febrero 27, 2010

EL MANUELA

En 1979 se funda el Café Manuela por Juan Mantrana y José María Tessio. Me lo cuenta Jesús Guerrero mientras me pone una copa de ribera y me dice: te va a gustar. Nuestra conversación empieza de casualidad, como comienzan últimamente muchas historias de mi vida. Me llama la atención una placa dorada con un retrato grabado en negro pegado a la pared, está situado según se entra a la derecha, al lado de la barra. Se queda mirándolo unos segundos y me responde que es José Ortas, un pintor bohemio y ácrata que frecuentaba casi todas las noches El Manuela y se sentaba en esa parte de la barra. Pepe Ortas, como le llamaban los que le conocieron, era de Manacor, vivió exiliado en París, donde estudió Bellas Artes. Se relacionó con Picasso, pero él era un bohemio, no buscaba dinero ni pertenecer a ningún grupo. Era un anárquico practicante. Quería crear, vivir para el arte, respirar del arte, todo lo demás no le interesaba, no le concedía valor. De alguna forma logró vivir así, en toda su vida no paró de inventar. Fue uno de los creadores, junto a otros, de los carteles representativos del Mayo del 68. Formó el grupo de guiñol de los Campos Elíseos de París junto a José Luis González, amistad que perduró toda la vida. Su obra es mucho más conocida en París que en España, allí sus cuadros están expuestos. Pepe murió una madrugada en su casa, solo, como siempre vivió, aunque nadie le ha olvidado y muchas tardes en El Manuela, durante las tertulias, se sigue hablando de él y de sus manos que con un simple lapicero y en una servilleta creaban trazos de un mundo que todos admiramos.

Jesús me va contando de otros tantos que frecuentaron esta casa. Echa la vista atrás y se para en un rincón donde recitaba poesía Carmen Martín Gaite, junto a Chicho Sánchez Ferlosio y Paco Cupián entre otros. Me señala el piano, ahora con cajas de juegos por encima, que una larga e inolvidable tarde tocó Georges Moustaki, y junto al que cantó Pablo Milanés algún tiempo después.


José Luis López-Aranguren, Agustín García Calvo, Chicho Sánchez Ferlosio, Paco Cupián, Octavio Colis y Pepe Ortas, que hoy (ayer) ha traído un portafolio con los carteles, pasquines al linóleo, de su Mayo del 68. Todos los que una vez estuvieron andan por aquí.

Jesús regenta el café que sigue fiel a su decoración ‘antigua’, con un toque de misteriosa atemporalidad, hecho de palabras y tertulias, conspiraciones políticas y conjuras literarias, un café de artistas, bohemios y buscavidas.

Me cuenta Jesús que se inauguró con un poco de miedo. La gente de la época quería seguir las nuevas tendencias que marcaba la moda, los diseños de vanguardia, los punks... y en toda esa movida se intentaba abrir un hueco El Manuela, con música de jazz y veladores de mármol. Pero poco a poco El Manuela fue recibiendo a esos locos de las letras, variopintos y bohemios que formaron tertulias y corrillos llenos de inquietudes y con ideas de izquierdas. La voz se hizo fuerte y adquirió eco y el café ha servido de modelo para otros locales de Malasaña, de Huertas, de Lavapiés.


“Cómo agradecer al Manuela que naciera aquellos años bajo la regencia de Mantrana, cuando, entre otras locuras, andaban allí de tertulia Heraclito y Kant y Freud. ¿Quién debería agradecérselo? Pues uno cualquiera, por ejemplo yo, Agustín García Calvo”.


“En esta barra estaba Jesús cuando llegué hace un montón de años. La Manuela se convirtió en mi centro y su barra en el centro de mis centros, me acogió con ese punto de calor. En esa barra nos íbamos encontrando algunos seres bastantes perdidos, amigos nuevos que llenaban los huecos. Y tuvo esa barra su milagro la tarde que se sentó en la banqueta de al lado Javier Barquín, o sea, El Hombre que Mató a Leopoldo María Panero. Entre esas gentes, quien más imponía la claridad era Paco Almazán, él le llamaba buscar la “gracia”, era un trasunto en la vida del duende del flamenco, de lo que tanto sabía.” Nano Lassaletta.


“El café sigue siendo punto y foro de encuentro aunque haya enmudecido el piano. Por el escenario del Manuela pasaron músicos de jazz veteranos, como Vlady Bass. Políticos que acudían a las tertulias conducidas por Agustín García Calvo, como Enrique Curiel o Joaquín Leguina. Fuera del tiempo el Manuela sigue siendo refugio de noctámbulos, por sus mesas circulan poemas de poetas insomnes, pintores y dibujantes”. Esto es un fragmento del texto publicado íntegramente por Moncho Alpuente en El País el 22-8-92.


“Conocí El Manuela hace más de veinte años, me llamó la atención que a un nombre de mujer se le pusiera, al menos esa fue mi impresión, el artículo masculino. Es fácil encontrar personas ligadas a nuestra ciudad, a la movida madrileña, en “El Manuela” perviven los ideales de aquellos años sesenta que el tiempo, la acomodación y el huracán del dinero han pulverizado. “El Manuela” huele a hogar, uno se encuentra en casa, arropado, con sabor a barrio. Yo invitaría a todo el mundo a que vaya y se sumerja en la atmósfera “manuelina”. No hará falta que se lo cuente, lo vivirá”. Javier Sádaba.


“La Manuela, en las frías noches de invierno, durante el tórrido verano, en días de lluvia o de tempestades internas, está siempre dispuesta a acoger a quien solicite sus servicios. En casos de urgencia, fuera de horario legal y al grito de ¡santuario...santuario!, a veces, es también capaz de ofrecerse como refugio y asilo contra la injusticia humana, aun a riesgo de ser maltratada por los esbirros de la autoridad municipal, no olvidar manzanos y matanzos.” Antonio González-Vigil.


