Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932) es uno de los poetas destacados de la Generación del 50. Es autor de Las brasas (Rialp; Madrid, 1960), El santo inocente (Poesía para todos; Madrid, 1965), Palabras a la oscuridad (Ínsula; Madrid, 1966), Aún no (Llibres de Sinera; Barcelona, 1976), Insistencias en Luzbel (Visor; Madrid, 1977), Poemas excluidos (Renacimiento; Sevilla, 1985), El otoño de las rosas (Renacimiento; Sevilla, 1986), La rosa de las noches (Cuadernos de Cristal; Avilés, 1986), Poemas a D.K. (El mágico íntimo; Sevilla, 1986), La última costa (Tusquets; Barcelona, 1995) y Amada vida mía (Fundación Salamanca Ciudad de Cultura; Salamanca, 2004). Todos sus versos escritos hasta el año 1997 están recogidos en el volumen Poesía completa (1960 – 1997); Tusquets; Barcelona, 1997.
Un poema:
SUCESIÓN DE MÍ MISMO
Es ardiente el pasado, e imposible:
breve noche de amor conmigo mismo.
F.B.
Al aire del jardín
la cama está revuelta de sábanas y luna,
y en ellas está el cuerpo solitario y desnudo.
Velan los ojos, en las sombras del pino plateado,
la hiedra de las tapias,
y la vida furtiva de los astros.
Un bulto juvenil de la penumbra surge
y ha subido sin ropas a mi lecho,
y en la tarea del amor completa
la noche ahora tan breve.
Este mudo muchacho está encendido
de una pasión oscura y alejada,
y sus dientes furiosos y su lengua dulcísima
rescatan de mi carne la densidad del tiempo.
En el azar del mundo su vida ha retornado
con revueltos cabello, y ahora mudo,
y ha cruzado después las puertas de la noche.
Desde el balcón le espío
llegar hasta la esquina de la casa,
y allí ha permanecido en la mejilla de la primera luz.
Con el sol y los pájaros el día se hace largo,
y en la esquina el muchacho ya es este mudo anciano
que vigila el balcón,
allí donde él se mira con un cuerpo aún robusto y fatigado.
Borrada juventud , perdida vida, ¿en qué cueva de sombras
arrojar las palabras?
FRANCISCO BRINES
Poema incluido en el libro Poesía completa (1960 – 1997). Tusquets; Barcelona, 1997.
Un poema:
SUCESIÓN DE MÍ MISMO
Es ardiente el pasado, e imposible:
breve noche de amor conmigo mismo.
F.B.
Al aire del jardín
la cama está revuelta de sábanas y luna,
y en ellas está el cuerpo solitario y desnudo.
Velan los ojos, en las sombras del pino plateado,
la hiedra de las tapias,
y la vida furtiva de los astros.
Un bulto juvenil de la penumbra surge
y ha subido sin ropas a mi lecho,
y en la tarea del amor completa
la noche ahora tan breve.
Este mudo muchacho está encendido
de una pasión oscura y alejada,
y sus dientes furiosos y su lengua dulcísima
rescatan de mi carne la densidad del tiempo.
En el azar del mundo su vida ha retornado
con revueltos cabello, y ahora mudo,
y ha cruzado después las puertas de la noche.
Desde el balcón le espío
llegar hasta la esquina de la casa,
y allí ha permanecido en la mejilla de la primera luz.
Con el sol y los pájaros el día se hace largo,
y en la esquina el muchacho ya es este mudo anciano
que vigila el balcón,
allí donde él se mira con un cuerpo aún robusto y fatigado.
Borrada juventud , perdida vida, ¿en qué cueva de sombras
arrojar las palabras?
FRANCISCO BRINES
Poema incluido en el libro Poesía completa (1960 – 1997). Tusquets; Barcelona, 1997.
Imagen: http://www.elpais.com/
2 comentarios :
me gusta mucho brines, me regalaron un libro suya hace ya 10 años y fue un gran descubrimiento. y necesario.
besitos
Marcus, ¡¡mi diseñador favorito!! qué bueno verte por aquí. Me alegra que este autor siga encontrandose entre uno de tus preferidos.
Nos vemos, más besitos.
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