diciembre 24, 2014

 
FELIZ NAVIDAD 2014


FELIZ AÑO 2015

¡¡¡Besos y abrazos para todos!!!

diciembre 18, 2014

Si se supiera
lo que se presiente y no se dice
desde que Hiroshima
nos dejó sin habla
que la tercera guerra mundial
se ha declarado
que se muere
en los cuatro puntos cardinados
que crucifican la tierra en cruz gamada
lejos del parking amortizable
del supermercado de leches descremadas
de los lugares de vacaciones invernales
de las familias de hijos únicos
desplegables
lejos del Louvre y de la poesía tónica
lejos
muy lejos de la Plaza Roja y de la Casa Blanca
si se supiera
que a los vietnamitas del Líbano les abren en canal en Guatemala
más no se inventó el napalm para Le Bois de Boulogne
ni la violada de El Salvador será Miss Play Boy
en abril
aunque abril siga siendo el mes más cruel
en ésta guerra sólo se mata en los arrabales
el centro es ciudad abierta por mutuo acuerdo
entre el Bien y el Mal, mientras la ciencia
del alma calcula como calcular lo incalculable
por ejemplo
cuántos deben morir cada día en Etiopía
para que nos salga social
de pronto
la poesía. 


Manuel Vázquez Montalbán 

De Una educación sentimental
Imagen: René Magritte

diciembre 15, 2014


Los gatos queman semen a los pies de las sombras

Carmín y malas decisiones, han roto a través de mi noche los pedazos de frío
clavados en los ojos de Dios. Allí, los valles infinitos declaran su silencio en la
selva de estatuas y esconden un dolor antiguo que se evade del bosque,
vestido de glaciar, para comprar el alquitrán con el que dibujar su reloj.

Arrastrando gorgojos y vísceras, que en oscuras vaginas hurgan este
suplicio, ando ya muerto por la tristeza sembrada en campos de ceniza. Los
gatos queman su semen a los pies de las sombras, aunque mi convincente
excremento se retuerza solo en el abismo, según el respirar de la chatarra.

Y ese eterno vértigo, más largo que mi paisaje de dolor, horizontal como la
carne maltrecha de un joven de cera, blando y horrible igual que el sueño de
las moscas resbala en mis ojos con la forma de un Jesucristo sobornado.

CESC FORTUNY I FABRE
De su libro LA DOLOROSA PARTITURA DEL MIEDO

diciembre 11, 2014

A MARÍA NO LE GUSTAN

A María no le gustan
las flores cortadas.
Ella prefiere cultivarlas
alegremente por la mañana
sobre la gran terraza
o en el jardín cercano.


AMO LA BELLEZA DE TU CORAZÓN

               a María

Amo la belleza de tu corazón,
la sonrisa pura de tus ojos,
la ternura de tus manos.
Te amo desde hace treinta años
o quizá más.


EL DISEÑADOR JAPONÉS

Afila ideas en el silencio
vibrante de la noche
Kenji, el diseñador japonés.

FRANCESCO POLITANO
De su libro EL MURMULLO DE LAS COSAS
Traducción de Marian Raméntol Seratosa



diciembre 08, 2014


LA NIEVE SE MANCHÓ DE ROJO

El zorro que cayó en la trampa
entendió que tenía un solo modo de salir:
cortarse la patita.
Lo hizo, con los afilados dientes,
enospreciando el dolor. La nieve
se manchó de rojo.
era de noche, y los lobos
ya ululaban a la luna. El zorro
se apresuró hacia casa,
dejando una huella con tres agujeros.

Anna Ventura
De su libro MONSTRUOS GENTILES
Traducción de Marian Raméntol Serratosa

diciembre 01, 2014

El hipopótamo

El hipopótamo de vientre enorme
suele vivir en selvas como Java,             
y allí en el fondo de las cuevas hay
monstruos que no se pueden ni soñar.             

La boa que se agita entre silbidos,
el tigre que tan bien sabe rugir,             
el búfalo enfadado que resopla;
él sólo duerme o pace siempre en calma.             