Podría extenderme muchísimo más por las opiniones y los nombres de quienes habitaron y habitan esta casa y lo corroboran con sus firmas: Enrique Valle, Marta López Villar, Álvaro Tato, Julio Reija, Rafael R. Acosta, Francisco Cumpián, Gonzalo Escarpa, Jesús Urceloy, Isabel Escudero, Juan Madrid, que mientras estoy escribiendo conversa enfrente de mí con unos amigos y ya he tenido el placer de intercambiar unas palabras con él. Todos ellos amigos y contertulios de este lugar en el que se respira paz, cultura en las diferentes artes, agradecimiento sólo por entrar y pasar un rato, sonrisas que te regalan, palabras que resuenan como un eco al quedar colgadas de un tiempo que permanece entre esas paredes y se refleja en los espejos mientras suenan unas notas de piano.


“Por Manuela

por esos trozos de espacio

que muerden jirones al tiempo

que extienden sobre sus espejos

la materia de la voz y sus ecos (...)

alzo mi copa

se llena hasta el borde de esa luz

y bebo.”

febrero 25, 2010

LA PIEDRA

Hace mucho tiempo que colecciono piedras. Las recojo de las ciudades a las que voy llegando. Las elijo, las clasifico según el color y la forma. Mis preferidas son las alargadas con forma de hoja. La punta de mi bota las golpea y las aparta, una forma de selección. En esta tarde caprichosa, ando con la cabeza baja examinando las piedras que dan forma a este paseo de los tristes. El sol decae sobre los muros de la Alhambra y juega entre los versos que habitan el sendero. Un perro va por delante, olisquea algún rastro que yo no sigo. Se mea entre unas matas y mis pies se encaminan hacia el pequeño río amarillo que brilla en la luz del atardecer. Ahí la veo. Me gusta: clara pero no blanca, algo estriada para que no resbale, el tamaño es bueno. Ésta es mi piedra. La cojo, está húmeda, con restos de orín. Ésta es la que quiero. La abrigo dentro de la mano. Saco el rotulador y escribo: Granada, otoño 2008.

Texto e imagen: María Jesús Silva

febrero 24, 2010

UN POEMA DE NUNO JÚDICE


EL AMOR EN 1996


He soñado contigo, aunque ningún sueño
pueda tener habitantes: tú, a quien llamo
amor, como si cada año pudiese traer
un poco más de convicción a
esta palabra. Es verdad: el sueño
podrá haber hecho que, en esta
rarefacción de ambos, tu presencia se
impusiese -como si cada gesto
del poema te restituyese un cuerpo
que siento, al decir tu nombre,
confundiendo tus
labios con el borde de esta taza
de café ya frío. Así que lo bebo
de un trago: lo mismo se puede hacer
con el amor, cuando entre tú y yo
se ha instalado todo este espacio:
tierra, agua, nubes, ríos, y
el lago oscuro del tiempo
que el invierno roba a la trans-
parencia de las fuentes. Es esto, no obstante,
lo que hace que la soledad no sea más
que un lugar común: saber
que existes ahí, y estar contigo
aunque sólo el silencio me
responda cuando, una vez más,
te llamo.

NUNO JÚDICE
Poema incluido en la Antología Bilingüe Tú, a quien llamo amor (Hiperión, 2008)
Traducción: JESÚS MUNÁRRIZ

Fotografía: María Jesús Silva

febrero 23, 2010

LUIS DE GÓNGORA








Poeta y dramaturgo, Luis de Góngora y Argote (Córdoba, 1561 – 1627) lideró la estética culteranista del Siglo de Oro. Sus obras más prestigiosas son Fábula de Polifemo y Galatea (1612), Soledades (1613) y Fábulas de Píramo y Tisbe (1618). La poesía de Góngora fue cuidadosamente estudiada por Dámaso Alonso y reivindicada por los poetas de la Generación del 27.

Un romance:

La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola
y ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:

Dejadme llorar
orillas del mar.

Pues me diste, madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer,
tan largo el pesar,
y me cautivaste
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad.

Dejadme llorar
orillas del mar.

En llorar conviertan
mis ojos, de hoy más,
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar,
yéndose a la guerra
quien era mi paz.

Dejadme llorar
orillas del mar.

No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás.
Si me queréis bien
no me hagáis mal;
harto peor fuera
morir y callar.

Dejadme llorar
orillas del mar.

Dulce madre mía,
¿quién no llorará
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes años
de mi mocedad?

Dejadme llorar
orillas del mar.

Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse, y no vean
tanta soledad,
después que en mi lecho
sobra la mitad.

Dejadme llorar
orillas del mar.

LUIS DE GÓNGORA
Romance incluido en el libro Antología (Espasa-Calpe, colección Austral; Madrid, 1939).

Imagen: islaperdida.com

febrero 22, 2010

MICHEL LEIRIS

Michel Leiris (París, 1901 – Saint-Hilaire, 1990) fue al principio un escritor surrealista y amigo de Georges Bataille. Después se convirtió en prestigioso etnógrafo y redactó estudios para la supresión de la esclavitud en las colonias de su país. Son especialmente apreciados sus textos sobre África y los volúmenes autobiogáficos. En España han aparecido los siguientes libros de Leiris: África negra. La creación plástica (Aguilar; Madrid, 1964), La literatura considerada como una tauromaquia (Tusquets; Barcelona, 1967), Joan Miró, litógrafo (Polígrafa; Barcelona, 1972), Francis Bacon (Polígrafa; Barcelona, 1983), Poemas (Visor; Madrid, 1984), Espejo de tauromaquia (Turner; Madrid, 1995), Edad de hombre (Laetoli; Pamplona, 2005).

