaro de Campos).

Seis fragmentos de su Libro del desasosiego:

21
Al final de este día queda lo que quedó de ayer y quedará de mañana: el ansia insaciable e innúmera de ser siempre el mismo y otro.

57
Me sentí inquieto ya. De repente, el silencio había dejado de respirar.
Súbitamente, de acero, un día infinito se astilló. Me agaché, animal, contra la mesa, con las manos garras inútiles encima del tablero liso. Una luz sin alma entró en los rincones y en las almas, y un sonido de montaña próxima se precipitó de lo alto, rasgando con un grito el velo duro del abismo. Se paró mi corazón. Me latió la garganta. Mi conciencia sólo vio un borrón de tinta en un papel.

113
La vulgaridad es un hogar. Lo cotidiano es maternal. Después de una incursión prolija en la gran poesía, hacia los montes de aspiración sublime, hacia los peñascos de lo trascendente y de lo oculto, sabe mejor que bien, sabe a cuanto es cálido en la vida, regresar al albergue donde ríen los necios felices, beber con ellos, necio también, como Dios nos ha hecho, contento del universo que nos ha sido dado y dejando lo demás a los que escalan montañas para no hacer nada allí en lo alto.
Nada me conmueve que se diga, de un hombre al que tengo por loco o necio, que supera a un hombre vulgar en muchos casos y éxitos de la vida. Los epilépticos son, durante el ataque, fortísimos; los paranoicos raciocinan como pocos hombres normales consiguen discurrir; los delirantes con manía religiosa reúnen multitudes de creyentes como pocos (si alguno hay) demagogos las reúnen, y con una fuerza íntima que éstos no logran transmitir a sus secuaces. Y todo esto no prueba sino que la locura es locura. Prefiero la derrota con el conocimiento de la belleza de las flores a la victoria en medio de los desiertos, llena de la ceguera del alma a solas con su nulidad apartada.
Qué de veces el propio sueño fútil me deja un horror a la vida interior, una náusea física de los misticismos y las contemplaciones. Con qué prisa me alejo corriendo de casa, donde así he soñado, hacia la oficina; y veo la cara de Moreira como si por fin arribase a puerto. Considerándolo bien todo, prefiero a Moreira al mundo astral; prefiero la realidad a la verdad; prefiero la vida, vamos, al Dios que la ha creado. Así me las ha dado, así la viviré. Sueño porque sueño, pero no sufro el mal propio de dar a los sueños otro valor que el de ser mi teatro íntimo, como no doy al vino, del que todavía no me abstengo, el nombre de alimento o de necesidad de la vida.

116
Me levanto de la silla con un esfuerzo monstruoso, pero tengo la impresión de que me la llevo conmigo, y que es más pesada, porque es la silla de la subjetividad.

184
Un quietismo estético de la vida, mediante el cual consigamos que los insultos y las humillaciones, que la vida es y los vivientes nos infligen, no lleguen a más que una periferia despreciable de la sensibilidad, al remoto exterior del alma consciente.

341
Por escalones de sueños y cansancios míos baja de tu irrealidad, baja y ven a sustituir al mundo.

FERNANDO PESSOA

Traducción: Ángel Crespo.
Fragmentos extraídos de su obra Libro del desasosiego (Seix Barral; Barcelona, 1984).


Foto: http://www.eu2007.pt/

abril 24, 2009

JOHANN WOLFGANG VON GOETHE










Johann Wolfgang von Goethe (Franckfurt, 28 de agosto de 1749 – Weimar, 22 de marzo de 1832) abarcó casi todos los conocimientos científicos y géneros literarios. Imposible resumir una cumbre en pocas líneas.






Dos de sus Elegías romanas:

VIII

Cuando me dices, querida, que no gustabas de niña
a la gente y que incluso tu madre te rechazaba
hasta que fuiste creciendo y te desarrollaste, lo creo;
imaginarte como una niña algo extraña, me gusta.
Al florecer de las cepas, forma y color no les sobran tampoco;
cuando maduran las uvas, a hombres y dioses deleitan.


IX

Luce la llama otoñal en el rústico hogar amigable,
crepita y brilla, y veloz silba al trepar por los leños.
Esta noche me alegra aún más, pues antes de que en carbón
se transforme el manojo y se hunda entre la ceniza,
vendrá mi dulce muchacha. Entonces llamearán ramas y astillas,
y, caldeada, la noche nos va a resultar un radiante festejo.
Por la mañana, hacendosa, saltará pronto del lecho de amor,
y hará que broten de nuevo ágiles llamas de la ceniza.
Pues Amor más que a otras tal don le otorgó a esta seductora:
despertar alegrías recién calmadas y hundidas como en ceniza.

JOHANN WOLFGANG VON GOETHE

Traducción: Jesús Munárriz
Textos incluidos en el libro Elegías romanas (Hiperión; Madrid, 2008).

Foto: upload.wikimedia.org

abril 23, 2009

OTRO FINAL

Tu autopsia desveló
un tumor generalizado,
una gangrena avanzada
en los tejidos blandos,
una calcificación del corazón
con necrosis celular
y amputación de los deseos.

Ya no estás.

Ahora invento teoremas
para descifrar formulas
que ideaste para mí:
Geometría del desafecto.

Infectadas las heridas,
desordenado el amor,
recurro a suturas de emergencia
a cuidados paliativos.

No hay salvación
-dicen-.

No hay donantes de sueños.

Poema y foto: María Jesús Silva

abril 22, 2009

JESÚS URCELOY

Jesús Urceloy (Madrid, 1964). Escritor y poeta.
Profesor de Poesía del Taller de Escritura de Madrid y del Centro de Poesía José Hierro de Getafe. Fundador y Coordinador de la sección de Poesía de la revista en internet Ariadna-rc.com. Miembro del Jurado del Premio Nacional de Poesía 2003.


Libros publicados: Poesía: Poemas Eróticos (Ayto. Galaroza, Huelva, 1996), Libro de los Salmos (Devenir, Madrid, 1997), La profesión de Judas (Sial, Madrid, 2000).

Antologías: 100 sonetos (La luna de Mérida, Mérida, 1998) Feroces (DVD, Barcelona, 1999) La voz y la escritura (Ateneo de Madrid, Madrid, 2001) Quinta del 63 (CELYA, Salamanca, 2002) Entonces, ahora (Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, Madrid, 2003).

Ediciones y estudios: La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne (Anaya, Madrid, 2002) El círculo carmesí, de Edgar Wallace (Anaya, Madrid, 2002) Las minas del Rey Salomón, de Henry R. Haggard (Anaya, Madrid, 2002) Todo Sherlock Holmes (Cátedra, Madrid. 2003). Los poetas del agua (CYII – Visor. En prensa).Traducido al portugués en Poesía Espanhola anos 90 (Relogio d’agua, Lisboa, 2000).

Dos poemas:


LA NOCHE DEL VIGÍA I

Para Juan Carlos Mestre

La noche del vigía es alta y hablan de ella

pueblos que nunca han visto el mar.


Pueblos que se alimentan del orgullo del frío.

Pueblos viajeros de un solo país,

que alientan un deseo riguroso en las bocas

y que aman al vigía, pues sostienen

que mira su silencio desde el otro

murmullo del aljibe.


A ras del suelo el bosque se traga al caminante,

multiplica su sombra. Los helechos

lo cubren y en tristeza le devoran

con amor sin tocarlo.


El vigía detiene su paso y escribe:


Soy quien lloró a Dachau con flores turbias

mientras ebrio avivaba los hornos con mi nombre.


Soy el esclavo persa que maltrataba Arquímedes,

el verbo doloroso de los peces carnívoros.


Yo soy el alacrán que aturde al centinela

y devora los ojos de sus hijos dormidos.


Yo soy el hombre verde que habita en los semáforos

y se cubre en la capa roja del descrédito.


Soy el inalterable rostro de la súplica.

Jesús Urceloy


MATEO NECKER ESCAPA AL AMANECER DEL CASTILLO DE BRUNSWICK

Esta noche, mi amor, tuve un sueño difícil:

que era viejo y te amaba y aún dormías conmigo.

Jesús Urceloy

Los dos poemas de su libro DICIEMBRE Noticias desde el yermo Colección Alegría.

III PREMIO INTERNACIONAL MARGARITA HIERRO.

Jesús Urceloy administra dos blogs:

http://urceloco.blogspot.com/

http://nadienostocaloshuevos.blogspot.com/

abril 21, 2009


Roberto Herrero del diariovasco.com publica hoy una interesante entrevista al escritor y poeta Francisco Javier Irazoki, en la que desvela pequeñas confidencias de su último libro La nota rota.

En el siguiente enlace podéis leerla completa.
http://www1.diariovasco.com/20090421/cultura/todos-musicos-retratado-militantes-20090421.html

BLAS DE OTERO


Muchos consideran a Blas de Otero (Bilbao, 1916 – Madrid, 1979) el más importante ejemplo de la llamada poesía social española. La primera parte de su obra, que después rechazaría, estuvo influida por San Juan de la Cruz. Existencialista y gran conocedor de la lengua castellana, pasó una temporada en París y, tras una crisis, se afilió al Partido Comunista de España, militancia que mantuvo hasta la muerte. Sus obras principales son: Ángel fieramente humano (1950), Redoble de conciencia (1951), Pido la paz y la palabra (1955), Que trata de España (1964), Historias fingidas y verdaderas (1970). Ya un clásico del siglo XX, todavía existe, aunque parezca raro, una obra suya inédita: Hojas de Madrid con La Galerna (1968-1979).


