octubre 15, 2012



Sueña algo por mí. Algo con pelo y sin vómito, sin frío. De color aguamarina, que sepa a azúcar y se agarre a molinos de viento mientras me alargo largo y me retuerzo en una banda de regaliz rojo-negro-blanco. Mariposas que descansan en los párpados violeta, en los escalones de espuma de un castillo antiguo, ruinoso. Jaulas abiertas con pájaros muertos y Mozart grita, llora, ríe y se tiende en el suelo junto al piano lisiado.
María Jesús Silva

1 comentario :

Tesa Medina dijo...

Ese piano lisiado me llega al corazón. Una ultima escena muy potente visualmente en esta hermosa prosa poética por la que se escapa un suspiro y un ruego.

Necesitamos soñar, y alargarnos para no desaparecer y dejar que las mariposas, que ya no revolotean por el estómago, descansen en los párpados violetas y no nos dejen del todo.

No te líes Ada, es poesía. Me gusta y agita mis emociones.

Un beso, poeta. Y no dejes de escribir.

Un abrazo,