El kris y la azagaya no le asustan,
contempla al hombre sin darse a la huida,             
se ríe del cipayo y de sus balas
que no hieren su piel y que rebotan.             

Por eso yo soy como el hipopótamo;
me protege mi fuerte convicción,             
armadura que me hace invulnerable,
y así por el desierto ando sin miedo.                                       

Téophile Gautier

noviembre 26, 2014

Bajo el peso de tus palabras
muero lentamente

y es dulce

pero preferiría hacerlo
bajo el peso de tu cuerpo.

Ferrán Fernández
De su libro Lógica sentimental (Editorial Libros de la frontera)

noviembre 23, 2014

Algunos aforismos





La buena suerte, si dura, acaba embruteciendo.

*
Los que pasan la vida intentando ser normales no lo consiguen nunca.
*
No tomar ninguna droga es inhumano.
*
Los puritanos quieren que estemos tan tristes como ellos.
*
De poeta a poeta, taconazo.
*
Hay personas que tienen un mal gusto infalible.
*
Si uno da más que lo que recibe, nunca se queda corto.
*
Si un escritor se descuida acaba viviendo en una biblioteca con baño y cocina.
*
Nunca olvidaré el impacto que me produjo mi primer paseo por Roma.
*
Siempre hay alguien que cuenta las botellas vacías.
*
Le acusaban de que no se mojaba y estaba con el agua al cuello.


Ramón Eder
De su libro LA VIDA ONDULANTE (editorial Renacimiento, 2012)

noviembre 18, 2014

HE LEÍDO






SIEMPRE ES DE NOCHE EN LOS BOLSILLOS
Tomás Salvador González
Editorial Papeles Mínimos, 2014

Siempre es de noche en los bolsillos, es un libro de poemas versados y de poemas en prosa. Un libro que nos habla de la memoria de quien escribe, con lo cual deducimos que no siempre el recuerdo admite el mismo registro, de ahí que una vez aparezca el verso y otras la prosa. La mayoría de los poemas están escritos desde la primera persona, y en otros desde esa persona se dirige a a una tercera.Utiliza un lenguaje fluido, muy adjetivado y en ocasiones palabras que no están registradas en el diccionario. Son vocablos del argot rural que él oía de pequeño y que no tienen palabra oficial. Está lleno de imágenes que formaron parte de la vida: el árbol, el monte, el pavo real, la laguna. Se recrean espacios rurales, familiares, costumbristas, un pequeño Edén al que acudir a refugiarse la mitad de los otros días. Todas esas secuencias se grabaron en la niñez, en unos entornos que acompañan el resto de vida y se mezclan con unas poéticas halladas de Lorenzetti, Giotto y Piero de la Francesca. Enumeración de recuerdos: el tiempo que no vuelve y queda allí alejándose.

Un poema:

EL SUR


ENGATUSARME, atraerme. A esto se reduce su relación conmigo. Cine todos los días, refrescos, caballitos. Me invita a bautizos y comuniones, me lleva de la mano entre tanta gente a ver las calles, y después…me abandona frente al escaparate de las espadas: las había romanas y medievales, alfanjes, cimitarras, espadines con cazoleta de mosquetero… Cuando levanté la vista, estaba solo, no conocía a nadie. Y toda esa ansiedad muda, los pasitos, sólo para mostrarme su poder, la indiferencia de su poder.

La ciudad se desentiende, se escabulle entre la gente que llena las aceras, se vuelve muda en las miradas. Ajena, se recuesta a dorarse en el otero.

Tomás Salvador González


noviembre 14, 2014


 Son las estrellas negras la vestidura solemne para la muerte, por eso descienden bajo tierra. La muerte se enamora de su resplandor oscuro.