Un fragmento de Edad de hombre:

MI TÍO EL ACRÓBATA

Siendo yo aún muy pequeño (en la época en que era ella la que me lavaba cada mañana), mi madre había dado hospitalidad a su hermano, que se había fracturado la muñeca y no tenía a nadie que lo cuidara. Mi tío acababa de separarse de su mujer y disponía de pocos bienes para poder contratar a una enfermera o un ama de llaves. Un día que mi madre, llevándome en brazos, entró en la habitación de mi tío para hacerle la curación que necesitaba su herida, resbaló y se cayó con bastante violencia. Al golpearse desgraciadamente contra la esquina de un mueble, se hizo una herida en la cabeza que sangró abundantemente. Mi tío, incapaz de socorrerla a causa de su brazo en cabestrillo, asistía impotente a la escena, jurando y pidiendo ayuda. Mientras tanto, yo lanzaba violentos gritos porque me había caído sobre la barbilla y además me había hecho daño suficiente como para no poder mover las mandíbulas sin que me dolieran durante días.
Este tío, hermano de mi madre, cuya muñeca rota había sido la causa del accidente, fue un personaje que tuvo sobre mí gran influencia. Por todo lo que representaba, y quizás también a causa del parentesco que lo unía a mi madre, siempre le quise mucho, al contrario que a mis parientes del lado paterno, a los cuales he detestado casi siempre. Hijo de un alto funcionario de policía, dotado de todo el puritanismo burgués del “republicano del 48”, mi tío, a pesar de ser un conformista a su manera (en la época en que lo conocí iba a la iglesia cada semana los miércoles, para no ser molestado así por la muchedumbre del domingo), llevó una vida verdaderamente escandalosa para el medio del que procedía.
Muy apasionado por el teatro y dotado de notables cualidades cómicas, trabajó primero para ser actor, con miras al Théâtre-Français, pero disgustado con los farsantes que pontificaban y que estaba obligado a frecuentar, se convirtió en actor de melodrama, representado obras de capa y espada en escenarios de provincia y de barrio. Al darse cuenta de que ese medio también era demasiado artificial y presumido, se transformó en cantante de café-concierto y luego en saltimbanqui de un circo. Sólo ahí se sintió a gusto, al encontrar personas verdaderamente sencillas y honradas, entregadas en cuerpo y alma a su arte.
Al mismo tiempo que se operaba en él lo que para su medio burgués no era más que la “decadencia”, mi tío puso fin a una agitada vida amorosa con un tonto matrimonio y luego con un aún más tonto concubinato, pues prefirió a mujeres que le fueran muy superiores en todo, dos bestias estúpidas, la primera de las cuales –campesina escapada muy joven de su casa con una compañía de feriantes chinos- había sido primero tragasables, y después bailarina en la cuerda floja. Con su cuerpo hermoso dominaba a mi tío, quien estaba encoñado, aunque, sin embargo, acabó por sentirse asqueado de su sensualidad animal, más aún cuando, al sufrir por ser mayor que él, lo volvía casi loco con sus celos. La visión más remota que tengo de ella es vestida con un traje tan rojo que parecía haberse sumergido en sangre fresca. La concubina que la sustituyó era fea y de una grosería indecente; más tonta aún que la anterior, de ser posible, hostigaba a mi tío con sus críticas incesantes y se mofaba injuriosamente de él.
Mi madre quería mucho a ese hermano y a menudo la oí hablar con mi padre de su faceta “quijotesca”. Durante años vino todas las semanas -cada lunes, me parece- a almorzar a casa. A menudo me llevaba al music-hall y, como era un experto, me explicaba todos los trucos. Sabía, por ejemplo, en muchos casos, cuántas personas eran capaces en Europa de llevar a cabo el ejercicio que estábamos viendo, me enseñaba a apreciar el verdadero trabajo y me ponía en guardia contra lo que no era más que un truco efectista. Algunas veces también me llevaba a la casa de antiguos amigos suyos, todos artistas de circo o de music-hall. Entre otros, me acuerdo de una familia de saltimbanquis que vivían como hortelanos en una barraca de la vecindad. En el pequeño alojamiento donde vivía mi tío en los alrededores de París, tenía una mesa llena de utensilios de malabarismos: pelotas rojas y blancas, bolitas, varillas de diversas formas, mazas y sombrero de copa. Aunque ya no ejercía, hacía malabarismos todas las mañanas, a modo de cultura física, a menudo delante de mí, y su habilidad me parecía maravillosa. Muy delgado, con la nariz fuertemente pronunciada, tenía el aspecto de un saltimbanqui injertado con Don Quijote. Cuando mi hermana estaba encinta, para indicar claramente la diferencia de volumen que oponía a nuestros ojos a los dos personajes, mi hermano y yo, cuando jugábamos al dominó, teníamos la costumbre de llamar “Julieta” al seis doble y “Tío León” al blanco doble.
Pese a su edad, a su carencia total de esnobismo y a la vida retirada que llevaba, mi tío tenía a veces un sorprendente sentido de lo actual. Así, durante la guerra, fue él quien, desde su aparición, me llamó la atención sobre las películas de Charlot, anunciándome que acababa de aparecer un payaso totalmente genial. Ciertos preceptos que me repetía se han quedado grabados en mi espíritu y los practico todavía hoy. Me hizo comprender, por ejemplo, que la preparación de una canción o de un número de music-hall puede requerir mucho más talento que otras ejecuciones más ambiciosas. Fue él también quien me enseñó que puede haber “más poesía en una canción barata que en una tragedia clásica”.
Sin quererme comparar con él desde el punto de vista del valor, me siento muy próximo a aquel tío que con una constancia admirable buscó toda su vida lo que para otros no era más que un rebajamiento y encontró a sus mujeres, una en el polvo de las pistas y la otra casi en la vía pública: tanto le gustaba lo puro y auténtico, que no creía poder encontrar más que entre los humildes, y tanta debía de ser también la alegría que encontraba en sacrificarse –en esto se parecía extraordinariamente a mí- que durante tanto tiempo he buscado (y al mismo tiempo temido) bajo formas diversas el sufrimiento, el fracaso, la expiación, el castigo.
El prestigio de aquel tío se veía aumentado a mis ojos por el hecho de que había frecuentado todos los ambientes –sin exceptuar los peores- y que, en su juventud, una mujer a la quiso abandonar le había asestado una cuchillada.
Su muerte, como la de mi padre (ocurrida algunos años más tarde), coincidió con una nevada. Durante toda su vida no había podido ver caer la nieve sin experimentar una especie de vértigo.

