septiembre 28, 2013



Criminal

Digamos que quisiera aplastar,
sin piedad,
tus penas como gotas de una lluvia de otoño en la ventana.

Y algunas tardes, rajaría tu ausencia a navajazos,
para llenarle el vientre de promesas
que acorten tu regreso.

Incluso no descarto atentar
contra todos los huecos
de tu cuerpo, y sin aviso previo.

He preparado una bomba casera de cariño
para dinamitar tus dudas,
si es preciso

Y acribillo de besos tus recuerdos,
para que siempre tengas
perdigones de mi que llevarte a la boca.

Lo admito: soy un criminal,
Y estoy dispuesto, por tenerte,
a perpetrar casi cualquier delito.

Estoy hablando en serio.

Mas no temas, amor:
puedo matar por ti
puedo morir por ti,
pero nunca podría
asesinar tu misterio

CARLOS SALEM SOLA

1 comentario :

Tesa Medina dijo...

Porque si asesinara el misterio el poeta se quedaría sin municiones para sus versos de amor apasionado.

Un abrazo,