El poeta Stéphane Mallarmé (París, 1842-1898) representa la culminación del simbolismo francés. Su estilo es complejo y de difícil traducción. Escribió cinco libros de poemas: Herodías (1864), Preludio a la siesta de un fauno (1865), Los dioses antiguos (1879), Divagaciones (1897) y Una tirada de dados jamás abolirá el azar (1897).
Un poema en prosa:
REMINISCENCIA
Huérfano, erraba de negro y con los ojos vacantes de familia; al tresbolillo se extendieron las tiendas de fiesta; experimentaba yo el futuro y que yo sería así; me gustaba el perfume de los vagabundos; hacia ellos para olvidar a mis camaradas. Ningún grito de coros por la rasgadura, ni una larga tirada, requiriendo el drama la hora santa de los quinqués, yo deseaba hablar con un chicuelo que era demasiado vacilante para figurar entre su raza, con gorra de noche cortada como la caperuza de Dante; quien regresaba a sí mismo bajo el aspecto de una rebanada de pan con queso blando, ora la nieve de las cimas, ora el lirio u otro blancor constitutivo de alas adentro; hasta yo le habría pedido admitirme en su comida superior, rápidamente compartida con algún famoso primogénito brotado contra una tela cercana realizando hazañas y trivialidades compatibles con el día. Desnudo, pirueteando en su rapidez de malla, en mi opinión sobrecogedor, él, quien por otra parte comenzó: “¿Y tus padres?”. “No tengo”. “Vamos, si supieses lo divertido que es un padre…. Incluso la otra semana, que le disgustó la sopa, hacía muecas tan bellas cuando el maestro lanzaba bofetadas y puntapiés. ¡Querido mío!”. Y triunfante, alzando hacia mí la pierna con facilidad gloriosa, “papá nos deslumbra”; luego, mordiendo en el manjar casto del muy joven: “Tu mamá, ¿tal vez no la tienes si estás tan solo? La mía come estopa y todo el mundo aplaude. No sabes nada; los padres son gente muy divertida, que hace reír”. El desfile se exaltaba; él se fue; y yo suspiré, decepcionado de súbito por no tener padres.
STÉPHANE MALLARMÉ
Poema en prosa incluido en el libro Obra poética II (Hiperión; Madrid, 1981).
Traducción: Ricardo Silva-Santisteban.
Imagen: wordpress.com
Un poema en prosa:
REMINISCENCIA
Huérfano, erraba de negro y con los ojos vacantes de familia; al tresbolillo se extendieron las tiendas de fiesta; experimentaba yo el futuro y que yo sería así; me gustaba el perfume de los vagabundos; hacia ellos para olvidar a mis camaradas. Ningún grito de coros por la rasgadura, ni una larga tirada, requiriendo el drama la hora santa de los quinqués, yo deseaba hablar con un chicuelo que era demasiado vacilante para figurar entre su raza, con gorra de noche cortada como la caperuza de Dante; quien regresaba a sí mismo bajo el aspecto de una rebanada de pan con queso blando, ora la nieve de las cimas, ora el lirio u otro blancor constitutivo de alas adentro; hasta yo le habría pedido admitirme en su comida superior, rápidamente compartida con algún famoso primogénito brotado contra una tela cercana realizando hazañas y trivialidades compatibles con el día. Desnudo, pirueteando en su rapidez de malla, en mi opinión sobrecogedor, él, quien por otra parte comenzó: “¿Y tus padres?”. “No tengo”. “Vamos, si supieses lo divertido que es un padre…. Incluso la otra semana, que le disgustó la sopa, hacía muecas tan bellas cuando el maestro lanzaba bofetadas y puntapiés. ¡Querido mío!”. Y triunfante, alzando hacia mí la pierna con facilidad gloriosa, “papá nos deslumbra”; luego, mordiendo en el manjar casto del muy joven: “Tu mamá, ¿tal vez no la tienes si estás tan solo? La mía come estopa y todo el mundo aplaude. No sabes nada; los padres son gente muy divertida, que hace reír”. El desfile se exaltaba; él se fue; y yo suspiré, decepcionado de súbito por no tener padres.
STÉPHANE MALLARMÉ
Poema en prosa incluido en el libro Obra poética II (Hiperión; Madrid, 1981).
Traducción: Ricardo Silva-Santisteban.
Imagen: wordpress.com
1 comentario :
Grandioso Mallarmé... alguien que pueda empezar un poema así:
Huérfano, erraba de negro y con los ojos vacantes de familia
se merece el mayor de los respetos.
Gracias como siempre por hacernos disfrutar con la lectura.
Un abrazo
MArian
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