MICHEL LEIRIS
Fragmento del libro Edad de hombre (Laetoli; Pamplona, 2005). Traducción: Mauricio Wacquez.
Imagen: diplomatie.gou.fr

febrero 20, 2010

MÚSICA EN ÍTACA (5)




SABICAS

“En su infancia, a Agustín Castellón Campos (Pamplona, 1912 – Nueva York, 1990) le ponen un sobrenombre, Sabicas, por la glotonería con que come habas (“las habicas”) crudas. Ese golpe humorístico lleva el sello de la pobreza de su familia gitana, y el niño busca en la música un techo contra la penuria: pide al padre la guitarra flamenca que ve en un escaparate. A solas aprende a tocar el instrumento, y con once años da el primer concierto.
Al principio de la adolescencia gana el jornal en Madrid, en locales donde el arte es solamente un adorno del jaleo. Lo ha visto y retratado un testigo que describe el milagro musical del mocito en medio de la indiferencia de los clientes. “¿A qué aspira?”, pregunta el cronista. En España, únicamente los piojos son alegres en los divertidos años veinte, y el chico se conforma con llenar su plato.
(…)
¿Nos acordamos de él? En su tierra de origen, que es la mía, truenan la jota y las murgas futboleras. El orgullo racial no es capa leve. Entierran a Sabicas y un amigo echa al aire las cenizas del hermano Diego. Y debemos hojear enciclopedias o ir a Andalucía para que el nombre del guitarrista tenga todo su significado.

Fue en abril, el mes odiado por el poeta T.S. Eliot. Volví a pararme ante la casa del músico cuando él murió lejos de nuestro abandono”.

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI
(Fragmentos del libro La nota rota; Hiperión, 2009)

febrero 18, 2010

LOS ESCRITORES Y EL CUESTIONARIO PROUST: RAMÓN EDER (8)


- ¿Cuál es para ti la mayor desgracia?
- La estupidez, que ocasiona todos los males evitables de la vida.

- ¿Dónde te gustaría vivir?
- Bueno, como dijo no sé quién, aceptar responder a este cuestionario absurdo es aceptar un juego, pues juguemos. En una casa con huerto junto al mar Mediterráneo.

- ¿Cuál es para ti la alegría terrenal más perfecta?
- Los comienzos del amor.

- ¿Qué fallo perdonas más fácilmente?
- Casi todos.

- Tu héroe de ficción preferido.
- Sherlock Holmes.

- Tu personaje histórico preferido.
- Jesucristo y Sócrates.

- Tu heroína real preferida.
- Matilde von Sunk.

- Tu heroína preferida de la literatura.
- Miss Golightly interpretada por Audrey Hepburn.

- Tu pintor favorito.
- Matisse.

- Tu compositor preferido.
- Mozart a las mañanas; a las tardes, Bach.

- ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
- La valentía con fondo ético típica de las películas de John Ford.

- ¿Qué cualidad aprecias más en una mujer?
- El encanto no exento de inteligencia.

- Tu virtud preferida.
- La bondad.

- Tu actividad preferida.
- Releer libros maravillosos y viajar.

- ¿Quién o qué te hubiera gustado ser?
- Yo mismo, con muchos cambios.

- La característica principal de tu carácter.
- Tomarme las cosas con humor negro.

- ¿Qué aprecias más de los amigos?
- Que estén ahí.

- Tu mayor fallo.
- La cantidad de fallos que tengo.

- Tu sueño de felicidad.
- Pasear por Roma bien acompañado.

- ¿Qué te gustaría ser?
- Sabio bienhumorado.

- Tu color favorito.
- No tengo un color favorito.

- Tu flor favorita.
- La rosa amarilla.

- Tu pájaro favorito.
- Al igual que Borges, no tengo preferencias ornitológicas.

- Tu escritor favorito.
- Chesterton, Cervantes, Litchtenberg, el impronunciable Jünger…

- Tu poeta favorito.
- Dante y Heine, Virgilio, Verlaine...

- Tus héroes en la actualidad.
- Los héroes con bonobús.

- Tus heroínas en la historia.
- Las heroínas de la Biblia.

- Tu nombre favorito.
- Un nombre de mujer que va cambiando con el tiempo y los amores.

- ¿Qué aborreces por encima de todo?
- El cinismo de los desalmados, los patriotas delirantes, los que matan gatos, no sé, muchas cosas.

- ¿Qué figuras históricas aborreces más?
- Los déspotas.

- ¿Qué méritos militares aprecias más?
- Las defensas heroicas.

- ¿Qué reformas admiras más?
- Las que no hacen ruido.

- ¿Qué don natural te gustaría poseer?
- El don de la oportunidad.

- ¿Cómo te gustaría morir?
- Si no queda más remedio, como un pajarillo en la nieve.

- Tu actual estado de ánimo.
- La lluvia en Sevilla es una pura maravilla.

- Tu lema.
- Ride si sapis.

febrero 17, 2010

JULIO LLAMAZARES


Lo único que recuerdo es que, cuando terminamos, mi padre parecía menos triste y mi madre estaba tan orgullosa de mí como si me hubiesen dado un premio en el colegio. Aunque el premio, para mí, fue este retrato que el fotógrafo nos hizo al lado de las colmenas. Es el último del álbum y el último también que conservo de Olleros: ese montón de colmenas llenas de hombres anónimos, como mis padres, que sigue inmóvil en mi memoria, pero del que yo ya me estaba yendo.
Como la nieve.

JULIO LLAMAZARES
De su libro Escenas de cine mudo (Seix Barral, 1994)
Imagen extraída de la red

febrero 16, 2010

Il mondo mío, trailer del corto de Óscar Sipán

febrero 15, 2010

FELIPE JUARISTI


METRÓPOLIS 2


Oyó que le hablaban en sueños:

“Nadie se conoce a sí mismo,

A no ser que huya de la tierra natal.

Es puro movimiento el ser humano”.

Al despertar alzó la vista.

Todo yacía quieto y tranquilo:

En la casa, humeaba la chimenea,

En el patio, lleno de flores, el abedul que plantó.

Se marchó dejando atrás

La casa, el humo, el patio, el abedul.