Un poema:

LO FATAL

Entre enfermedades y catástrofes
entre torres turbias y sangre entre los labios
así te veo así te encuentro
mi pequeña paloma desguarnecida
entre embarcaciones con los párpados entornados
entre nieve y relámpago
con tus brazos de muñeca y tus muslos de maleza
entre diputaciones y farmacias
irradiando besos de la frente
con tu pequeña voz envuelta en un pañuelo
con tu vientre de hostia transparente
entre esquinas y anuncios depresivos
entre obispos
con tus rodillas de amapola pálida
así te encuentro y te reconozco
entre todas las catástrofes y escuelas
asiéndome el borde del alma con tus dedos de humo
acompañando mis desastres incorruptibles
paloma desguarnecida
juventud cabalgando entre las ramas
entre embarcaciones y muelles desolados
última juventud del mundo
telegrama planchado por la aurora
por los siglos de los siglos
así te veo así te encuentro
y pierdo cada noche caída entre alambradas
irradiando aviones en el radar de tu corazón
campana azul del cielo
desolación del atardecer
así cedes el paso a las muchedumbres
única como una estrella entre cristales
entre enfermedades y catástrofes
así te encuentro en mitad de la muerte
vestida de violeta y pájaro entrevisto
con tu distraído pie
descendiendo las gradas de mis versos.

BLAS DE OTERO

Poema de su libro inédito Hojas de Madrid con La Galerna (1968-1979)

abril 20, 2009

Feria del libro de Getafe del 20 al 26 de abril

El día 21 por la mañana y dentro de las actividades de la Feria del libro, Balanza de Cristal, va a colaborar en la exposición "Otra lectura de los Derechos Humanos" recepcionando y explicando la exposición a los grupos de institutos que están programados para ese día. Estamos invitados ha participar desde la Concejalía de Garantía de Derechos Sociales(Getafe).



FERIA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL DEL 20 AL 26 DE ABRIL EN LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN, el tema central de la feria de este año es la CIENCIA: INVENTORES, EVOLUCIÓN DEL HOMBRE Y ASTRONOMÍA.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES

Imagen: ogil.files.wordpress.com

CIRCULO DE BELLAS ARTES

XIII LECTURA CONTINUADA DEL QUIJOTE días 22, 23 y 24 de abril 2009 • sala de columnas

INAUGURACIÓN 22.04.09 • 12:00 h. La tradicional Lectura Continuada del Quijote celebra en 2009 su décimo tercera edición. A lo largo de cuarenta y ocho horas se desarrollará esta lectura ininterrumpida, cuya naturaleza abierta proporciona a los ciudadanos un animado foro de participación. La inauguración del acto y la lectura de las primeras líneas de la gran obra cervantina (22.04.08 · 12:00) correrá a cargo del último Premio Cervantes: el novelista Juan Marsé.
-Participarán personalidades relevantes del mundo de la política y la cultura.
-Conexiones telefónicas y video conferencias, entre otras, con El Cairo, Johannesburgo, México D.F., Sao Paulo, Washington D.C., Pekín, Shanghai, Sofía, Bucarest y distintas ciudades de España.
-El Gremio de Libreros de Madrid obsequiará a los lectores con una lámina.

Reserva de hora de lectura en el teléfono 915 233 743.De 10 a 15 horas

-La lectura se retransmitirá a través de Radio Círculo 100.4 FM y de la página www.circulobellasartes.com
-ALUMNOS DE LA RESAD Y DEL GRUPO DE TEATRO DEL CENTRO PENITENCIARIO DE ARANJUEZ INTERPRETARÁN FRAGMENTOS DE DON QUIJOTE
Traducción al lenguaje de signos Servicio de intérpretes de lengua durante la lectura.[Organiza Consejería de Familia y Asuntos Sociales]

AL OTRO LADO DEL ESPEJO

Os esperamos a todos los que queráis compartir la presentación con nosotros. Estáis todos invitados.

abril 19, 2009

LA VIDA ES BELLA - NOA Y MIGUEL BOSÉ

La vida es bella (1997) del director Roberto Benigni. La película se ambienta en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, con el tema doloroso del Holocausto contando una historia particular.
Es una película que, a pesar de la dureza sobre los hechos que narra, encierra un mensaje para hacernos entender que la vida es bella incluso en las situaciones terribles, y nosotros, a su vez, tenemos la capacidad de hacerla bella para los demás.
El protagonista es un soñador, sólo su deseo le guía, tanto en las circunstancias amables: conseguir su propia tienda de libros y enamorar a la joven maestra; como en las más terribles y crueles que le suceden: reclutado en un campo de concentración inventa objetivos y nuevos sueños para hacer bella la vida de ese momento.
El título de la película está extraído de las últimas palabras que León Trotsky, cuando estaba en un bunker y sabía que iba a morir, escribió: La vida es maravillosa.
La película contiene también su moraleja, la de hacernos entender, a todos, que debemos respetarnos en la religión que cada uno profese, en las ideas políticas y morales, en la intelectualidad y en la ignorancia; nada ni nadie es mejor ni peor. Ese es el sentido de que todos seamos diferentes y nos complementemos.
Esa fantasía dulce y esos sueños que nos ‘alan’ nunca deberíamos de permitir que nos abandonaran, ni olvidarles nosotros.

abril 18, 2009

JOSÉ HIERRO

La infancia de José Hierro (Madrid, 1922 – 2002) transcurrió en Santander, donde publicaría la primera obra literaria. Después de la guerra civil española, pasó cinco años en prisión. Obtuvo, entre otras muchas distinciones, el Premio Nacional de Literatura en 1953 y el Nacional de las Letras Españolas en 1990. Fue elegido miembro de la Academia, pero por motivos de salud no pudo leer su discurso de ingreso. Algunos poemarios destacados: Alegría (1947), Quinta del 42 (1952), Cuanto sé de mí (1957), Libro de las alucinaciones (1964), Agenda (1991), Cuaderno de Nueva York (1998).




Un poema:

ESPEJO

Ese desconocido, ese recién llegado
que habla solo –no sabe que lo escucho-
y que pregunta, no sé a quién, ¿por qué volviste?
mientras borra con una blanca nube
los trabajos tatuados en su cara,
los zarpazos del tiempo,
y que otra vez pregunta ¿por qué volviste?
ese, al que veo y al que escucho
desde el lado de acá del espejo,
¿dónde, con quién estará hablando?

JOSÉ HIERRO
Poema incluido en el libro Cuaderno de Nueva York (Hiperión; Madrid, 1998)

Foto: Morgana Vargas

abril 17, 2009

PAPELES DISPERSOS Carlos Castán

Últimamente, quizá porque la gente me las plantea, me he visto obligado a hacerme una serie de preguntas que, hasta la fecha, creo que sabiamente, había venido pasando por alto. Preguntas como "por qué escribo?" o "por qué escribo lo que escribo" o "por qué escribo lo que escribo como lo escribo".
Y más que respuestas, lo que me viene a la mente (en el caso, por ejemplo, de "por qué escribo"...) es una serie de imágenes que creo que de alguna manera tienen que ver con eso, aunque quizá no. Y me viene a la cabeza un Machado para siempre sin Leonor, con los zapatos rotos y llevando casi a cuestas a una anciana agonizante que es su madre, cruzando la frontera por los Pirineos sólo para morir juntos pocos días después bajo un sol de la infancia, y veo a mi madre leyéndonos historias de los mares del Sur, por la noche, fragmentos de libros que durante el día escondía, nunca he sabido dónde, no fuéramos a hacer trampa y leer el final, y también me vienen a la memoria los cementerios de París y los últimos minutos de la vida de Pessoa pidiendo papel y lápiz a una enfermera para escribir "yo no sé lo que pasará mañana". Y un paquete de Gauloises sin filtro en una mesa de mármol del madrileño café de Lyon y una lluvia sin consuelo vista a través de un cristal en el que se reflejan a su vez montones de libros desordenados.
Y veo también a una chica del instituto que se llamaba Yolanda García Bravo, la cual apenas conseguí que me mirara porque siempre, displicentemente, leía un libro que tenía entre las manos y recuerdo haber pensado "algún día yo seré ese libro y no querrás mirar al universo porque estarás conmigo".

Y escribo por todo eso. Y porque no encontré mejor manera de conocerme que alejarme de mí, inventar historias. En aquella época se estilaba bastante lo de llevar un diario en el que se supone que había que ir anotando las pequeñas tristes cosas que a uno le iban sucediendo, que en aquellos años solían ser invariablemente granos, chicas que miran hacia otro lado, torpes deseos y ridículos fracasos. Yo pensé que, puestos a escribir una vida, nada impedía que esa vida no fuera exactamente la mía, podía caer tranquilamente en la vieja tentación de ser otro porque, al fin y al cabo, lo importante de las cosas es cómo se cuentan de la misma manera que una vida contada es siempre infinitamente superior a una vida vivida: más hermosa y, sobre todo, más llevadera. Así podría tener otros problemas con otras mujeres, distinto miedo a monstruos diferentes (Quizá sea éste el motivo de que en el libro abunde la primera persona y los escritos con forma de diario o correspondencia).

