mayo 19, 2014




Mirar los días como si estuviéramos fuera de ellos, detrás de los cristales de una grandísima ventana. ¿Es así como ocurre la vida? ¿A través de pantallas protectoras transparentes? La sombra de nosotros reflejados delata un tiempo de abrazos, el vago recuerdo del beso entre los labios chocando ensalivados y tibios, recorriendo otros días. Y nos acostamos en una cama cansados, como quien regresa de un trabajo, tranquilos, para aproximarnos de nuevo a lo real.

MARÍA JESÚS SILVA

1 comentario :

Tesa Medina dijo...

A veces tenemos que alejarnos de nosotros mismos, darnos un rodeo, ajustar el reflejo de lo que somos para entender que la vida no se entiende se vive como se puede. A saltos, a trompicones, detrás y delante de las ventanas.

Estaría bien poder descansar de nosotros mismo un rato.

Un abrazo, Mária.