El eco no podía seguir sus pasos.

Cruzó ríos que en sus ojos

Llevaban el recuerdo de la nieve,

Montañas blancas, rodeadas de nubes.

Tierras áridas vio, tierras fértiles,

Y el mismo sol, vigilante en el cielo.

Casi tocó con sus dedos el horizonte,

Hilo de perlas en el cuello del mundo.

Fue joven, y enseguida hombre.

De plata se vistieron sus sienes.


Oyó que le hablaban en sueños:

“Todo lo que sube es de ley que baje.

Así, lo que va ha de venir.

Es un eterno retorno la vida.

Deja de girar como un trompo.

¡Si quieres encontrarte

Busca en tu interior!”


Al morir le dieron tierra

Bajo el árbol que plantó de niño.

Todo yacía quieto y tranquilo:

En la casa humeaba la chimenea.

Entonces se dio cuenta

Por el fresco del amanecer

De que sus huesos siempre habían estado allí,

Cubiertos por el polvo de años y más años.

El viento agitaba las ramas altas.

Y le llamó la memoria:

“Dime, ¿acaso encontraste algo en tu caminar?

El espíritu es un viajero solitario".


Tan sólo lo que otros espíritus han ido abandonando.

El rastro ligero de lo que hemos sido en el pasado.



METROPOLIS 2


Hala entzun zuen ametsetan ziotela:

“Inork ez du bere burua ezagutzen

Sorterritik joanik ez bada.

Mugimendu hutsa da gizakia”

Iratzartzean bista zuen altxatu.

Dena zegoen geldi eta lasai:

Etxea, kea zeriola tximiniatik,

Atarian, berak aldatutako ezkia loretan.

Alde egin zuen atzean utzirik

Etxea, kea, ataria, ezkia.

Oinen soinua oihartzunak ezin harrapa.

Elurraren oroitza begietan zera-

Maten ibaiak zituen gainditu,

Mendi zuriak hodeiz inguratuak.

Lur lehorrak ikusi zituen, lur hezeak,

Eta eguzki bera zeruetan zaindari.

Ia ukitu zuen behatzekin ortzemuga,

Perlazko haria urruntasunaren lepoan,

Eta ilargi bera, zeruetan zaindari.

Gazte egin zen, gizon beranduago.

Zilar kolorez jantzi zitzaion ilea.


Hala entzun zuen ametsetan ziotela:

“Igotzen dena oro da jaisten.

Joaten dena beti etortzen.

Bizitza da etengabeko itzulia.

Ziba baten gisa jiratzeari utz iezaiozu.

Zeure burua aurkitu nahi baduzu

Bila ezazu zeure baitan!”


Hil ondoren lur eman diote

Mutikotan haren eskuek aldatutako zuhaitz

Pean. Dena zegoen geldi eta lasai.

Etxea, kea zeriola tximiniatik.

Orduan konturatu da goizeko hozkirrian

Hezurrak hantxe egon direla beti

Urte eta urte gehiagoren hautsetan bilduak.

Haizeak adargoiak ditu astintzen.

Memoria du deika:

“Baina zer aurkitu duzu ibilian?

Izpiritua baita bidaiari bakartia”


Beste izpirituek aurretik abandonatua

Ez besterik Iraganean izanaren arrasto zuria.

FELIPE JUARISTI

De su libro Laino artean zelaturri (Espía en la niebla) 1993.

Imagen: Escher

febrero 13, 2010

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI



El fotógrafo y periodista Oskar Alegría ha dirigido este vídeo sobre el poeta Francisco Javier Irazoki.
Rodado en París (donde reside el poeta), producido por Debolex Films y emitido en ETB (la televisión vasca), el vídeo confirma al joven realizador como un artista de sensibilidad especial.
Sitio de Oskar Alegría http://www.oskaralegria.com

febrero 12, 2010


La distancia es una fractura abierta,
deja ver dos márgenes
que no sabemos unir.

María Jesús Silva

Imagen: Extraída de la red

febrero 11, 2010

OLVIDO GARCÍA VALDÉS


Poeta española nacida en Santianes de Pravia, Asturias, en 1950. Licenciada en Filología Románica y en Filosofía. Co-dirige la revista Los Infolios, es directora del Instituto Cervantes de Toulouse y miembro del consejo editor de El signo del gorrión, revista creada en 1992. Ha publicado artículos críticos en diversos medios periodísticos y tradujo «La religión de mi tiempo» de Pier Paolo Pasolini. Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés y alemán y han sido recogidos en importantes antologías.

Algunos libros publicados:

Ella, los pájaros (Diputación, Soria, 1994.)
Caza nocturna (Ave del Paraíso, Madrid, 1997.)
Del ojo al hueso (Ave del Paraíso, Madrid, 2001.)
La poesía, ese cuerpo extraño (Antología), Oviedo, 2005.
Y todos estábamos vivos (Tusquets, Barcelona, 2006.)
Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida, 1982-2008 (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2008.)

Dos poemas:

CUANDO VOY A TRABAJAR ES DE NOCHE...

Cuando voy a trabajar es de noche,
después amanece poco a poco,
hace mucho frío aún.
A menudo en el cine
me parece oír lluvia azotando el tejado,
como si no hubiese lugar
donde guarecerse.
Hoy alguien en un sueño dijo:
ten, en esta garrafa
hay agua limpia, por si toma moho
la del corazón.

De (Ella, los pájaros, 1993)


TE BUSCO POR LAS CALLES...

Te busco por las calles
de casas en ruinas y olor acre,
no hay timbres ni nombres;
te encuentro y me miras
pequeño y envejecido, no eres tú,
te pones un sombrero rayado
de ala vuelta y mínima, te vas

De (Ella, los pájaros, 1993)

OLVIDO GARCÍA VALDÉS

Fotografía: elpais.com

febrero 10, 2010

GUILLAUME APOLLINAIRE



Aunque nació en Roma, en 1880, Guillaume Apollinaire, que en realidad se llamaba Wilhelm Albert Wlodzimierz Apolinary de Wez Kostrowicki, escribió en francés su obra literaria. Amigo de los pintores Braque, Matisse y Picasso, fue el autor del manifiesto de fundación del cubismo y también el inventor de los términos surrealismo y surrealista. Experimentó con los caligramas y escribió originales piezas de teatro, entre las que destaca la titulada Las tetas de Tiresias. Autor de poemarios como El bestiario o el cortejo de Orfeo (1911), Alcoholes (1913) o Caligramas (1918), sus versos siguen siendo muy populares en Francia.

