febrero 12, 2009

Una tarde: Dos encuentros

Ayer hice "doblete literario". A las 19 hrs. en el Centro de Poesía José Hiero, Miguel Ángel Martín presentó su libro, Torrijas y Balas.
Gran concurrencia de personas, el salón lleno de gente. No quisimos perdernos el momento de compartir con él ese libro que veía la luz después de tanto, tanto tiempo en una caja.
Nos desveló como lo fue tejiendo, como mezcló la dosis de azúcar con el relato negro, luego tuvo que agitar y remover y parece que la cocción salió bastante rica. Las bandejas de Torrijas corrían por las mesas y las Balas, cada una de ellas firmadas por los alumnos, se le clavaron en forma de palabras y pensamientos, le dejaron heridas cariñosas de las que brotaron risas y abrazos.

Buena suerte.


Foto: María Jesús Silva





A las 21 hrs en el centro de música, Dionisio Aguado y dentro del ciclo Café literario, nos reuníamos con Manuel Rivas. Venía para hablar del conjunto de su obra literaria, y nos contó mucha vida, mucha infancia, muchos cuentos que oía cuando él era un niño y se quedaba escondido en la escalera escuchando a los mayores. Nos habló de sus dos abuelos, lo diferentes que eran, a uno le gustaba hablar muy poco y decía que: hacía agujeros en el silencio, el otro, hablaba constantemente y cuando no lo hacía con alguien hablaba solo, en voz alta. Nos habló de sus padres y nos mostró un nivel con el que su padre trabajaba, era carpintero y lo utilizaba en sus construcciones; él se quedaba mirando la burbuja de aire que se quedaba en el centro y su padre le decía: Fíjate en la burbuja del nivel, Manuel, ahora está en orden el mundo.

Nos habló de cultivar las voces bajas frente al ruido, de ser custodio de las palabras: La concordancia entre literatura y sonoridad es la precisión. Otra vez ese nivel.

Durante todo el café leyó algunos poemas de su último libro que saldrá publicado en abril, La desaparición de la nieve, lo hará en las cuatro lenguas españolas.

Al final nos dedicó los libros con esa forma tan particular que tiene de hacer dedicatorias, un dibujo, normalmente de ese mar que le acompaña siempre, y entre sus olas y sus barcas, las palabras.

Fue una tarde estupenda.


Foto: Resurrección Bonilla.






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