Y no sé, supongo que en algún momento elegí convertirme en un ser seriamente enfermo que, bajo el lema "siempre en precario" miraría vivir, rebuscaría bajo la superficie de las cosas, otros planos, otras dimensiones, algo más que la nada bajo el doblez: ir poco a poco descubriendo una historia que dormía desde antiguo enredada en su maraña. Y comencé a escribir una monumental y genial novela de novelas que bajo el título de "De lenguajes y destinos" recogería en su globalidad la vida, el sentido de la historia, cada pliegue de la condición humana. El problema es que siempre escribía la página de en medio, es decir, faltaban 300 folios por delante y otros 300 por detrás. Escribiendo esa página central de la voluminosa obra me sentía libre. No tenía que perder tiempo en la presentación de personajes o la justificación de situaciones (que se supone habrían quedado perfectamente explicados en las páginas precedentes) ni preocuparme por la resolución coherente de lo que narraba (cosa que se iría aclarando a lo largo de las 300 páginas restantes que, por supuesto, nunca completé). Así iba anotando mis cosas, mis obsesiones más cotidianas y las de las decenas de personas que podría haber sido de no haber sido yo. Mis carpetas estaban llenas de hojas así, totalmente inconexas, en cuya cabecera había escrito notas como 113- H / Legajo VI para darme importancia si alguien en casa o en clase las descubría, aunque en realidad esos tristes folios estaban más solos que yo mismo.

Y empecé a escribir sobre eso, sobre la soledad radical desde la que nos enfrentamos a los demás y al mundo y a nosotros mismos, y de la imposibilidad de satisfacer nuestros deseos, Apolo y Luis Cernuda, los sueños convertidos en polvorientas hojas de laurel.

Frente al academicismo de los estudios de Filosofía, los relatos eran un claro espacio de libertad, dolor de línea clara, en contraposición a lo que se me proponía. Y preferí "Las manos sucias" a "El ser y la nada", "La caída" a los "Carnets" y "La prosa del mundo" a la "Fenomenología de la percepción". Como Tete Montoliu, que amaba a Mozart pero no quiso enterrarse vivo bajo la losa de sus partituras.

Y escribir se convertía en un refugio donde -a cambio de parte de mi tiempo y de mi sangre- podía, por un lado, dar al miedo, a la angustia y al desconsuelo la dimensión trivial de la ficción y, por otro, obtenía licencia para mentir o para llegar a la verdad a través de mil sucias mentiras: mentir y ser valiente, mentir y la vida ser menos escasa, mentir y rebelarse contra el sinfín de humillaciones, Machado enfermo cruzando la frontera, orines sobre la tumba de Baudelaire, Yolanda G. Bravo sin levantar sus dulces ojos del libro, la policía en los pasillos de la facultad, o M. Duras bebiendo a manos llenas un gran vaso de leche.

Y continúo escribiendo porque hay historias que quiero leer y no encuentro por la sencilla razón de que nadie las ha escrito todavía, y porque la sensación es como encontrar el libro que mi madre escondía durante el día y transformar -como un poderoso Dios- a mi conveniencia los finales de esas historias que entonces me hacían sufrir, e inventar lenguajes y destinos y revolver las entrañas de algún desconocido que me lee al tiempo que lucha contra su insomnio en mitad de una noche distinta de la mía, que de esta manera se convierte en mi noche, la noche de mi soledad y mis palabras.

Quizá, si me leéis, estáis sufriendo con sangrante injusticia el castigo que, en realidad, yo reservaba sólo para Yolanda García Bravo.
Carlos Castán
Reseña remitida por Óscar Sipán escritor y editor de Tropo
Portada del libro Óscar San Martín

abril 16, 2009

FRANCIS BACON EN EL PRADO

Hace unos días estuve viendo la exposición de Francis Bacon en el Museo del Prado. Se ha organizado en conjunto con el Tate Modern de Londres y el Metropolitan de New York. Al final me alegré de pagar la entrada, que me parecía carísima, y disfruté de los cuadros y fotos expuestos en torno a la obra de Bacon.
La exposición se divide en varios temas: comienza con la influencia que Picasso ejerció sobre Bacon durante los primeros años y termina con la última etapa en la que se manifiesta un clasicismo sereno. Entre medias aparece la serie a los Papas, las bocas, con su interior lleno de hileras de dientes, agresividad. La influencia de Van Gogh y Munch también tiene su sala; aparecen las sombras de los cuerpos, los colores fuertes, los temas de la crucifixión, el estudio de los animales. Hay una parte con los dibujos que ocultó durante años y que eran ideas para futuras composiciones.
El retrato para Bacon es el gran género. Retrata a sus amigos porque opina que el daño que les va a causar llegando hasta el fondo de su persona, sólo lo puede perdonar un amigo. Su pintura siempre es el reflejo de sus grandes obsesiones. Un hecho que le cambia, emocionalmente, es el suicidio en París de su amante, George Dyer, a partir de ese momento pinta una serie de obras en homenaje al amigo muerto, al hombre que él más había querido. Aparecen los fondos negros sin saber a donde conducen. La obra de Bacón tiene esa belleza descarnada que petrifica en sus óleos. Bacon nunca quiso retratar una realidad fiel, sino una realidad mental de las cosas y de los personajes, alargarles en los trazos y en la continuidad de la perspectiva reflejada.

Un relato:

Francis Bacon monologando con el retrato de George Dyer en un espejo

Me gustaría saber qué somos exactamente. Qué alma oscura nos mueve en los túneles de esta vida que, obviamente, conocemos día a día. Qué hay al otro lado del espejo, ese que distorsiona nuestro yo y que, en ocasiones, refleja fielmente lo que somos y no queremos ver, no queremos ser. Esa dualidad que existe entre dos seres aparentemente iguales y sin embargo tan diferentes. Bebo. Bebo para olvidar este personaje que no me gusta, que tiene mi cuerpo pero no se corresponde con la persona en la que me encuentro. Se ha acomodado entre mis delirios y mis rutinas y no me abandona. Además, le soy escandalosamente fiel. El vodka hace cabalgar mi cordura hasta el límite, allí se desencadena el subconsciente más fuerte, peligroso. Ese que tiene enjaulado al verdadero Bacon. Y es entonces, hambriento y cegado, entre tinieblas de grandes focos, donde me arrojo contra el lienzo en blanco y brota la sangre, la saliva, los mocos, las heces, el semen... Se mezclan entre los azules, amarillos, morados, rosas, blancos. Mi hambre desencadenado y voraz llega a ti, y tú, George, me acaricias la espalda y me seduces hasta el umbral del clímax en el que nos devoramos. Sólo dura un minuto, un espacio que se va deshabilitando a medida que el alcohol pierde su efecto. Y chocamos contra la realidad, contra el vacío en el que tú quieres dejar de existir y yo no me atrevo ni a pensar que un día tendrás abandonarlo.

Tu imagen perdida en la niebla me llega desde ese retrato, que te pinté una tarde sentado en tu sillón. Intentábamos descifrar la diferencia que existe entre estar muerto y sentirse muerto. Llegaste a la conclusión: sólo respirar separa un minuto de otro. Cierto, te dije, la angustia desaparece en ese punto que existe entre el corazón y el diafragma, exhalar el último aire conforme la rigidez muscular va apareciendo, se coagula la sangre, se hiela la mirada cautivando el reflejo de la última visión. El placer es imposible de definir y el horror y la muerte ocupan el mismo plano.
Te reconozco George, en cada gesto partido a la mitad, en el tacto de tus dedos resbalando por mi mano hasta chocar contra los pinceles que giran alocados y hacen carreras de un extremo a otro de la creación que no sé dónde acabará. Te miro de frente, subido en esa plataforma donde has colocado tu sillón para no tambalearte, para aparentar seguridad mientras te miras en el espejo negro de tu callejón particular al que has dado prioridad y no abandonas. Te retuerces entre recovecos suicidas y alargas las piernas buscando la superficie firme que mantenga a flote la fragilidad de tu vida. Observo unos ojos inquietos, ligados invisiblemente a la angustia que padeces. Me has dejado sin conexión para seguir descubriéndote. Eras treinta años más joven, nunca me importó. Lo sabías. Esa diferencia en el tiempo no fue la que nos separó, fue tu desorbitado apego a mi alma. Me la quisiste borrar, adueñarte de ella. No te dejé, eso es lo único que te negué. Nadie podrá poseerla. No aceptaste que mi mundo no fuera el tuyo. Te dije lo que temías oír: Entregarse completamente al otro es como una catarsis. Ya todo es del otro. Tu imagen enfrentada en el espejo se parte en dos, refleja el hachazo de la controversia. Desconfianza entre el hacer y el pensar. Luces apagándose, oscuridad doliente. Sacudidas trémulas, disimuladas con tranquilizantes y alcohol, caricias arrancadas al deseo y al dolor. “El hombre había matado lo que amaba y por eso tenía que morir”*. Elegiste París. La ciudad que tanto habías anhelado conocer, la que amabas en postales y en películas.
Allí decidiste abandonarte a la locura de tu sufrimiento. Al minuto eterno que paró tu reloj y se llevó mis horas.
Empieza a llover y siento tu ausencia. Una telaraña brillante que me va atrapando en su tela con millares de hilos tejidos por ti. Gotas relucientes que me dejan colgado de un tiempo que tuvimos, que abandono.
Es cierto lo que dejaste escrito: Todo se agota, todo se consume, todo se muere.
Ahora vacío. Si gritara... quién me oiría.


(*) Frase tomada de la película sobre la biografía de Francis Bacon: El amor es el demonio de John Maybury (1998).