Un poema:

EL PUENTE DE MIRABEAU

Bajo el puente pasa el Sena
También pasan mis amores
¿Hace falta que me acuerde?
Tras el goce va la pena

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Pongo en tus manos mis manos
Y con los brazos formamos
Un puente bajo el que pasan
Onda mansa las miradas

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Amor es agua corriente
Y como el agua se va
Agua de la vida lenta
Y la esperanza violenta

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Pasan los días y semanas
Pasan y jamás regresan
Días semanas amores
Bajo el puente pasa el Sena

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

GUILLAUME APOLLINAIRE
Poema incluido en el libro Versiones y diversiones (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores; Barcelona, 2000). Traducción: Octavio Paz.
Imagen: usuarios.lycos.es

febrero 09, 2010

HENRIK NORDBRANDT

Henrik Nordbrandt nació en 1945 en Copenhague, en cuya universidad estudió lenguas orientales. Huyendo de la rigidez de la época, pronto abandonó su país y se trasladó al sur de Europa. En 1966 publicó Digte (Poemas), pero su consagración como poeta mayor de las letras danesas llegó con Opbrud og uppbrott (Partidas y llegadas). Ha recibido todos los premios de poesía existentes de su país natal, así como el premio Nórdico de la Academia Sueca, más conocido como «pequeño Nobel», en 1990, o el prestigioso premio del Consejo Nórdico de Literatura en 2000.
Dos poemas:

34

Veinte años tardé en comprender
que yo había nacido desgraciado
porque había nacido. Este conocimiento
me hace sentir a veces muy feliz.

48

En mi juventud viví en dos mundos:
el que conocía y el que no conocía
pero quería visitar. Ahora sólo tengo uno
y no sé si lo conozco o no.

HENRIK NORDBRANDT
De su libro El temblor de la mano en noviembre (Bassarai, 2003)

febrero 07, 2010

FÉLIX FRANCISCO CASANOVA



Descubrí a Félix Francisco Casanova a través de su obra completa de poesía, La memoria olvidada, editada por Hiperión. Recuerdo que lo abrí en el tren, de regreso a casa, y ya no he podido dejar de leerlo. No es un libro fácil, cargado de imágenes poderosas con las que cuesta sincronizarse de primeras y que, sin embargo, se van abriendo y te van descubriendo un lugar extraño en el que la realidad y la ficción comparten versos. Bella forma de acercarnos a otros mundos paralelos al nuestro y que él ya frecuentaba.

Ahora aparece la publicación de su novela, escrita cuando era un adolescente, y te preguntas qué habilidad desconocida y maravillosa, qué intuición poseía a este muchacho que sin duda estaba dotado para la escritura.

En el blog de François Matton se le pregunta a Fernando Aramburu;

¿Y un autor al que sería necesario reivindicar?

Fernando Aramburu responde: Sin la menor duda, y aquí sí que no transijo, Félix Francisco Casanova Martín, poeta canario de una singular lucidez, un maestro del misterio, hondo y liviano al mismo tiempo, el cual, además, escribió una novela diabólica, El don de Vorace, inexplicable dentro de la tradición literaria a la que estamos acostumbrados. Es, en cierto modo, nuestro Rimbaud.[...] A veces, muchas veces, pienso que Casanova Martín no necesita reivindicación ninguna; que somos nosotros, los desinformados, las víctimas de nuestra ignorancia, quienes deberíamos reivindicarnos frente a sus obras.



Diferentes periódicos opinan:

"Autor de una obra turbadora y a la altura de los mejores"
(El Cultural, 29-1-2010. Blanca Berasátegui)

"Un vómito literario que, en estado de gracia -y casi de trance-, relataba la infernal espiral de Bernardo Vorace..."
(El País, 24-1-2010. Elsa Fernández-Santos)

"¿Una promesa? Mucho más sólido que eso: era el aire posado de una literatura insólita que llevaba hasta en los ojos."
(El País, 24-1-2010. Juan Cruz)

"Huyamos de la amnesia consuetudinaria. Rindámos al talento leyendo El don de Vorace, un regalo de la poesía."
(ABCD, 23-1-2010. J.J. Armas Marcelo)
"La recuperación de un autor desaparecido como Félix Francisco Casanova enfrenta al lector con la genialidad adolescente y espontánea."
(Público, 26-1-2010. Peio H. Riaño)

Enlaces en los que podéis ampliar la información sobre la novela y la persona del escritor.
La resurrección de Félix Francisco Casanova, El Cultural, 29/01/2010, Blanca Berasátegui.
La belleza de un tiro en la sien, Público, 26/01/2010, Peio H. Riaño.
Revive el Rimbaud canario, El País, 24/01/2010, Elsa Fernández-Santos.
Félix Francisco Casanova, El País, 24/01/2010, Juan Cruz.
El don de la poesía, ABCD, 23/01/2010, J. J. Armas Marcelo.

febrero 05, 2010

MÚSICA EN ÍTACA (4)

SALIF KEITA


“El principal músico africano tiene una biografía tan emocionante como sus canciones.
Salif Keita (Djoliba, Malí, 1949) es descendiente directo de Sundjiata Keita, fundador del imperio mandinga en el siglo XIII, y de joven elige dedicarse a la enseñanza. Aunque pertenece a la familia real, lo expulsan del colegio. Ningún pretexto disimula la verdadera razón de ese trato: Salif es albino y se le discrimina por ello. Decide, pues, convertirse en griot (en el África negra, una suerte de poeta y músico ambulante, al que a menudo se le atribuyen poderes sobrenaturales, y que en tiempos remotos tocaba algún instrumento para envalentonar a los guerreros en las batallas), lo que desencadena la ira del padre y la orden de abandonar su casa. Descendido de golpe al escalafón más bajo de la sociedad, Salif Keita mendiga, pasa las noches en los puestos del mercado, o en fondas de mala muerte, y canta en los cafetines. Conoce la pobreza extrema. Después crea un trío musical con su hermano y otro rebelde y actúa en las discotecas de Bamako”.

