noviembre 13, 2010



En proceso de destrucción


Desde el pedestal de frío

en el que habitas

observas con ojos de hielo

ordenas con corazón de escarcha

diriges con manos de nieve.

Te miro

como al jefe de una tribu

que crees tuya.

Sorbes sueños

que ayudaste a construir,

te ocultas en las sombras

de los que te protegen.

Yo los llamo corrompidos,

basura disfrazada

depredadores de derechos

con derecho concedido

a pisar piernas que no se doblegan,

callar bocas que gritan

cegar ojos que van más allá

de la frontera del iceberg.

A veces tiemblas, tienes miedo,

entonces te yergues

como un dios de piedra helada

y notas cómo ellos te miran

detrás de sus cadenas de cristal.

Ya quedan menos eslabones.

Cuando no quede ni un solo grillete

opresor de voluntad

te fundirás.


María Jesús Silva

2 comentarios :

Mos dijo...

Soberbio poema, Ada. Se siente la dureza, la frialdad del personaje, su dominio y opresión. Pero también los últimos versos le auguran el final, fundente, que le llegará.
Me ha gustado.
Un abrazo de Mos desde su orilla.

Tesa dijo...

Qué ganas de leer algo tuyo. Eres una magnífica poeta y deberías publicar más. Ya sé que te lo he dicho muchas veces, pero es así.

Me parece soberbio el poema, como dice Mos. Muy bueno.

Estos personajes fríos y amorales no sólo mueren solos, disimulan que viven debajo de una capa de respetabilidad mientras se pudren desde dentro.

Un abrazo, Ada. Achuchón para Holly.