Texto: María Jesús Silva

Foto de Bacon en su estudio: wordpress.com

Foto del cuadro 'Retrato de George Dyer' http://www.educattyssen.org/

abril 15, 2009

LICHTENBERG

Aforismos de LICHTENBERG

Georg Christoph Lichtenberg (Hessen, 1742 – 1799) fue catedrático de Ciencias Naturales en la Universidad de Gotinga. Importante científico, se interesó por el teatro y por la filosofía. Fue discípulo de Immanuel Kant. Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Johann Wolfgang von Goethe y Elías Canetti expresaron su admiración por los aforismos de Lichtenberg.


Algunos aforismos:

- Kant dice en algún lugar: La razón es más polémica que dogmática.

- La tendencia humana a juzgar importantes las pequeñas cosas ha producido muchas cosas grandes.

- Si todos los hombres se petrificaran a las tres de la tarde.

- Aquello que hay que hacer para aprender a escribir como Shakespeare está mucho más allá de la lectura de sus obras.

- Descubrir pequeños fallos ha sido desde siempre el rasgo distintivo de aquellas cabezas que se encuentran poco o nada por encima de la mediocridad. Las sensiblemente superiores callan o sólo dicen algo contra el conjunto, y los grandes espíritus se limitan a crear y no critican.

- La astronomía es tal vez la ciencia en la que menos cosas se han descubierto por casualidad, en la que el entendimiento humano aparece en toda su grandeza y en la que mejor puede el hombre darse cuenta de su pequeñez.

- A veces me paso ocho días sin salir de casa y vivo muy contento. Si tuviera que permanecer el mismo tiempo bajo arresto domiciliario, caería enfermo. Donde hay libertad de pensamiento, uno se mueve con facilidad en su propio círculo; donde se reprimen las ideas, hasta las permitidas se asoman con expresión tímida.

- Entre las líneas más sagradas de Shakespeare me encantaría que, alguna vez, aparecieran en rojo aquellas que debemos a una copa de vino bebida en un momento de felicidad.

- Hay un refrán inglés que dice: Es demasiado necio para ser loco. En él hay una observación muy fina.

- Diógenes caminaba sucio y mal vestido sobre las espléndidas alfombras que recubrían las alcobas de Platón. “Así pisoteo el orgullo de Platón”, dijo una vez. “Sí -replicó Platón-, pero sólo con otro tipo de orgullo”.

- ¿La extraña sensación que tengo cuando me acerco un instrumento puntiagudo a los ojos?

GEORG CHRISTOPH LICHTENBERG
Traducción: Juan del Solar.
Frases incluidas en el libro Aforismos (Edhasa, edición a cargo de Juan del Solar; Barcelona, 1990)

Imagen: www.psych.uni-goettingen.de

abril 14, 2009

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI














La nota rota
224 págs. Primera edición: Abril 2009
Español/España.

IRAZOKI, Francisco Javier
libros Hiperión, 198
ISBN:978-84-7517-944-5
Precio: 15 euros.




Resumen
El autor confiesa haber escrito las páginas de La nota rota para retratar a músicos que admira. Para ello escogió creadores muy diferentes. Ateniéndose a sus propios gustos y aficiones, incluyó a músicos del Renacimiento o del Barroco junto a muchos de los mejores creadores e intérpretes de jazz. Pero tampoco se olvidó del flamenco o de sorpresas como las mujeres y hombres del desierto, o de Ram Narayan o Wasis Diop. Sólo cierra su puerta a los que ahuecan la voz y el chaqué al referirse a la “música culta”.

En el libro predominan los músicos innovadores. De ahí el título del volumen. En él se congregan, con idéntico desamparo ante lo desconocido, los hombres que no se dejan domeñar, los que perdieron su breviario de dogmas y los merodeadores descalzos. Conviven así en sus páginas Billie Holiday y Charlie Parker con Claudio Monteverdi y Thomas Tallis, Janis Joplin y Patti Smith con Karlheinz Stockhausen y Heitor Villa-Lobos, Sabicas y Paco de Lucía con Frank Zappa y Jimi Hendrix, Nico y Leonard Cohen con Béla Bartók y Ludwig van Beethoven. Música de la mejor, sin discriminaciones ni prejuicios excluyentes.


Unidas a las notas rotas, abundan las biografías trágicas. Pero el autor celebra las excepciones. A veces, como nueva transgresión, apunta los detalles de una vida favorable. Saluda, por ejemplo, al renacentista Josquin Desprez, uno de sus autores preferidos. Y todo ello con la precisión del especialista y el depurado estilo del poeta.

El autor: Francisco Javier Irazoki (Lesaka, Navarra, 1954) fue periodista musical. Formó parte de CLOC, grupo de escritores surrealistas.

Cielos segados (Universidad del País Vasco, 1992) recopiló toda su poesía hasta 1990. Ha colaborado con el fotógrafo Antonio Arenal. Hiperión le publicó en 2006 Los hombres intermitentes, volumen de prosas poéticas.
Desde 1993 reside en París.


Os dejo con una semblanza; el resto os invito a descubrirlo, a dejarnos mecer en los acordes que nos esperan.


HEITOR VILLA-LOBOS

Esta es la vida de alguien que necesita huir. (...)
Francisco Javier Irazoki La nota rota


Algunas de las fechas programadas para la presentación del libro durante el mes de Abril:

Martes 21 en San Sebastián.

Miércoles 22 en Pamplona.

Viernes 24 en Estella.

Sábado 25 en Lesaka.


Reseña del libro extraída de la página web de Hiperión.
Foto del poeta: Barbara Loyer

abril 13, 2009

JOSÉ ÁNGEL VALENTE

El poeta y ensayista José Ángel Valente (Orense, 1929 – Ginebra, 2000) figura entre los autores más sobresalientes de la Generación de los 50. La segunda parte de su obra estuvo influida por San Juan de la Cruz y otros místicos. Trabajó en la Universidad de Oxford y durante más de veinte años residió en Ginebra. Padeció un Consejo de Guerra en 1972. Principales poemarios: A modo de esperanza (Rialp; Madrid, 1955), Breve son (El Bardo; Barcelona, 1968), Mandorla (Cátedra; Madrid, 1982), El fulgor (Cátedra; Madrid, 1984), Al dios del lugar (Tusquets; Barcelona, 1989), No amanece el cantor (Tusquets; Barcelona, 1992), Fragmentos de un libro futuro (Círculo de Lectores, Galaxia Gutenberg; 2000). Traductor, entre otros, de Constantino Cavafis, John Donne, John Keats, Eugenio Montale, Paul Celan y Dylan Thomas.


Dos poemas:

XIII

En el líquido fondo de tus ojos
tu cuerpo salta al agua
como un venado transparente.


XXXV

La aparición del pájaro que vuela
y vuela y que se posa
sobre tu pecho y te reduce a grano,
a grumo, a gota cereal, el pájaro
que vuela dentro
de ti, mientras te vas haciendo
de sola transparencia,
de sola luz,
de tu sola materia, cuerpo
bebido por el pájaro.

JOSÉ ÁNGEL VALENTE
Poemas del libro El fulgor (Cátedra; Madrid, 1984)

abril 12, 2009

Moon River - Audrey Hepburn (Breakfast at Tiffany's / Desayuno con diamantes)

Película dirigida por Blake Edwuards (1961), basada en la novela “Desayuno en Tiffany’s” de Truman Capote (1958). La cinta se presenta como una comedia romántica que deja ver un fondo de crítica social.
Holly Golightly (Audrey Hepburn) se muestra como una mujer melancólica, misteriosa e impulsiva, incapaz de organizar su vida de una forma sensata. Es la típica ‘señorita de compañia’, acepta citas por teléfono y cobra por noche, eso le permite pagarse sus pequeños lujos y caprichos, lo único que aparentemente la importa. En el fondo está llena de miedos y fantasmas que la atacan en lo que ella llama: ‘sus días rojos’. Aparece Paul Varjak (George Peppard), su nuevo vecino, un escritor que sólo ha publicado una novela y vive como ‘gigoló’ en espera de la inspiración que le permita seguir escribiendo. Aquí apreciamos que Holly y Paul no son tan diferentes, ambos aceptan dinero para mantener su sueño en la vida sin importarles nada más. Ilusiones rotas, mundos que no están al alcance de ninguno de los dos, seres cansados buscando protección. La gata aparece, desde mi punto de vista, como un desdoblamiento del personaje de Holly, abandonada, sin nombre, perdida en la noche bajo la lluvia y rescatada entre los cubos de basura. El final de la película es una moraleja: la lluvia mezclándose con las lágrimas que disuelve las miradas superficiales de la vida. De repente se adivina, se tiene la visión de que los valores más sencillos, como el afecto o el amor, pueden llenar las vidas y triunfar sobre la apariencias y la crueldad.

abril 11, 2009

OCTAVIO PAZ

Un clásico del siglo XX, el ensayista y poeta Octavio Paz (Ciudad de México, 1914-1998) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1990. Su obra poética comprende los libros La rama (1937), Puerta condenada (1938-1946), Piedra de sol (1957), Libertad bajo palabra (1958), Salamandra (1962), Ladera Este (1969), El mono gramático (1974), Pasado en claro (1975), Vuelta (1976) y Árbol adentro (1987). En su importante producción ensayística destacan El laberinto de la soledad (1950), El arco y la lira (1956), Puertas al campo (1966), Los hijos del limo (1974) y La llama doble (1993).

Un poema:

ÁRBOL ADENTRO

Creció en mi frente un árbol.
Creció hacia dentro.
Sus raíces son venas,
nervios sus ramas,
sus confusos follajes pensamientos.
Tus miradas lo encienden
y sus frutos de sombras
son naranjas de sangre,
son granadas de lumbre.
Amanece
en la noche del cuerpo,
allá adentro, en mi frente,
el árbol habla.
Acércate, ¿lo oyes?