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI
(Fragmento del libro La nota rota; Hiperión, 2009)

febrero 03, 2010

LOS ESCRITORES Y EL CUESTIONARIO PROUST: SOFÍA RHEI (7)

- ¿Cuál es para ti la mayor desgracia?
- Los problemas graves de la gente querida.

- ¿Dónde te gustaría vivir?
- En la ciudad más grande del mundo, pero con un jardín.

- ¿Cuál es para ti la alegría terrenal más perfecta?
- Terminar contenta un proyecto personal.

- ¿Qué fallo perdonas más fácilmente?
- Los que se comenten sin maldad; los de las personas que no son lo bastante inteligentes para comprender que lo estaban cometiendo.

- Tu héroe de ficción preferido.
- Sólo es medio ficticio: el Cyrano de Bergerac que hablaba en verso.

- Tu personaje histórico preferido.
- Ramón Gómez de la Serna.

- Tu heroína real preferida.
- Admiro a todas las personas que anteponen sus ideas a la presión social. Esto sigue resultando más difícil para las mujeres.

- Tu heroína preferida de la literatura.
- Una de ellas es Thursday Next.

- Tu pintor favorito.
- Creo que Odilon Redon.

- Tu compositor preferido.
- Regina Spektor.

- ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
- Que no emplee la palabra “hombre” para decir “humano” (esta respuesta es intercambiable con la siguiente).

- ¿Qué cualidad aprecias más en una mujer?
- Que no se comporte de manera diferente si está entre hombres o entre mujeres (esta respuesta es intercambiable con la anterior).

- Tu virtud preferida.
- La coherencia.

- Tu actividad preferida.
- Leer, sin ninguna duda, y a una distancia brutal de lo siguiente.

- ¿Quién o qué te hubiera gustado ser?
- Murasaki Shikibu, un actor de Shakespeare, Swann, Anna de Noailles, una cantante de Cole Porter, Natalie Barney, un ser volador, Gulliver, un amigo de Leonardo da Vinci, Hannah Hoch, George Bernard Shaw, Alicia Lidell, una máscara en el carnaval de Venecia, un ratón de campo, una estudiante de Bauhaus, Mary Shelley, una pintora simbolista, Marco Polo, una alumna de Hogwarts, la nieta de Roald Gahl…

- La característica principal de tu carácter.
- Curiosidad.

- ¿Qué aprecias más de los amigos?
- Que sean entusiastas.

- Tu mayor fallo.
- Cierto desorden envolvente.

- Tu sueño de felicidad.
- Recordar muchos viajes. Árboles. Canciones perfectas en el momento adecuado. Conversaciones fascinantes. Calor cuando se tiene frío y frescura cuando hace calor. Confianza en los demás.

- ¿Qué te gustaría ser?
- Más disciplinada para lo que requiere un esfuerzo; por ejemplo, la música.

- Tu color favorito.
- El verde musgo.

- Tu flor favorita.
- Esas flores silvestres que son muy muy pequeñas.

- Tu pájaro favorito.
- El cuervo, que habla.

- Tu escritor favorito.
- Virginia Woolf.

- Tu poeta favorito.
- Djuna Barnes.

- Tus héroes en la actualidad.
- Terry Pratchett.

- Tus heroínas en la historia.
- Son demasiadas. Estoy terminando un libro sobre eso.

- Tu nombre favorito.
- Atreyu.

- ¿Qué aborreces por encima de todo?
- La cobardía, incluso en sus formas atenuadas.

- ¿Qué figuras históricas aborreces más?
- Las que consideraron que la guerra era una herramienta.

- ¿Qué méritos militares aprecias más?
- Los diplomáticos.

- ¿Qué reformas admiras más?
- Las que vienen de un lugar inesperado.

- ¿Qué don natural te gustaría poseer?
- Una sinestesia aguda. Sólo tengo un poquito.

- ¿Cómo te gustaría morir?
- Vieja y lúcida.

- Tu actual estado de ánimo.
- Tanteando. A cámara lenta.

- Tu lema.
- Festina Lente. Lo tengo grabado en una pared de mi casa con letras de latón.

Retrato: Pablo Gallo

febrero 01, 2010

FRANCISCO CENAMOR, CASA DE AIRE


Casa de aire
Francisco Cenamor
Ediciones Amargord, 2009

La poesía de las imágenes

La imagen a la búsqueda de humanidad, la mirada del poeta que contempla la vida, el querer provocar sentimientos en el lector, el invitarle a la reflexión sobre lo que contempla en sus versos. Francisco Cenamor nos invita a realizar un viaje mundano por la realidad. Con una poesía sin adornos, desprovista de galas, nos muestra imágenes terrenales sobre las que pensar.
Casa de aire es un poemario realmente sorprendente, basado en descripciones realizadas con prosa limpia, de aparente sencillez (hacer fácil lo difícil), y con un complejo entramado intelectual –que juega en la mente del lector– nos presenta tres modelos visuales: fotografía, cine y teatro. Tres métodos de creación intelectual que utilizan, entre otros elementos, la imagen, y que se corresponden con las tres partes del poemario: Casa de aire, Ríos de gente y Ultima función.
Casa de aire nos muestra en pequeñas descripciones el mundo de una mujer indigente. Muy al estilo de esa poesía llamada del silencio, busca el rumor en nuestra mente, el efecto intelectual profundo, con versos cortos y palabras precisas.
Ríos de gente nos revela imágenes en movimiento, todas distintas, ocurridas a diferentes horas, en diversos lugares. Como indica Muhsin Al-Ramli en el prólogo, es una concepción poética cercana, muy próxima, a la narración breve. Las descripciones de las acciones son minimalistas, como los microrrelatos, y, como ellos, esconden secretos que el lector debe de averiguar. Son trozos de película, una serie de fotogramas en las que visionamos un pedazo de vida, rutinas diarias que generan profundas cicatrices.
Ultima función profundiza aún más en la estética narrativa de lo breve, hasta el punto de no lograr diferenciar la prosa del verso para llegar allí donde Francisco Cenamor quiere llevar al lector. El teatro, su pasión personal, muestra los sentimientos escondidos.
Es, en resumen, un paso adelante agigantado en la carrera poética de Francisco Cenamor. Le unen con su pasado su compromiso (intelectual, político y social) y su reivindicación de un mundo mejor, pero la forma ha cambiado y, sin ninguna duda, es mucho más efectiva.
Mucho más del autor en su blog Asamblea de palabras



I

La blusa rasgada.
Las medias
por debajo
de las rodillas.