Clara Janés

noviembre 07, 2014


Liviana sensualidad de una combinatoria que mima los juegos del amor, a veces en el texto y siempre en las variaciones de los bloques semánticos, versos o estrofas. Todo lector que entra en el poema tal como lo verá aquí lo está poseyendo por primera vez; los nuevos juegos se cumplirán después en lo ya conocido, buscarán zonas y posiciones aún ignoradas, avanzarán en la infinita novedad erótica como los cuerpos y las inteligencias. Y al igual que en el amor, la fatiga llegará poco a poco para separar los ojos del poema así como separa los cuerpos de la pareja saciada. Si matemáticamente la posibilidad de diferentes lecturas es elevadísima, nadie las agotará porque sería monótono: la memoria se vuelve la antagonista de todo placer demasiado recurrente.

JULIO CORTÁZAR
De su libro salvo el Crepúsculo (Editorial Alfaguara)

octubre 31, 2014

HE LEÍDO






 
EL DESIERTO VERDE
Eduardo Moga
Editora regional de Extremadura, 2012

Eduardo Moga, nos habla en estos poemas de las verdades y las certezas que nos acompañan. Un libro que cuenta las cosas que se hacen, las calles que caminas, los lugares donde fuimos y nos hacemos. El libro nos habla de Hoyos, un paraje concreto en la Sierra de Gata, por tierra extremeña, donde narra lo que ve, lo que siente, lo que desea y la tristeza de lo que queda sin vivir. Todo está construido con la magia del amplio vocabulario que tan magistral utiliza Moga, parece que no existe otra palabra más acertada que la que él escribe. La destreza de lo aparentemente sencillo para hacerlo excepcional: como el cantar de un gallo, o el preparar el desayuno oyendo un caballo pasar. Un libro que he disfrutado mucho y que invito a leer.

Un poema:


Sendero de la cuesta

LA SEQUEDAD IMPREGNA LOS OJOS, y luego desciende por los entresijos craneales, y atraviesa la tráquea, y desagua en los alveolos, impacientes por dilatarse, y se diluye, por fin, en una sucesión de estremecimientos cordiales y contracciones gástricas. La sequedad promueve el silencio, como si reprimiese cuanto quisiera surgir y derramarse, cuanto participase de la condición de barro y meteoro. Y en silencio caminamos, observando la delicadeza con que se posa el aire en las jaras despeinadas, la monotonía siderúrgica de las cigarras, la extinción y, a la vez, el nacimiento de las sombras [mueren las astilladas por el sol, depositarias de una frescura híspida, que se asienta en un afuera ilimitado: brotan las que desgrana el ocaso, que empieza a almendrar las crestas de los cerros]. Las sombras son una promesa, pero también un engranaje: ocurren, no transigen; chirrían en los recodos del camino, o en las peladuras de los desmontes, o en el abombamiento de las colinas. Las sombras son proyectiles que se extinguen cuando impactan; son el silencio de la luz, indelebles como la luz. Caminamos. Se acercan tres, cuatro perros, entre ladridos metálicos, que resuenan en las laderas como la tos de un escrofuloso. La sed es un fluido. También los pasos que damos, enhebrados por una voluntad sin propósito. Los árboles, despellejados, nos adelantan: su prisa es subterránea y celestial; su ajetreo, un atropello de saprofitos e inflorescencias. De una casa, a la que se dirige un sendero perezoso, llegan una música arriada y cascotes de conversaciones; de otra, cenicienta de encinas, solo oímos el temblor acrílico de su quietud, el zumbido de la invisibilidad. El camino conduce al repartidor de televisión. El sol es un agujero de fuego, que se reblandece en ocres soliviantados, en regatos que no están, en muros cuyos helechos murmuran. La sequedad nos estraga, aunque agonice. Caminamos. Sonreímos. Lejos, una campana.

EDUARDO MOGA



octubre 26, 2014

Tres poemas de "Arquitectura de la piel"



La distancia es una fractura abierta
deja ver dos márgenes
que no sabemos unir.

Así, no podremos nunca.

*

He acuchillado las estrellas
se va apagando el alba
mientras las piso
y me cortan la garganta y el
lóbulo occipital y el temporal

algunos destellos 
errantes.