OCTAVIO PAZ
Poema que da título genérico al libro Árbol adentro (Seix Barral; Barcelona, 1987)


abril 10, 2009

ZBIGNIEW HERBERT

El nombre de Zbigniew Herbert (Lwów, ciudad polaca incorporada a Ucrania, 1924 – Varsovia, 1998) fue mencionado frecuentemente entre los candidatos al Premio Nobel de Literatura. Escritor censurado por el régimen comunista de su país.

Un poema en prosa:

ESTEREOSCOPIO

Una gran barrica parda en la que van vertiendo el azul de París, la plata arábiga, el verdor inglés. Añaden además una pulgarada del rosa de la India y lo remueven todo con un gran cucharón. El espeso líquido exuda por las hendiduras, y el gentío, que se apiñó junto a la barrica como moscas, lame voraz gota tras gota. Pero, ay, por poco tiempo. La campana del tranvía, irónico trasatlántico, convoca ya a los soñadores.

Un poema en verso:

PARÁBOLA DE LOS EMIGRANTES RUSOS

Sucedió en el año veinte
o quizá en el veintiuno
hasta nosotros vinieron
emigrantes rusos

muy altos rubios
de ojos soñadores
y con mujeres de ensueño

cuando cruzaban por el mercado
decíamos –aves de paso

iban a los bailes de los terratenientes
a su alrededor se susurraba –qué joyas

mas cuando las luces de la fiesta se apagaban
la gente quedaba desvalida

los grises periódicos permanecían callados
y sólo el juego del solitario se apiadaba de ellos

tras las ventanas enmudecían las guitarras
e incluso pálidos tornábanse los ojos negros

al atardecer a sus estaciones de origen
los transportaba un samovar con silbato

un par de años más tarde se hablaba
sólo del trío
del que enloqueció
del que se colgó
y de aquella a la que acudían los hombres
los demás vivieron apartados
y poco a poco se convirtieron en ceniza

Esta parábola refiere Mikolaj
quien comprende la perentoriedad de la historia
para asustarme quiero decir para persuadirme

ZBIGNIEW HERBERT
Traducción: Xaverio Ballester.
Los dos poemas pertenecen al libro Informe desde la ciudad sitiada (Hiperión; Madrid, 1993)
Foto: latinaeventi.wordpress.com

abril 09, 2009

JULIO CAMBA

Julio Camba (Villanueva de Arosa, Pontevedra, 1882 – Madrid, 1962) huyó de su casa a los 13 años. Llegó en barco a Buenos Aires, donde se interesó por el anarquismo y la literatura. Fue corresponsal del diario ABC en París, Berlín, Londres y Nueva York. Pedro Ignacio López García, editor de las obras de Camba, define a éste como “hombre inteligente, divertido y bueno; un escritor extraordinario; el mejor periodista español -y ya es decir- del siglo XX”. Cronista parlamentario, defendió, tras la guerra civil española, una ideología conservadora. Mantuvo su prosa limpia, elegante e irónica.

Un artículo periodístico enviado desde París en 1910:

EL TORRENTE DEMOCRÁTICO
-EL ANHELO DE UN FRANCÉS-

Terminadas las elecciones, el Gobierno comienza a repartir entre sus partidarios la cinta de la Legión de Honor. No va a quedar en Francia un solo chaquet sin su correspondiente cintajo en la boutonnière. Ya que yo no dispongo por el momento de la pluma de Maupassant -que ha consagrado la mitad de su vida a describir las vilezas, las humillaciones y las infamias de que es capaz un francés por obtener las insignias de la Legión de Honor-, quisiera tener, a lo menos, la pluma del maestro Arimón, mi compatriota, que, en una crítica de teatro, escribió esta frase inmortal: “En la interpretación se distinguieron todos”. La cinta de la Legión de Honor es un signo de distinción con el que se distinguen todos los franceses. El francés es un hombre muy condecorado, con una perilla o una mosquita, los pies muy grandes, una corbata de nudo hecho y los oídos llenos de algodón. La Legión de Honor les servía antes para distinguirse a los unos de los otros. Ahora les sirve a todos ellos para distinguirse de los demás. No tener la Legión de Honor es como no tener botas. Y no sólo la Legión de Honor ha dejado ya de constituir un signo de distinción entre los franceses, sino que, el que se presenta en alguna parte sin ella, pasa por un hombre que quiere llamar la atención. El patrón de mi hotel, M. Lefevre, me dijo el otro día, muy contento, que iban a condecorarle.
-¡Al fin voy a realizar el ideal de toda mi vida! Voy a obtener el fruto de mis desvelos…
-Pero, ¿es verdad -le pregunté yo- que se ha desvelado usted para que le den ese cacho de cinta?
-Me he desvelado durante muchos años. Mis dos ideales han sido la concesión del despacho de tabaco y las insignias de la Legión de Honor. El despacho de tabaco me lo concedieron hace tres años. Ahora van a otorgarme la cinta. ¿Y usted? -añadió-. ¿Por qué no gestiona usted una cinta?
-¿Y qué quiere usted que haga yo con una cinta?
-Pues muy sencillo. Se la pone usted en el ojal de la solapa. Francamente. Está usted excitando la curiosidad de todo el mundo saliendo siempre a la calle sin condecoración. Es como si quisiera usted distinguirse de los demás.
Aquí no salen sin condecoración más que las personas verdaderamente distinguidas. Los que no votan por el Gobierno, los que no tienen una mujer influyente y, en fin, los que no quieren parecerse a los demás. Pero son muy raros. No representan apenas un kilómetro en la infinidad de leguas de la cinta de la Legión de Honor. Los miembros de la Legión de Honor son verdaderamente legión. Parece inconcebible que pueda haber tantas personas de mérito a quienes darles las insignias, tantas virtudes, tantos sacrificios que premiar. Parece imposible que pueda haber tanta cinta. Pues la hay. La cinta de la Legión de Honor es como esas otras cintas que comienzan a sacarse de la boca los prestidigitadores y de la que van saliendo, de un modo inverosímil, metros y metros. Se ve y no se cree. La realidad de tanta cinta asombra, y los inteligentes que asisten al espectáculo le dicen a su mujer o a su amigo:
-Ahí debe de haber alguna martingala.
¡Dichoso este pueblo, bien comido y bien bebido, que no tiene inquietudes de otro género, y en el que constituye una satisfacción cada cachito de cinta de la Legión de Honor!

JULIO CAMBA

Texto publicado en el libro Julio Camba, Páginas escogidas (Espasa, Austral Summa; edición de Pedro Ignacio López García; Pozuelo de Alarcón, Madrid, 2003)

abril 08, 2009

DESCANSO

Nunca termino de acostumbrarme al sonido agudo del monitor que anuncia que la vida acabó. La línea delgada y horizontal revela un corazón plano después de cuarenta minutos de reanimación cardiopulmonar. Entonces comienza la retirada, se aparta el electrodo y el pitido se apaga. Se deshecha el tubo endotraqueal y la vena se coagula; la sangre ya es negra. Dentro del cuerpo todo es silencio: las células han dejado de regenerarse, las neuronas ya no transmiten, los riñones se necrosan, el hígado se hincha, la médula queda atrapada en el túnel protector... y la descomposición empieza a trabajar en una carrera loca y despiadada.
Hace unos minutos hablaba conmigo. Ahora no es nada, sólo un cuerpo cianótico, rígido, semi desnudo, de ojos vidriosos; nadie sabrá nunca lo que retienen sus pupilas.
La familia aparece, aturdida, ausente, no sabe qué hacer, dónde sentarse, hacia donde mirar; sólo espera. Primero el informe médico y algunos detalles de lo sucedido. Después la coordinación del equipo de trasplante, en este caso no es necesario: la causa de la muerte y los antecedentes del paciente invalidan los futuros órganos a donar. Ahora es el turno de la funeraria, ofrece sus mejores servicios: coche para el traslado, salas refrigeradas donde reposar las lágrimas con servicio de cafetería, ramos y coronas con bandas de raso. Todo cambia, para todos, en el curso de dos horas.
Mi turno termina. Me dirijo a los vestuarios con el pitido reventándome los tímpanos y el color morado instalado en mis ojos. Salgo a la calle, la primavera nos regala sus primeros abrazos de calor. Vuelvo a casa con una promesa de descanso. Al salir del parking un coche fúnebre me cede el paso. Arranco mientras conecto la radio.

Texto y fotografía: María Jesús Silva

abril 07, 2009

GASTÓN BAQUERO

Gastón Baquero (Banes, Cuba, 1918 – Madrid, 1997) fue un poeta cubano fallecido en el exilio. Destacan sus obras Saúl sobre su espada (1942), Poemas escritos en España (1960), Memorial de un testigo (1966), Magias e invenciones (1984), Poemas invisibles (1991). Sobre su poemario Memorial de un testigo, dijo Francisco Brines: “Es uno de los mejores libros publicados en España en todo el periodo que va de la guerra a nuestros días”. Y Luis Suñén añadió: “Hay libros que nos salvan un día y nos acompañan siempre”.

Un poema:

LOS LUNES ME LLAMABA NICANOR

Yo los lunes me llamaba Nicanor.
Vindicaba el horrible tedio de los domingos
Y desconcertaba por unas horas a las doncellas
Y a los horóscopos.

El martes es un día hermoso para llamarse Adrián.
Con ello se vence el maleficio de la jornada
Y puede entrarse con buen pie en la roja pradera
Del miércoles,
Cuando es tan grato informar a los amigos
De que por todo ese día nuestro nombre es Cristóbal.