Sangre.

La noche es
propicia
para el golpe.
( Primer poema de la serie ‘Casa de aire’, pág.15)


8,47 a. m.
El niño tira la piedra,
muere el pájaro contra el tronco del árbol.
La piedra cae al suelo partida en su frialdad.
El niño mira el pájaro un segundo,


la sangre saliendo por el pico.


Se vuelve, se va sonriendo.

El barrendero recoge
pájaro y piedra
en su carro de basura.

(Primer poema de la serie ‘Ríos de gente’, pág. 51)

Primer acto
Un actor sale al silencio del escenario.
En una esquina, en penumbra,
el reflejo de un cuerpo apenas perceptible.
-¡He de ir!-, dice el actor a la sombra.
Fila tres del teatro. Oscuridad.
Una mujer aprieta la mano de su hombre.
(Primer poema de la serie ‘Última función’, pág. 77)
Poemas extraídos de Cuaderno de poesía (muchas gracias)


Casa de aire
De Francisco Cenamor
(Ed. AMARGORD, 2009)

Por María Jesús Silva


Francisco Cenamor nos presenta un poemario en el que los momentos y el tiempo cobran fuerza. Ellos son el hilo del que tira para poner voz a los instantes fotográficos en el que basa sus poemas. Los versos definen la instantánea de la miradas, los encuentros, las rupturas, la soledad... Secuencias de vida.
El poemario se divide en tres partes:

Casa de aire, golpes en sus diferentes formas, la caída, la humillación, el abandono, el perderlo todo, el vacío. Golpes duros a los que enfrentarse, difíciles de esquivar y penosos para afrontar.

Ríos de gente, los poemas marcan las horas en las que se va dividiendo el tiempo entre la mañana y la noche. Nos habla de la indigencia, la desolación, la enfermedad, el dejar atrás, el paso de un ‘momento’ para encontrar otro unido al movimiento humano. Espera, muerte, instantes de vida, amor.

Última función, cinco poemas describen cinco actos. Secuencias de sentimientos solitarios, lo que se siente en ese instante.

Las figuras retóricas que aparecen son, fundamentalmente, las de pensamiento.
La prosopografía, descripción de una persona en su aspecto exterior.
Ej: poema I (pág, 15)

La blusa rasgada.
las medias
por debajo
de las rodillas.
Sangre. (...)

La topografía, descripción de un lugar.
Ej: poema 5,54 p.m. (pág, 65)

Desde el tren
la ciudad está en movimiento.
Se percibe la oquedad de sus calles,
la quietud de los edificios al sol.
Las ventanas son pequeños ojos
que esconden grandes secretos. (...)

El retrato, descripción tanto moral como física.
Ej: poema XII (pág, 26)

Cuerpo encorvado,
mirada perdida.
Sale de tus labios
un extinto rumor
que nadie escucha.
El frío de una moneda
en la mano te despierta.
Gentes que pasan.

El epifonema, reflexión final sobre afirmaciones anteriores.
Ej: poema V (pág, 19)

No era tan fácil
llegar y escuchar
el silencio inmenso,
apretar las manos
contra
cuerpos helados.
No era tan fácil
llegar y no ser nada.

La anáfora, se sucede en varios poemas.
Ej: poema IV (pág, 18)

Caes,
como un plomo (...)
Caes,
inconsciente (...)

Ej: poema VII (ág, 21)


Tu casa,
un coche abandonado.
Tu casa,
un cajero automático, (...)
Tu nueva casa de aire (...)

La gradación, escalonamiento en diversos niveles. Crean así un climax para llegar a lo más alto.
Ej: poema XXVII (pág, 41)

Sentir en tu rostro
el agua fresca, (...)
Saltar
a la fuente. (...)
Correr
entre los aspersores (...)
Beber
El agua de lluvia, (...)
Sentarte
frente a la fuente.
mirar horas
y horas
y horas.

El poemario está cargado de elipsis, ‘espacios blancos’ donde sólo la imagen reflejada es la protagonista. El asíndeton también se percibe en estos versos.
Las imágenes metafóricas se muestran en la mayoría de los poemas, no hay sustitución de un término por otro, ambos coexisten.
Los tiempos verbales más utilizados son el presente y el infinitivo, lo que nos sitúa en la acción inmediata, lo que está sucediendo.
Dentro del estilo diría que son poemas dramáticos de contenido social.

Opinión personal:

La idea que percibo, por encima de otras muchas, es la soledad, el tremendo abandono por parte de personas, de objetos. La falta de manos para rescatarnos del bucle en el que caemos, sin saber cuándo, ni por qué, y que de repente un día ha cambiado todo lo anterior. Donde había una casa hay un cartón, donde un trabajo un transitar las calles en busca de limosna, donde amor golpes y despedidas... Imágenes de vidas que parece que nunca viviremos y, que sin embargo, podemos llegar a poseer. Todos somos candidatos al abandono y la soledad. Me impactan las imágenes duras que sostienen los versos casi sin nexos de unión y que se perciben como si las estuviéramos viendo en una película donde el decorado, el diálogo y la acción podrían ser el viaje de un día cualquiera. Me deja un poso triste, paseo por las calles y oigo la voz del poeta en cada esquina, en cada amanecer.