febrero 23, 2014





Casi un ruido o  el rastro de un ruido.  Quizás
arcilla, buque, embozo o temporal.   Tan
brusca  como el cuerno sin hueso de los
rinocerontes.   O tan morosa como una hebra
tensando el espacio invisible de los
márgenes – hebra en equilibrio – 



[piedra,cálamo:
 una 
granada/maraca/sonajero         

con ortigas rojas en su interior]



Una piel  lista para de-mudar, para evadir
sus leñosas formas y permitir la zarza.  Zarza
que sólo arde cuando miro. 



Carmen Crespo

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Muchas gracias María Jesús

En busca de otras ítacas dijo...

Carmen, este poema me inspira los letargos, el resurgir después de un letargo que provoca un cambio, otra mirada, otras formas de sentir.
Gracias a ti
María jesús