Yo en otro tiempo escamoteaba la guillotina del tiempo
Mudando de nombre cada día para no ser localizado
Por la señora Aquella,
La que transforma todo nombre en un pretérito
Decorado por las lágrimas.

Pero al fin he aprendido que jueves Melitón,
Recaredo viernes, sábado Alejandro,
No impedirán jamás llegar al pálido domingo innominado
Cuando ella bautiza y clava certera su venablo
Tras el disfraz de cualquier nombre.

Yo los lunes me llamaba Nicanor.
Y ahora mismo no recuerdo en qué día estamos
Ni cómo me tocaría hoy llamarme en vano.

GASTÓN BAQUERO

Poema del libro Memorial de un testigo (Madrid, 1966) incluido en el volumen Poesía Completa (Verbum; Madrid, 1998)

Foto: http://www.elpais.com/

abril 06, 2009

JUAN LARREA

Juan Larrea (Bilbao, 1895 – Córdoba, Argentina, 1980) fue poeta, ensayista y autor de guiones de cine. Amigo íntimo de César Vallejo, Vicente Huidobro y Gerardo Diego, con una sola obra poética (Versión celeste) encabezó el ultraísmo y el surrealismo de España. Casi todos sus versos fueron escritos en lengua francesa. Vivió en París, donde creó una revista literaria (Favorables París Poema) con César Vallejo. También colaboró con Luis Buñuel. Después de la guerra civil española, pasó el exilio en varios países americanos. Aunque cronológicamente se le considere miembro de la Generación del 27, Juan Larrea dijo que sus preocupaciones espirituales no tenían nada en común con los intereses de los otros poetas del grupo.

Un poema:

ESPINAS CUANDO NIEVA

En un huerto de Fray Luis

Suéñame suéñame aprisa estrella de tierra
cultivada por mis párpados cógeme por mis asas de sombra
alócame de alas de mármol ardiendo estrella estrella entre mis cenizas

Poder poder al fin hallar bajo mi sonrisa la estatua
de una tarde de sol los gestos a flor de agua
los ojos a flor de invierno

Tú que en la alcoba del viento estás velando
la inocencia de depender de la hermosura volandera
que se traiciona en el ardor con que las hojas se vuelven hacia
[el pecho más débil

Tú que asumes luz y abismo al borde de esta carne
que cae hasta mis pies como una viveza herida

Tú que en selvas de error andas perdida

Supón que en mi silencio vive una oscura rosa sin salida y sin lucha

JUAN LARREA

Poema incluido en el libro Versión celeste (Cátedra; Madrid, 1988)


abril 05, 2009

LA REVISTA

La revista: Al Otro Lado del Espejo, desde hace unas horas ya se puede descargar en digital. Dentro de unos días será la presentación oficial y la tendremos en papel. Os dejo el enlace de este número cero, para leer o descargar.

MENTES PELIGROSAS.Coolio - Gangsta's Paradise (HD)

Esta semana han pasado por televisión la película “Mentes Peligrosas” (1995), dirigida por John Smith y con guión de Ronald Bass. La base argumental se obtiene del libro “Mi pelotón no hace los deberes” de la escritora LouAnne Johnson.
Una profesora de literatura y antigua marine da clase en un instituto a alumnos especiales, son chicos inteligentes y de baja extracción social, poco disciplinados.
La clave de la película es la idea de ‘elección’ que la profesora intenta transmitirles: la vida está llena de opciones y de ellas depende que seamos mejor o peor. Todo se va revelando a través de los versos, del quid que encierran y está por expresar. Se trabaja sobre poemasde Bob Dylan y Dylan Thomas, un juego dual que crea la profesora para conseguir acercarles a la poesía. Su lectura en clase les lleva a descubrir los juicios, la ética, la moral, el criterio: seguir luchando y no rendirse nunca.
Creo que las leyes, las normas y las maneras son necesarias, pero tienen que ver poco y ayudan aún menos a cierto tipo de personas que se mueven en la exclusión y la marginación. ¿No llamar a una puerta en un momento puntual, como se muestra en la película, es realmente tan importante? Esas normas se establecen, algunas veces, tan estrictamente rigurosas que no conducen nada más que al abandono y la exclusión, no integran, más bien creo que alejan.
Esta es mi particular opinión de la película. El tema que os dejo es uno de los centrales y de los que más sonó en su momento.

abril 04, 2009

ALLEN GINSBERG

Allen Ginsberg (Newark, New Jersey, 1926 – Nueva York, 1997) fue el líder de los poetas de la Beat Generation. De origen judío, portavoz de las protestas contra la guerra de Vietnam, heredero literario de Walt Whitman, alcanzó la celebridad con el libro Howl, prohibido en su país al poco de ser publicado y convertido después en himno generacional. En 1954 conoció al también poeta Peter Orlovsky, su amante durante décadas. Compartió escenarios con Bob Dylan o Jefferson Airplane, experimentó con alucinógenos y se interesó por la meditación budista. Obras más significativas: Aullido (1956), Kaddish y otros poemas (1961), Noticias del planeta (1968), Oda Plutoniana (1982).

Un poema:

CANCIÓN

El peso del mundo
es amor.
Bajo el fardo
de soledad,
bajo el fardo
de insatisfacción
el peso,
el peso que llevamos
es amor.
¿Quién puede negarlo?
En sueños
tienta
al cuerpo,
en mente
hace
el milagro,
en la imaginación
angustia
hasta nacer
en lo humano –
del corazón se asoma
ardiendo con pureza-
pues el fardo de la vida
es amor,
pero cargamos el peso
con fatiga,
y es preciso reposar
en los brazos del amor
por fin,
debemos reposar en los brazos
del amor.
No hay sosiego
sin amor,
no se duerme
sin sueños
de amor –
sea frío o demencial
obsesionado con ángeles
o máquinas,
el deseo final
es amor
- no puede ser amargo,
no puede negarse,
no puede impedirse
negándolo:
el peso es muy grande,
- debe darse
para no volver
como el pensamiento
hay que darlo
en soledad
con toda la excelencia
de su exceso.
Los cálidos cuerpos
brillan juntos
en la oscuridad
la mano avanza
hacia el centro
de la carne,
la piel tiembla
de felicidad
y el alma llena de placer
llega hasta el ojo –
sí, sí,
eso es lo que
yo quise,
siempre quise,
siempre quise,
regresar
al cuerpo
donde nací.

ALLEN GINSBERG

Traducción: Marcos Ricardo Barnatán.
Poema incluido en Antología de la “Beat Generation” de Marcos Ricardo Barnatán (Plaza & Janés; Esplugas de Llobregat, Barcelona, 1977)

abril 03, 2009

MARGUERITE YOURCENAR

Su verdadero nombre era Marguerite Cleenewerck de Crayencour. Novelista, poeta, ensayista, traductora. Marguerite Yourcenar (Bruselas, 1903 – Mount Desert Island, EE UU, 1987) tardó diez años en escribir su novela Memorias de Adriano, traducida al español por Julio Cortázar, y obtuvo un gran éxito. Opus Nigrun es otra de sus obras más célebres. Fue la primera mujer en ser elegida académica en Francia.

Una página:

Espero que este libro no sea leído jamás.

*
Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.

*
Cuando estás ausente, tu figura se dilata hasta el punto de llenar el universo. Pasas al estado fluido, que es el de los fantasmas. Cuando estás presente, tu figura se condensa; alcanzas las concentraciones de los metales más pesados, del iridio, del mercurio. Muero de ese peso, cuando me cae en el corazón.

*
El admirable Pablo se equivocó. (Me refiero al gran sofista y no al gran predicador.) Para todo pensamiento, para todo amor que entregado a sí mismo empieza a desfallecer, existe un reconstituyente singularmente enérgico que es TODO EL RESTO DEL MUNDO que a él se opone y que no vale tanto como él.

*
Soledad… Yo no creo como ellos creen, no vivo como ellos viven, no amo como ellos aman… Moriré como ellos mueren.

*
El alcohol desembriaga. Después de beber unos sorbitos de coñac, ya no pienso en ti.

MARGUERITE YOURCENAR

Traducción: Emma Calatayud.
Frases de su libro Fuegos (Alfaguara; Madrid, 1982)

abril 01, 2009

FILOSOFÍA DE LA MINUCIA, DE J. JORGE SÁNCHEZ

FILOSOFÍA DE LA MINUCIAJ.JORGE SÁNCHEZ

Bartleby Editores
Por Esteban Gutiérrez Gómez
Cuando una propuesta poética (y literaria, en general) va más allá del texto que presenta, se convierte en un juego para el lector. El lector puede aceptar o no el juego. Si lo acepta, deberá intentar conocer las reglas del juego y poner la mente en barbecho, porque todo puede ocurrir.
Me encantan estas propuestas poéticas, pero necesito encontrar el tiempo y el lugar adecuado para enfrentarme a ellas, para entrar en el laberinto y pulsar las claves que me lleven a descubrir todos los mensajes que el autor me quiere trasmitir.

Qué puedo decir de un libro que contiene decenas de voces de mujer y está escrito por un hombre; de un libro en el que cada una de sus poesías está titulada con el nombre de una obra filosófica de un determinado pensador, y que el contendido de las misma comulga (o contradice) esa visión filosófica de la vida; de un libro que aunando filosofía y poesía, muestra la verdad de la mujer de hoy; de un libro que va más allá de la propuesta literaria para intentar forjar una revolución moral y educacional que cambie la concepción actual del rol de la mujer “moderna”.