*

Agarro la piel
hundo los dientes
y se quedan clavados
junto a la huella
que dibujó tu lengua.

MARÍA JESÚS SILVA

octubre 21, 2014


Si me rescatas
del frío,
prometo abandonar
el invierno
para siempre...


Ana Vega 
De su libro El cuaderno griego

octubre 16, 2014


"Llamé, se abrió la puerta.. disparé y después saludé. No fui muy cortés"

Henri Cartier-Bresson
Fotografía Henri Cartier-Bresson

octubre 05, 2014

¡Buenos días princesa!
¡He soñado toda la noche contigo!
Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto.
¡Sólo pienso en ti princesa!
¡Pienso siempre en ti!

Roberto Benigni La vida es bella

octubre 01, 2014

OCTUBRE






Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno;
a ver si con romperlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno. 


Juan Ramón Jiménez

septiembre 28, 2014

II

Mi madre trabaja en una fábrica de conservas.
Un día mi madre me dijo:
el amor es una sardina en lata. ¿Tú sabes
cómo se preparan las conservas
en lata?
Un día mi madre me dijo: el amor es una obra de arte
en lata.
Hija,
¿sabes de dónde vienes? Vienes
de un vivero de mejillones
en lata. Detrás de la fábrica, donde se pudren
las conchas
y las cajas de pescado. Un olor imposible, un azul
que no vale. De allí vienes.

¡Ah!, dije yo, entonces soy la hija del mar.
No.
Eres la hija de un día de descanso.

¡Ah! Dije yo,
soy la hija de la hora del bocadillo.

Sí, detrás, entre las cosas que no valen.

Luisa Castro

septiembre 25, 2014

“Siente el impulso de llorar. No por el rechazo, o al menos eso piensa, se trata más bien de un sentimiento por el cual, tarde o temprano, cree que todos llegan a llorar: por ser quienes son.”

Pablo Simonetti, La razón de los amantes.

septiembre 21, 2014


 
El espejo del alma


Como el alma que canta por sí misma
en su limpia casa de cristal


Hermann Broch



Tuve que viajar a Nevada para verte. Una gran planicie rodeaba la casa
donde me esperabas con una túnica blanca, más alta que de costumbre.
Presentí que la casa existía en la memoria, cosa que confirmaste atrave-
sando con tu brazo el hielo que suplantaba ahora a las paredes. Acos-
tumbrada a esconderme en las palabras, quise darte una carta. Esa carta
hablaba de las diferencias del río: lo que fue, lo que es, lo que será. Pero
vos eras el río y la imagen del río, visto desde la altura (quiero decir,
la furia misma). Me miraste, morada de ternura, bajo el color inconstante
de la niebla. Terminé por tratar de pinchar la carta a tu plumaje pero te
negaste, afable, como quien aprecia el esfuerzo de simular lo imposible.
El pico tembló ligeramente. Me dejaste a merced de la felicidad, contem-
plándote, ahora que eras un enorme pájaro blanco.




La ciudad nómade

Como si de tanto ser abril, abril se esfumara. Y yo, esa mujer cansada, sin
saber qué hacer con tanta huida, dónde esconder las armas del exilio y
la astucia. Al entrar, primero a un corredor y luego a un patio cuadrado
y generoso, alcanzo a ver al hombre que tal vez me enseñe a amar. Por
un beso, recogería ese umbral, ese cielo más hondo donde sueñan sus
labios, abrazaría mis lágrimas futuras, esta penosa vida que me avanza.
Pero no me detengo, el patio hierve: unos jóvenes corren, un auto frena
en seco, rugen ametralladoras, la noche clandestina, hay un algo de nup-
cias con fantasmas, de cita cantada. De pronto, dice una voz a mi lado:
Córrete para atrás que ahí viene la ciudad.
Veo que la ciudad se acerca y pasa por delante como si fuera un río.
Una novia clara. Transcurre, de izquierda a derecha, lentamente, con su
perfil de almenas y de lumbre. Alborozada, me pregunto por dónde he
de cruzarla.

MARÍA NEGRONI