marzo 26, 2015

Danza Butoh


De la devastación de la bomba atómica surge una conciencia de humanidad muy fuerte que echa sus raíces en este arte preocupado por las sutilezas del alma, un alma que no quiere agradar -de ahí lo grotesco de sus imágenes- sino expresarse. Así, un cuerpo envejecido o castigado por la enfermedad puede ser expresado mediante el Butoh, como hizo Kazuo Ohno en sus interpretaciones de la vejez.
El Butō es una reflexión del cuerpo sobre el cuerpo y el lugar que este ocupa en el Cosmos. No hay decorado o vestuario determinado; es habitual que los intérpretes actúen desnudos o pintados de blanco. La improvisación es parte fundamental de este estilo de danza, la idea no es pensar el hecho sino sentirlo: "No hablar a través del cuerpo, sino que el cuerpo hable por sí sólo".
Este vídeo esta extraído de la película "Cerezos en flor". Os la recomiendo por todo lo que dice y deja que se sienta sin llegar a expresar una palabra.



*Toda la documentación está extraída de la web.

marzo 17, 2015

HE LEÍDO





LA ESCALA DE LOS MAPAS
BELÉN GOPEGUI
Editorial Anagrama, 1993

La escala de los mapas, cuenta la historia de Sergio Prim, geógrafo, y de su amor platónico Brezo Varela. El amor soñado se hace real y en ese instante el protagonista, un tanto asocial, no sabe reaccionar, no tiene ni idea de cómo conducir su vida a partir de ese momento. En realidad le paraliza el miedo y no es capaz de tener una relación normal, el miedo a no cumplir las expectativas de la persona amada, el miedo a enfrentarse a la realidad de una relación que sólo imagino. La mente de Sergio Prim no para de cavilar, de fingir, está lleno de desvelos, no puede descansar. Se intuye que el miedo a ser amado puede llevarle muy cerca de la frontera de la locura.
Es una novela intimista, con cierto grado de misterio, narrada con un lenguaje poético y llena de metáforas.
No es una novela larga, pero requiere mucha concentración su lectura, incluso hacer paradas, algo que a mí particularmente me apasiona.

Un fragmento:

Cae la lluvia, pasan los minutos rojos como el vino que bebo para aturdir mi corazón, y me pregunto si debo hablarle a Brezo confidente, tan perdida, o bien si he de dirigirme a ustedes, ojos mudos, corazones documentalistas, destinatarios últimos de mi descubrimiento. Sepan, en fin, que al salir del museo, Brezo se declaró muy cansada, pidió un taxi y sugirió que fuéramos a mi apartamento. Un programa de radio sobre el cuidado de los cactus se adueñó de la atmósfera sin que ninguno de los dos opusiéramos resistencia. Ella iba medio dormida; yo me arrepentía de haber cedido a su insinuación: alborotaba mis planes. Sergio esperaba que aquella noche selláramos un pacto y hubiera preferido un terreno neutral, jugar la partida rodeados de extraños que dificultasen el paso hacia los cuerpos. Mi primer movimiento será una retirada en toda regla, y diría así: “Óyeme, loca, muchacha que acaricias las tazas como si fueran gatos y a n hombre como si fuera una banda de música, óyeme: yo ya no tengo ímpetu. Han pasado los años y me he instalado en el retraimiento. Vivo como ese pequeño país autárquico que ponían de ejemplo en los colegios, soy Albania. Mi medio natural es sobrio, retazos de llanuras insalubres, mesetas desiguales y un complejo de montañas abruptas (…)”.

BELÉN GOPEGUI

marzo 08, 2015

 


Propuesta para reducir la ansiedad

¿Y si en lugar de querernos tanto 
probamos a querernos bien?


Entre nosotros

Siete paradas de metro
treinta y cinco minutos
diez calles.
Te llamo
y marco en el teléfono
el número de besos que caben en tu cuerpo.

MARWAN
De su libro, La triste historia de tu cuerpo sobre el mío