Puedo decir maravillas, puedo decir que he tardado mucho en desentrañar sus misterios, que he acudido una y otra vez a la Wiki para alumbrar mis escasos conocimientos filosóficos, y que, después, conocida la teoría, la satisfacción del descubrimiento ha sido enorme.
Puedo decir que, por paradójico que parezca, a veces es necesario que un hombre escriba desde el punto de vista de una mujer para decir lo que una mujer jamás diría del mundo que la rodea o del hombre con el que convive. Porque esta Filosofía de la Minucia, de J. Jorge Sánchez, es una disección de la mujer de hoy, de esa mujer trabajadora que llega a casa para seguir trabajando, de esa mujer timorata por temores telúricos inculcados desde la infancia, de esa mujer-dios que ordena en su casa el caos del mundo que la rodea, de esa mujer solitaria aún contando con familia, con hijos y marido que nunca se ponen en su lugar; de esa mujer sometida por obligaciones familiares fruto de costumbres ancestrales.

J. Jorge Sánchez nos muestra una realidad que todos conocemos, fundamenta esa realidad en herencias asumidas con comodidad por el, hasta ahora (¿hasta ahora?) sexo dominante (ver poemas “Diálogos: La República”, de Platón, “Confesiones”, de San Agustín; o “Fenomenología del espíritu”, de Hegel), y propone una nueva moral (como en “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”, de Hegel), perder el miedo al cambio (“Investigaciones sobre el entendimiento humano”, de David Hume) y a las costumbres que hacen que incluso las propias mujeres obren contra ellas mismas (“Ética demostrada según el orden geométrico”, de Spinoza), para lograr un nuevo sistema educativo que sea en verdad tolerante e igualitario (“Emilio”, de Rousseau).

Este es el verdadero alcance de esta propuesta poética, pese a los miedos del autor de que todo no sea otra cosa que poesía, simple poesía, que, como la filosofía, no sirvan en verdad para cambiar nada, ni el mundo, ni la realidad diaria de la mujer (“Teoría de la acción comunicativa”, de Habermas, o “La filosofía y el espejo de la naturaleza”, de Richard Rorty) y bascule, a veces, entre la desesperanza de una situación asumida (“El principio Esperanza”, de Bloch) y la ilusión por el cambio, por una vida mejor (“Teoría estética”, de T.W. Adorno).

No es extraño, conozco a J. Jorge Sánchez, y nunca renunciaría a la íntima convicción de que la injusticia que la mujer de hoy soporta en el llamado primer mundo (y no digamos en el resto) se puede (y se debe) cambiar.

Este es, en resumen, un poemario comprometido, de estudio, en el que las voces de las mujeres representan no sólo una situación individual, sino una injusticia estructural y heredada de generación en generación, que hace al lector cómplice (el lector macho que decía Cortázar), al que acepta su juego, al que busca las cargas de profundidad que esconden cada verso, a ese lector le hace rumiar pensamientos sobre lo que acaba de leer.
Pensar y pensar.
RETÓRICAAristóteles

Cuando me vaya
no vencerás mi determinación con palabras atiborradas de sentido,
plenas, vocablos que colmarás con el vigor de la desesperación.
Seré sorda, inmune al efecto del verbo.

Cuando me vaya
ignoraré las lágrimas que acudirán, relampagueantes,
a la llamada de socorro, maestro de la expresión.
No me indicarán nada.

Cuando me vaya
Dejaré que se desplomen las bellas palabras con las que querrás robar mi voluntad,
estratega de la persuasión.
No levantaré lo abatido.

Cuando me vaya no habrá entimema alguno capaz de disuadirme.

Cuando me vaya no serás más que una sombra muda en el museo.
FUNDAMENTACIÓN DE LA METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRESInmanuel Kant

Vas poco al gran Bazar
y cuando lo haces visitas el de Bagdad
retornando sonriente con el justo
alimento de pocos días y un inmenso
fardo de figuras de latón que te han deslumbrado.
No te pido que me traigas sedas,
paños bordados en oro ni telas que me embellezcan
aunque siempre que voy
ni por un instante me olvido de tus caprichos
y las bolsas que hienden mis manos
llevan tesoros más valiosos.
¿Tan difícil es recordar que me gusta el zumo de pomelo?

Está claro que de la Doctrina Ética Elemental
no has leído más que los parágrafos
dedicados a los deberes hacia uno mismo.

LA EVOLUCIÓN CREADORA
Henri Bergson
De pequeña hundía el dedo en la arena
y escribía mi nombre en la línea donde rompían las olas
para ver cuánto persistía.
En el colegio, rompía las puntas de los bolígrafos
para grabar mi nombre en las puertas de los lavabos
y comprobar, cada día, si allí continuaba.
De adolescente, segura de que mi nombre aguantaría un curso completo,
cogía la navaja de mi padre a hurtadillas y rasgaba el tronco de un pino,
inscribiéndome para la eternidad si sorteaba la resina.
En mi juventud, llenaba páginas
que engalanaba con portadas en las que mi nombre
no se amamantaba del título pues tenía vida propia.
En mi primera madurez, el nombre cedió ante la firma
relegándose al subsuelo del que sólo emergía, como una rama nueva,
en el buzón.
En mi madurez plena estampé mi firma en documentos
en los cuales mi nombre se perdía arriba, al inicio,
entre declaraciones, promesas, identificaciones y juramentos.
Ahora no juego con la arena,
en el colegio no queda rastro alguno de los que allí nos herimos,
el bosque de pinos de Llavaneres fue talado y reemplazado por casas,
a mi buzón llegan pocas cartas dirigidas a mí
y la mayoría antecedidas por un gélido “Sra.”
y mis firmas, automáticas, han perdido de vista su origen.
Lo más terrible no es perder el nombre
sino contemplar cómo se va borrando poco a poco, poco a poco.


FILOSOFÍA DE LA MINUCIA
J. JORGE SÁNCHEZ
Bartleby Editores

Poesía de la conciencia, así la siento yo. Si catalogamos los poemas, diría que pertenecen al género lírico en los que el poeta narra, usando una voz femenina, el estado de su alma, impresiones, ideas, los afectos íntimos de su corazón. Cada poema del libro tiene un título en referencia a un filósofo, así encontramos nombres como: Platón, Descartes, Kant, Hegel, Heidegger, Nietzsche, Marx, Freud, Aristóteles... El poemario está escrito en verso libre fuera de rima y métrica. Repleto de imágenes metafóricas ligadas a la vida y ritos cotidianos de mujeres trabajadoras, con hijos, tareas domésticas, cansadas, sin reconocimiento y olvidadas. El poeta utiliza versos largos para crear un ritmo lento y un tono grave en la expresión, así como el empleo repetido del polisíndeton; con ello tenemos la visión de imágenes duras, frías, tristes, amargas, cargadas de esa desposesión en la que la voz femenina va sumergiéndose en el más oscuro realismo de lo que fractura su vida: Desesperanza y olvido.

Ej. DEL MITO AL LOGOS (pág, 15)

De su mano pasé de la sombra del ciruelo y las moras del camino, al mar.
Tierra adentro, el mar era un futuro que se imaginaba entre las piedras,
chupando el hueso de la fruta y anticipando el regreso
en el que acariciar los zarzales con las yemas de los dedos. (...)
El mar.
Y él llegó y me condujo hasta la playa.
Allí, las olas me trajeron versos, frases de sol, imágenes de aceite, (...)
Al partir, los pecados quedan atrás y la rendición parece al alcance,
a pocos metros de la bocana. (...)
Me abandoné a su voluntad y a la paz obsequiada. (...)
Y yo seguí sin ser capaz de recorrer sola
el camino que me devolviera a la superficie
y cuando lo intenté (...)
el peso de los críos y la falta de oxigeno hizo el resto.
En su espalda empecé a leer obscenidades y en la mía se amontonaron las páginas. (...)


La voz femenina se pregunta, si es más importante el trabajo del otro que el suyo, si esas palabras son más sabias que las suyas recluidas al mercado y al cuidado de los hijos.

Algunos poemas contienen una figura de pensamiento (patética) expresa sentimientos con interrogantes, incluyendo la anáfora, sin esperar respuesta.

Ej. DIÁLOGOS: LA REPÚBLICA, Platón (pág, 20)

(...) ¿Crees que es justo que proclames que nada puede haber más frustrante
que explicar la “deducción trascendental de las categorías” y no ser entendido
mientras que impermeabilizas el tímpano para que mi rabia ni siquiera llegue a no ser entendida? (...)
¿Crees que es justo que en ese desequilibrio entre alma y cuerpo
te ampares para lamentarte y tapar mi gemido? (...)
¿Crees que es justo que me pidas otro hijo y
sonrías diciendo que dos cesáreas consecutivas no son nada? (...)
¿Crees de verdad que es justo? ¿Lo crees?
¿O me contestarás que la justicia no es un valor absoluto
y que depende de las circunstancias?
No me extraña que detestes a Platón. No eres más que un Calicles vulgar y corriente.
Ej. EL CAPITAL, Karl Marx (pág, 40)

Qué no daría por disponer del tiempo suficiente
para solidificar los ríos de palabras.
Qué no daría por poder envolverme
en cuartillas y escribir y rescribir.
Qué no daría porque la plusvalía
que me adelgaza el alma
fuera pura batalla de la lengua.
Daría cualquier cosa por mi fetiche aterciopelado.
Utiliza más veces la anáfora en forma de optación (manifestación de un deseo). La fuerza que aspira llegar a conseguir, la voz, para la aventura del gran paso, sin marcha atrás.

