no nos llega ni conecta, viene
como un teléfono en el agua,
sino que se rompe
como un interruptor
que se abre o se cierra
aleatoriamente.
Nosotros dos
somos un país
bajo embargo,
que vive de paréntesis
y silencios, de apagones,
y cuando la luz regresa,
no sabemos ya
qué queríamos decir.
Elisa Biagini
Imagen: Las voces, de Salvador Dalí
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