Maxence Fermine nació en Albertville en 1968. Pasó su infancia en Grenobley residió trece años en París. Se inscribió en la Facultad de Letras, donde permaneció casi un año antes de partir a África con una maleta repleta de libros. Vivió durante un tiempo en Túnez y actualmente reside en la Alta Saboya. Su primera novela, Nieve, le supuso desde el principio su consagración. En su estilo se percibe la búsqueda de la pureza, la utilización inteligentísima de los recursos, la reducción y limpieza del lenguaje. Esto, aunado con una fortísima sensibilidad para la belleza, hace que sus hermosos cuentos se conviertan en pequeñas joyas. Ha publicado en español: El Apicultor, El violín negro y Opio.
Dos fragmentos:
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La segunda mañana, el maestro pidió a Yuko que cerrara los ojos y dijo:
-La luz es interior, está dentro de nosotros. Únicamente el color está fuera. Cierra los ojos y dime qué ves.
-Maestro -dijo Yuko-, veo la luz blanca de la nieve.
Al decir esto a Yuko le entraron ganas de reír. Era una hermosa mañana de primavera. El sol calentaba como un yunque.
-Es cierto -dijo Soseki-, este invierno ha habido nieve aquí. Empiezas a ver.
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Hay dos clases de personas.
Los que viven, juegan y mueren.
Y los que se mantienen en equilibrio en la arista de la vida.
Los actores.
Y los funámbulos.
Maxence Fermine de su libro Nieve editorial Anagrama
Foto: www.nuitblanche.com
2 comentarios :
Tú y yo sabemos
Baco, claro que sabemos... y todo permanece en aquél lugar, además quedan las palabras entre los versos.
Besos.
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