Ej. RETÓRICA, Aristóteles. (pág, 22)

Cuando me vaya
no vencerás mi determinación con palabras atiborradas de sentido, (...)
Cuando me vaya
ignoraré las lágrimas que acudirán, relampagueantes, (...)
Cuando me vaya
dejaré que se desplomen las bellas palabras con las que querrás robar mi voluntad, (...)
Cuando me vaya no serás más que una sombra muda en el museo.


Los deseos siguen apareciendo.

Ej. MEDITACIONES METAFÍSICAS, René Descartes (pág, 25)
Quisiera que por la noche
una vela a mis espaldas
suspirara (...)
No quisiera mecerme, (...)
entre el sueño y la vigilia (...)
No quisiera que
la única reflexión
de la que sea capaz
fuera la enumeración caótica
de las minucias por hacer.
No quisiera
compadecerme (...)
Quisiera que me dejarás en paz.

En otros poemas aparecen versos con paradoja, reúne en una misma frase dos pensamientos que parecen irreconocibles.

Ejs. CONFESIONES, Agustín de Hipona (pág, 23)

(...) No puede amarse a quién nunca se irá.

INVESTIGACIONES LÓGICAS, Edmund Husserl (pág, 44)

(...) Y si de la nada puede nacer algo (...)
También vemos la enumeración, figura de pensamiento descriptivo, en la que además inserta un paralelismo al final de las estrofas.

Ej. PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA, Sigmund Freud (pág, 51)

en el centro, pantalones y camisas,
según la clase de tejido y dentro de ésta según su color
partiendo de las tonalidades más claras hasta llegar a las más oscuras;
a la derecha, camisetas, calzoncillos y calcetines,
según la clase de tejido y dentro de ésta según su color
partiendo de las tonalidades más claras hasta llegar a las más oscuras.(...)


Este paralelismo, que se repite en todo el poema, es a su vez un epifonema del estado de ánimo, la decepción, el vacío, el rechazo. Nos lo muestra a través del tejido, el color y, sobre todo, la tonalidad.

Esa voz monologando mana de pensamientos de abandono, angustiosos, llenos de dolor y de infinita paciencia. La pregunta queda en la elipsis, ¿para qué? ¿para quién? ¿por qué?

Ej. CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA, Inmanuel Kant (pág, 35)

Como el anciano Atlas
yo también sostengo con mi cuerpo
un mundo impidiendo que, sin fundamento,
se desplome en caída libre hacia el vacío abisal. (...)
Y como Atlas
únicamente yo cargo con el deber de conservar
el planeta en su lugar.
Toda responsabilidad, es una condena. (...)
Vamos acercándonos a una mujer vencida en ocasiones por la desconfianza en la pareja, por la monotonía en las relaciones, decepciones; cansancio de esperar algo, sin tener la imagen nítida, que aparece caduco.

Ej. INVESTIGACIONES LÓGICAS, Edmund Husserel (pág, 44)

(...) Y en el principio,
como siempre,
estuvo el signo, el indicio,
el suplantador que está en lugar de otro, (...)
Los cambios en el rostro,
la compra de una chaqueta que apartaba sus azules y grises,
un libro de poesía del que ayer no tenía noticia (...)
La señal inicial despertó la atención (...)
¿Y si no hubiera nada tras las apariencias?(...)
¿Y si él es todo apariencia? (...)
¿tiene sentido hallar una carta
oculta en una carpeta de notas para tu curso (...)?
Te he hablado claro y me contestas
que son imaginaciones mías,
fantasías de caimán hambriento (...)
No preciso contrastar lo percibido con lo real. (...)
el único que vive en la alucinación es él.
Acuden a su encuentro los pobladores de sueños, los lengüetazos de pasado que habitan un bello lugar del que no se quiere volver. Llenar una maleta de objetivos cumplidos y no la enumeración de planes frustrados. Contemplar desde el paso de los años cómo se ha ido perdiendo todo. Ella sólo quería vivir, vivir siendo ella. Frustracción.

Ej. LA EVOLUCIÓN CREADORA, Henri Bergson (pág, 49)

De pequeña hundía el dedo en la arena
y escribía mi nombre donde rompían las olas
para ver cuanto persistía. (...)
En mi juventud, llenaba páginas
que engalanaba con portadas en las que mi nombre
no se amamantaba del título pues tenía vida propia. (...)
En mi madurez plena estampé mi firma en documentos
en los cuales mi nombre se perdía arriba, al inicio,
entre declaraciones, promesas, identificaciones y documentos.
Ahora no juego con la arena, (...)
y mis firmas, automáticas, han perdido de vista su origen.
Lo más terrible no es perder el nombre
si no contemplar cómo se va borrando poco a poco, poco a poco.
El gran miedo al paso del tiempo y como éste lacera un cuerpo, lo cambia hasta el extremo de no ser reconocido. Ese marchar de la juventud, la llegada de la madurez como un puente hacia la vejez. Lo que se tuvo, lo que se pierde. Una mudanza.

Ej. DISCURSO ACERCA DE LAS PASIONES DEL AMOR, Blaise Pascal (pág, 28)

Lo sé.
Sé que mi cuerpo ya no está en su apogeo
que su órbita ha dejado atrás el Sol
encaminándose imparable hacia Plutón,
su destino entrópico.
Mis pechos se alejan, mi vientre
obedece a la ley de la doblez
y los canales de Marte se marcan en mis piernas. (...)
Aparición de miedos, rencores, obsesiones atribuidas a los hijos, a veces sin darse cuenta, sin asimilar que ellos son seres íntegros, carentes de todo lo que a nosotros nos apesadumbra. Son nuestras dificultades no las suyas.

Ej. FENOMENOLOGÍA DEL ESPÍRITU , G. W. F. HEGEL (pág, 37)

(...) cuando tras la cortina que cubre la verdad de las cosas
nos encontramos a nosotros mismos allí, agazapados.
Tras la fobia de Cristina sólo está la de su madre, cuidadosamente disimulada.
En las rutinas de cada día se pierde la fe del cambio, se cierran puertas y los propósitos se van deshilvanando, se malgasta la fuerza. Lo que se abandona al margen es nuestra verdad, la que nos hace libres. Ese margen es la frontera, el muro que separa del otro lado.

Ej. MÁRGENES DE LA FILOSOFÍA, Jacques Derrida (pág, 65)

La plancha es un instrumento de tortura sublime. (...)
Más la eficacia de su capacidad de infligir sufrimiento
es más metafísica que física: es su promesa la que daña. (...)
promete proporcionar una superficie lisa (...)
sin embargo (...)
se desprende del antifaz.(...)
te repite que la paciencia, el cuidado y la perseverancia (...)
son los márgenes, las notas al pie de página, (...)
en ese momento brotan los efectos dolorosos del martirio:
cuando compruebas que la sábana no se ajusta (...)
te apercibes de que en el margen estaba la verdad.

Los eufemismos, esa forma benévola de contar un hecho desagradable, se repiten en varios poemas.

Ej. ASÍ HABLO ZARATHUSTRA, Friedrich Nietzsche (pág, 42)

Lleva desde las nueve de la mañana sentado ante el ordenador.(...)
Escribe un libro para demostrar que Nietzsche tiene más en común con Kant
de lo que más comúnmente se cree: el danzarín es una reproducción del ilustrado; (...)
Él no se cansa de leer a Nietzsche, de hablar sobre él y profesar su fe.
Baila en la cuerda floja, dice estar más allá del bien y del mal (...)
Es mediodía, los críos están inquietos (...)
“Salid vosotros (...) ahora no puedo dejarlo”
Así habló.
En el parque no se oye a Zarathustra pero el nuevo amanecer ha tenido lugar una vez
más.

Opinión personal:
Este poemario tiene como referente a “cualquier mujer”, en el que cualquier mujer se siente reflejada. La voz que se esconde a través de los versos va descosiendo las costuras de sus frustraciones, de sus proyectos aparcados, de su amor a los demás no correspondido en ocasiones, ni valorado en muchas otras, de lo que la levanta y la hace caer, de la resistencia que lucha cada día en ella para no desaparecer, ni abandonar.
Los despojos la habitan. Los sueños y los deseos están adormecidos, pero los mantiene vivos y la hacen batallar en el dolor, el desamor, la apatía, la violencia... Ella, pequeña, se recompone una vez más buscando la línea que existe más allá de su horizonte, no puede verla, no la alcanza, pero se impulsa por llegar al punto en el que cielo y tierra se unen como fin a la desazón de sus anhelos, a la miseria que la posee. Una mujer rota y descompuesta que en su fuero interno no se doblega, que no quiere permanecer en una sombra que no protege, sino que aprisiona.
Poemas que transmiten fuerza para afrontar los males, las minucias que encadenan a las mujeres.

Os dejo con un poema que para mí tiene una connotación especial

TEORÍA ESTÉTICA, Theodor W. Adorno (pág, 64)

En el otoño que ya habla en las nubes
suelo recordar las palabras de un querido poeta:
el otoño “es el lenguaje del yo hacia su pérdida”.
Es entonces cuando más necesito
el aliento de una vida mejor
para no dejarme arrastrar hacia mi desaparición.
Por eso acostumbro a comprar plantas
muchas de las cuales no sobrevivirán al invierno
y al mirarlas de soslayo o regarlas rápidamente
recordar que tengo palabras
y que “vida” y “mejor” se encuentran entre ellas.